Por pederastia, lo interrogará en breve otro juez
Procesa Chile al torturador Schaefer por el secuestro de líder izquierdista
Santiago, 18 de marzo. La justicia chilena sometió hoy a proceso al torturador Paul Schaefer, un ex líder de la llamada colonia Dignidad, enclave de alemanes fundado en 1961 cerca de la localidad de Parral y que operó como "centro de detenciones y torturas" durante la dictadura de Augusto Pinochet.
El procesamiento contra el otrora cabo del ejército nazi, de 83 años, estuvo a cargo del juez Joaquín Billard en relación con la causa por la desaparición del dirigente de izquierda Alvaro Vallejos, arrestado el 29 de junio de 1974 por agentes policiales de la dictadura y visto por última vez ese año en la colonia Dignidad.
En su resolución asentó tener razones fundadas para afirmar que Schaefer es autor de un secuestro calificado en el caso de Vallejos, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, y que la comunidad que encabezaba en el complejo Villa Baviera, en la región central de Maule, se usó como un "centro de detención y torturas".
De acuerdo con medios de prensa, Schaefer habría confesado en el interrogatorio a que lo sometió Billard el lunes pasado que a mediados de los años 70 la colonia Dignidad recibió en visita oficial a Pinochet y a su esposa, Lucía Hiriart, quienes conocieron el hospital y la escuela de la comunidad.
El ex nazi, capturado y expulsado la semana pasada desde Argentina hacia Chile, también aceptó haber prestado las instalaciones de la villa para que las autoridades del pinochetismo efectuaran ejercicios militares, pero sin saber lo que hicieron los uniformados.
Schaefer, notificado de su procesamiento en el hospital de una cárcel de Santiago, donde recibe alimentación intravenosa porque se niega a comer, fue interrogado el jueves por el juez Jorge Zepeda en el contexto de una causa por la desaparición de otro activista de izquierda visto por última vez en la misma aldea alemana en 1976.
Se estima que en los próximos días será interrogado por el juez Hernán González, en un proceso por cargos de 26 abusos sexuales contra niños. Además, es requerido por otros ocho jueces, entre ellos seis de Santiago, uno de Talca y otro de Parral, también por abusos de menores y por casos de desaparecidos políticos.
Por otra parte, el presidente Ricardo Lagos reconoció que sus afirmaciones en una entrevista con la televisión, donde insinuó que sus preferencias están con la precandidata socialista Michelle Bachelet, causaron molestia en la Democracia Cristiana, particularmente en su precandidata, Soledad Alvear, pero aclaró que no tuvo intención de perjudicarla.
El mandatario leyó una declaración donde señala que su corazón y su voto estarán en diciembre con la candidata de la Concertación y que, en ningún caso, quiso dañar ni a Alvear ni a su colectividad, mientras la derecha, que ve cada vez más perdido a su postulante Joaquín Lavín, armó un gran escándalo en torno a la situación y habló incluso de una división irreversible en el oficialismo.
"En este contexto, quisiera declarar que por Soledad Alvear siento afecto, admiración, gratitud, y nadie podría pensar ni por un momento que yo haya tenido intención de perjudicarla, ni a ella ni a su partido, que ha sido también una leal colaboradora con mi gobierno", declaró Lagos.