Drácula al "cuidado" de cuatro bancos de sangre
Uno. Mientras gobernaba Carlos Salinas de Gortari, en el remoto 1992, Julio Frenk, secretario de Salud del gobierno del "cambio" que encabeza Vicente Fox, fue amonestado por la -entonces- Secretaría de la Contraloría General de la Federación (hoy de la Función Pública) por infringir las disposiciones establecidas en la Ley de Adquisiciones y Prestación de Servicios, en la entrega de donativos por más de 3 mil millones de viejos pesos.
"Se impone a Julio Frenk Mora una sanción administrativa consistente en amonestación pública, misma que se aplicará por su superior jerárquico, exhortándolo para que no reincida en este tipo de situaciones", dice el oficio 223/000734 de la Dirección General de Responsabilidades y Situación Patrimonial de la Secretaría de la Contraloría.
¿Quién era, entonces, ese "superior jerárquico"? El doctor Jesús Kumate, entonces secretario de Salud y actual presidente de la Fundación IMSS AC del tecnócrata zedillista Santiago Levy. ¿Aplicó la amonestación? Se ignora. Habría que preguntarle. También al -entonces- subsecretario Jaime Sepúlveda Amor, actual coordinador general de los institutos nacionales de salud, que hasta hace muy poco "conducía" el doctor Misael Uribe, cabeza de Médica Sur y médico de cabecera de la extinta Diana Laura Riojas de Colosio.
Por esos días Frenk fungía como director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y fue responsabilizado, al lado de otras tres personas (que fueron tachadas en el oficio que tuvieron en sus manos algunos diputados de la Comisión de Salud), de omitir trámites legales en la entrega de donativos, como el de dar a conocer el donante original, el uso de los recursos y su monto.
"Usted autorizó que de los donativos recibidos en el periodo de 1990, se pagara la suma de 12 millones 200 mil pesos por concepto de viáticos, a personas que no guardaban relación laboral con el propio INSP y se entregaran premios por 10 millones de pesos, sin sustentar los criterios."
En total, las irregularidades imputadas a Frenk en 1992 -ceros de por medio- ascendieron a 3 mil 111 millones 200 mil pesos (Reforma, 09/12/04, nota de Andrea Merlos y Claudia Guerrero).
Después del episodio de Guido Belsasso, a ver qué ocurre con Provida ("No nos equivoquemos: el escándalo es Julio Frenk", como oportunamente advirtió el laureado Fernando del Paso -La Jornada, 26/07/04-) y, por supuesto, con los 8 mil 500 millones de pesos de que dispone el "Seguro Popular" al "cuidado" del "amonestado" Frenk.
Dos. También sucede que el grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados invirtió más de 24.5 millones de pesos en los gastos médicos de sus legisladores durante 2004. Por su parte, la bancada de Acción Nacional erogó 14 millones, seguida del Partido de la Revolución Democrática, que destinó 11.8 millones. Y el Verde Ecologista de México no se queda atrás: consumió 1.6 millones de pesos. Lamentablemente, la "chiquillada" tampoco recurrió al publicitado "Seguro Popular": el Partido del Trabajo encajó al presupuesto del Congreso 830 mil pesitos y la "dantesca" Convergencia se despachó con sólo 791 mil pesos.
Claro que los diputados "independientes" también cuentan. Por ejemplo, el improvisado "funcionario" foxista Miguel Angel Yunes, haciendo extraña dupla con Roberto Ruiz Esparza, solitos, gastaron 13 mil pesos. Gran total: casi 64 millones de pesos, a pesar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y por supuesto del grandioso "catálogo de servicios esenciales" del "Seguro Popular".
Tres. Pero, sin duda, el interesado punto de vista de Francisco Barrio, ex coordinador de los diputados panistas, es el más "radical". Después de haber sido intervenido quirúrgicamente en Estados Unidos -con fondos del Congreso de la Unión- y despreciando olímpicamente las "bondades" del "exitoso" Seguro Popular, afirmó con toda "transparencia" que de ninguna manera los panistas están dispuestos a atenderse en las instituciones públicas de salud. Lamentablemente "todos lo sabemos", explicó, "están en una condición bastante deficiente, bastante mala". Así que "sus" legisladores se mantendrán "salvaguardados por la medicina privada" porque las "condiciones de la medicina privada en el país son mejores que las de la medicina pública". ¿Deveras, señor ex diputado? Con razón López Obrador acotó: "¿De qué privilegios gozan? ¿Acaso se creen otro tipo de seres? ¿Les duele menos a los trabajadores de base cuando los intervienen en el ISSSTE?"
Cuatro. Mientras tanto, la CROC del estado de México, fiel "compañera" de Santiago Levy en su feroz campaña mediática -diseñada y orquestada por el ya desaparecido Netzahualcóyotl de la Vega- para desprestigiar a los médicos y enfermeras del IMSS con el ridículo mote de "privilegiados", pagó un desplegado a toda plana en el que consigna que su décimo congreso estatal extraordinario acordó "comunicar al director general del IMSS que es urgente mejorar la atención y servicio de los derechohabientes y sus familias, ya que existe desabasto de medicamentos y una mala atención" (La Jornada, 01/02/05). ¿En qué quedamos: pues no que eran "privilegiados"? Ni hablar: ¡Drácula al "cuidado" del banco de sangre!
* Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco