A futuro, el petróleo ya no será motivo de guerra, dijo Lula al inaugurar una planta
Desarrolla Brasil el biodiesel, nuevo combustible derivado de oleaginosas
El presidente legalizó una norma sobre cultivos transgénicos y regulación biotecnológica
Ampliar la imagen El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, observa la producci�el biodiesel en la primera f�ica de este combustible en Minas Gerais FOTO AFP
Sao Paulo, 24 de marzo. El presidente Luiz Inacio Lula de Silva inauguró el jueves la primera usina de producción de biodiesel de Brasil, en el estado de Minas Gerais (sudeste), y proclamó que ''en un futuro muy próximo el petróleo no será motivo de una guerra'', gracias a los combustibles renovables.
En otro aspecto, Lula firmó una norma que legaliza los cultivos transgénicos y regula el sector de biotecnología, que incluye la investigación de células madre, temas que han desatado debates acalorados entre agricultores, ambientalistas, científicos y grupos religiosos.
''Estamos demostrando al mundo que es posible crear un combustible de una fuente renovable'', como el girasol y el nabo forrajero, aseguró el presidente durante la ceremonia de apertura de la planta Soyminas, en la ciudad de Cassia, que producirá 12 millones de litros de biodiesel por año.
Además de las ventajas económicas y ambientales que traerá la producción de biodiesel, ''estamos mostrando al mundo que en un futuro muy próximo el petróleo no será motivo para que haya una guerra, o para que un país consumidor invada a un país productor'', dijo Lula.
Según el mandatario, ''el mundo reconocerá que Brasil es, incomparablemente, el único país del mundo que presenta las mejores condiciones'' para producir biodiesel, en un programa que cuenta con el apoyo de la petrolera estatal Petrobras para la distribución del nuevo combustible en todo el país.
El biodiesel, combustible renovable producido a partir de oleaginosas como girasol, soya, mamona y nabo forrajero, fue autorizado para uso comercial en Brasil en diciembre de 2004, inicialmente como un 2 por ciento de aditivo al diesel de petróleo (gas oil).
Esa mezcla permite usar el combustible sin realizar modificaciones en los actuales motores diesel.
Lula destacó el valor económico y de inclusión social del programa de fabricación de biodiesel, que asegura un mercado de consumo para la producción de ''miles de trabajadores'' de cooperativas de huertas familiares.
El programa impulsa la creación de empleos para unas 250 mil familias de agricultores hasta 2006, impulsando el desarrollo en regiones rurales con alto índice de pobreza, especialmente la zona semiárida del nordeste.
Brasil ya cuenta con una infraestructura de producción de etanol, combustible de alcohol a partir de la caña de azúcar, que debe mezclarse obligatoriamente, en una proporción de 22 por ciento, con la gasolina que se distribuye en el país.
Además, desde 2003 se ha extendido el uso de automóviles bicombustibles o ''flex'', que pueden ser movidos tanto a gasolina como a etanol.
El biodiesel fue probado en septiembre con éxito en motores de vehículos de la fábrica francesa PSA Peugeot Citroën. El nuevo combustible ecológico fue desarrollado por investigadores del Laboratorio de Desarrollo de Tecnologías Limpias (Ladetel), de la Universidad de Sao Paulo.