Cómo restituir los derechos de los mexicanos en el exterior, esencia del debate, define
Jaime Cárdenas recomienda a censores del voto migrante ser más propositivos
En el debate sobre el voto de los mexicanos en el extranjero, los involucrados -partidos, autoridad electoral y gobierno federal- han priorizado las objeciones que tienen a la iniciativa aprobada por la Cámara de Diputados y no se han centrado en lo esencial: cómo hacer cumplir ese derecho.
Así lo consideró el ex consejero electoral y doctor en derecho Jaime Cárdenas, quien señaló que en el discurso subyace una postura de no asumir responsabilidades plenas respecto a este proceso.
"Si bien es cierto que el Instituto Federal Electoral ha advertido, con responsabilidad, sobre los riesgos que conlleva la iniciativa aprobada por los diputados, también lo es que deberían asumir una postura mucho más propositiva sobre la forma en que sí podría realizarse este voto''.
En entrevista, Cárdenas destacó que la minuta aprobada cuenta con algunas lagunas que sí implican riesgos, particularmente en el ámbito de la fiscalización, pues el papel de la autoridad electoral es muy limitado. Sin embargo, aun en este renglón tan complicado pero tan importante podrían lograrse acuerdos para que existan sanciones severas, aplicables a los partidos, para quienes violenten disposiciones en cuanto al gasto de campaña, aunque desde luego este proceso no podría ser igual al que se realiza en nuestro país.
Esto mismo operaría para la aplicación de la legislación electoral en otros ámbitos, lo que permitiría que el tema de la extraterritorialidad pudiera ser superado sin que se ponga en riesgo la elección. Los partidos tendrían que asumir su responsabilidad ante posibles actos violatorios que pudieran ocurrir en el extranjero.
El presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, planteó el lunes anterior ante senadores que la organización de elecciones en el exterior implica ''serios desafíos en materia jurídica y organizativa'', y advirtió sobre dificultades técnicas y geográficas, así como sobre escollos para emprender actos jurídicos extraterritoriales.
También apeló a problemas de tiempo para organizar los comicios y definir la lista de electores, estimada en casi 10 millones de votantes, además del costo del ejercicio, calculado en más de 3 mil 500 millones de pesos.
-¿Cuál es su opinión sobre los riesgos que se han advertido con el voto exterior?
-Siempre se corren riesgos cuando se innova institucionalmente, pero creo que en el caso del voto de los mexicanos en el extranjero, siempre que se ha debatido, son recurrentes los argumentos sobre las imposibilidades técnicas, los excesos presupuestales o las premuras de tiempo. Esta discusión es errónea, porque el debate debiera ser al revés y partir de cómo garantizar este derecho.
''Se habla mucho de los gastos que se realizarían en campañas electorales, cuando en realidad otros países -como España, República Dominicana, Colombia o Estados Unidos- han garantizado este derecho a sus ciudadanos que viven en el extranjero, sin necesidad de que se realicen campañas. Esto podría ser una modalidad que hiciera viable este derecho en 2006.''
A su juicio, con voluntad de los involucrados se podría alcanzar la concreción de este derecho.
Primero los derechos, luego las objeciones
Cárdenas recordó que en 1998 el IFE realizó un estudio ambicioso en el que se analizaban las diversas modalidades de voto de mexicanos en el extranjero, concluyéndose que, efectivamente, era viable.
Lo peculiar ahora es que diversos sectores han encendido alertas sobre la problemática que se enfrenta con la modalidad aprobada por los diputados, sin caer en cuenta de que en realidad esa postura se traduce en ''el hecho claro de que se está ninguneando un derecho de conciudadanos y pocos argumentan en favor de hacerlo cumplir.
''Siempre la garantía del cumplimiento de un derecho debe estar por encima de todas las objeciones", asegura el ex consejero, quien actualmente labora en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.