La recomendación legislativa desata fuerte polémica
GB: sugieren que se permita elegir el sexo de niños in vitro
Es un proyecto que quiere jugar al Frankenstein, evalúan parlamentarios
Alarma en las iglesias anglicana y católica
Londres, 24 de marzo. El Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes recomendó que los padres que deban someterse a técnicas de fecundación in vitro puedan elegir el sexo de sus hijos. La resolución desencadenó airadas críticas de parlamentarios y representantes de las iglesias anglicana y católica.
En un polémico informe publicado este jueves en Gran Bretaña, la comisión parlamentaria dijo que no hay argumentos concluyentes para prohibir a las parejas que se someten a tratamiento de fecundación in vitro elegir tener niño o niña si creen que es necesario "para que haya equilibrio" en la familia.
La resolución provocó tal controversia que cinco de los 10 miembros que integran el comité rehusaron firmar el documento.
El diputado conservador Bob Spink y los laboristas Paul Farrelly, Kate Hoey, Tony McWalter y Geraldine Smith, miembros de la comisión parlamentaria, afirmaron que el informe ''ignora la dignidad de la vida humana'' y trata de jugar a Frankenstein.
''El documento es desequilibrado, desapegado a la ética y desdeñoso de la opinión pública'', expuso la laborista Geraldine Smith.
Pero el secretario de la comisión, Ian Gibson, indicó que no hay razón para rechazar que los padres puedan elegir el sexo de los bebés, y que no hay argumentos que apunten a que ese proceso tendría una repercusión social en Gran Bretaña similar a la de China.
Esto podría ser un riesgo en países como China, donde el aborto selectivo de embriones femeninos es práctica frecuente, pero en Gran Bretaña no hay indicios de que pudiera producirse una situación semejante, afirmó.
La Iglesia anglicana indicó por su parte: ''la selección del sexo por razones sociales tendría serias consecuencias para la sociedad y para las familias", y adelantó que se opondrá fuertemente a "cualquier propuesta que tienda a considera al niño como artículo de consumo".
La Iglesia católica en tanto se dijo ''seriamente alarmada'' por el informe del comité, y manifestó su apoyo a los miembros de esa comisión que expresaron su rechazo al documento.
El cardenal Cormac Murphy-O'Connor, arzobispo de Westminster, señaló que el informe revela una ''escasa conciencia de que se está tratando con el tema fundamental del respeto a la vida humana", y llamó a un ''debate y reflexión nacional'' sobre la santidad de la vida humana.
El texto -que se inscribe en los planes del gobierno de Tony Blair de reforma de la Ley de Reproducción Asistida, que data de 1990- igualmente sugiere el cierre de la Autoridad de Fertilización y Embriología Humana.
De esta manera se flexibilizarían las disposiciones para los ''bebés de diseño'', esto es, los que se desarrollan a partir de embriones seleccionados con el propósito de que tengan determinada constitución o característica genética, para ser una opción como donante de células madres para un hermano mayor que sufre una enfermedad poco frecuente.
Según la propuesta de la comisión de la cámara baja británica, en esos casos no debería ser la Autoridad de Fertilización Humana y Embriología la que analice y determine si la selección está justificada desde el punto de vista ético, sino los padres junto con su médico, pero con la supervisión de un comité de ética.
Casi 2 por ciento de los bebés nacidos en Gran Bretaña son concebidos con mediante técnicas de reproducción asistida.