Las reservas con que aprobó convenios impiden castigar a los responsables
El Ejecutivo debe solicitar opinión a la CIDH sobre crímenes de lesa humanidad
Senadores aprobaron exhorto que incluye imprescrpitibilidad de la desaparición forzada
La Cámara de Senadores exhortó al presidente Vicente Fox a que solicite una opinión consultiva a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acerca de las reservas con que se aprobaron las convenciones internacionales relacionadas con la imprescriptibilidad de crímenes de guerra y de lesa humanidad, y el delito de desaparición forzada.
Formularon la propuesta los senadores por el Partido de la Revolución Democrática, Leticia Burgos y Oscar Cruz López, con el propósito de que la CIDH opine sobre las reservas que México impuso a esos convenios internacionales, lo que impide juzgar a las personas que participaron en la matanza del 10 de junio de 1971 y en hechos de la llamada guerra sucia, toda vez que México se comprometió a respetar y aplicar tales instrumentos a partir de que fueron signados.
El punto de acuerdo fue presentado en noviembre de 2004, y el pasado día 17 el pleno de la Cámara de Senadores lo aprobó y giró el exhorto al presidente Fox.
El dictamen, elaborado por la Comisión de Derechos Humanos, señala que el 15 de marzo de 2002 la Cámara de Senadores ratificó la Convención sobre la Imprescriptibilidad de Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad, y el 9 de abril la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas. Sin embargo, en ambos impuso reservas y declaraciones interpretativas.
En el primero, precisó que "considerará imprescriptibles los crímenes que consagra la convención, cometidos con posterioridad a su entrada en vigor para México".
En el caso de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, el gobierno mexicano aclaró que la Constitución reconoce el fuero de guerra de los militares -es decir, no se les podrá responsabilizar de acciones cometidas en servicio- y señaló que acatará lo dispuesto en ese instrumento internacional a partir de hechos ordenados, cometidos o ejecutados con posterioridad a la ratificación del mismo.
Por lo anterior, en el dictamen se precisa que es necesario que los crímenes de guerra y de lesa humanidad sean imprescriptibles, ya que la sociedad exige que se sancione a los responsables de la guerra sucia de los años 70, entre éstos a los autores intelectuales y materiales de la matanza estudiantil de 1971.
"Por ello, se pide al Ejecutivo federal que solicite la opinión consultiva de la CIDH con la finalidad de tener un elemento más para decidir si es jurídicamente viable retirar las respectivas declaraciones interpretativas y reservas" de los dos convenios internacionales.
En concreto, el Senado pide a Fox consultar a la CIDH sobre "el impedimento de los gobernados para acceder a un efectivo sistema interamericano de protección de los derechos humanos, en particular de los derechos tutelados y protegidos por la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad", así como acerca de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
Los senadores perredistas consideraron un logro la aprobación del punto de acuerdo, porque es fundamental que se consulte a la CIDH sobre las reservas impuestas a los dos convenios, ya que no se aplica la imprescriptibilidad de crímenes que fueron sistemáticos en décadas pasadas.
Sin esas reservas, recalcaron, México estaría obligado a juzgar a quienes participaron en la matanza del Jueves de Corpus, entre ellos el ex presidente Luis Echeverría, que ha logrado evadir la justicia con el argumento de que ya prescribieron los delitos que se le imputan.