ECONOMIA MORAL
Definiciones de pobreza
Insustituible, el concepto de necesidad para definirla
Tautología vacía de los economistas ortodoxos
La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente
EN LAS DOS entregas previas analicé diversas concepciones de las necesidades humanas. Hoy analizaré lo que constituye un complemento de lo anterior: las concepciones (o definiciones) de pobreza. Mostraré que en ellas, a pesar de elaborados intentos de evitarlo, el concepto de necesidad humana es indispensable. Pobreza es, según la definición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE): "carencia de lo necesario para el sustento de la vida". Debemos problematizar la segunda parte de la frase (en cursivas) de tal manera que una primera tarea para definir adecuadamente el objeto de estudio de la pobreza, sea la de completar la frase "carencia de lo necesario para..."1, dejando abierto el propósito. Una segunda tarea es especificar el contenido de "lo necesario". En el cuadro se presentan las definiciones de Oscar Altimir, Amartya Sen y James Foster, Peter Townsend, Aldi Hagenaars, y la que utilicé como parte del Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP). En la primera columna se presentan las definiciones de pobreza textualmente proporcionadas por los autores; en la segunda se re-expresan como complemento de la frase "carecen de lo necesario para...", y, entre paréntesis, después de 'necesario', se añade el concepto con el cual especifican lo necesario.
AL LEER LA segunda columna destacan las diferencias entre las definiciones con formato homogeneizado. La de Altimir, formulada en términos de satisfacción de necesidades básicas, hace un doble acotamiento: son sólo las necesidades básicas (no todas las necesidades humanas) y no son todas, sino algunas de las básicas. Altimir especifica lo necesario como un monto de ingresos, por lo cual su definición homogeneizada ("carencia de lo necesario (ingresos) para satisfacer algunas necesidades básicas"), es casi igual a la primera de las dos de Sen-Foster, excepto que éstos sustituyen 'básicas' por 'elementales y esenciales'.
LA QUE UTILICE en el MMIP parece muy similar a las de Altimir y primera de Sen-Foster. La frase del DRAE la completo con "satisfacer sus necesidades básicas",2 que sólo parece distinguirse de las anteriores porque no incluye el acotamiento algunas. Pero en la especificación de lo necesario hay otra diferencia: yo incorporo las fuentes de bienestar. El ingreso es sólo una de las seis fuentes de bienestar, las otras son: activos básicos, activos no básicos, acceso a bienes y servicios gratuitos, conocimientos y habilidades, y tiempo disponible. Es decir, la mayor amplitud de mi definición comparada con las anteriores es doble: todas las necesidades básicas contra algunas por el lado del propósito, y todas las fuentes de bienestar contra sólo una de ellas por el lado de los medios. Otras diferencias (véase observaciones en el cuadro), se refieren a la definición de los umbrales.
LA SEGUNDA DEFINICION de Sen-Foster, igual que las de Townsend y Hagenaars, reemplaza necesidades por otros conceptos. Sen-Foster lo hacen por capacidades (capabilities)3 y habilidades, y especifican lo necesario como "oportunidades", de tal manera que su definición de pobreza es carencia de oportunidades para evitar la privación de capacidades económicas mínimas y habilidades sociales elementales. Evitar el hambre y evitar vivir en la calle, sus ejemplos de capacidades económicas mínimas, no son más que un refraseo de las necesidades de alimentación y vivienda. Por tanto, están hablando de carencia de oportunidades para satisfacer necesidades mínimas. En cuanto a las habilidades sociales elementales, dan los ejemplos de "aparecer en público sin sentirse avergonzado" y "participar en la vida de la comunidad". El primero asociado con la necesidad de autoestima de Maslow y la de dignidad de Maccoby, y la segunda a la necesidad de participación de Max Neef y coautores, y a las de pertenencia de Maslow y Fromm. Por tanto, todos los ejemplos de Sen-Foster se mantienen dentro del concepto de necesidades humanas, haciendo del neoconcepto de Sen algo inútil. Sen no logra deshacerse del concepto de necesidad, pero lo oscurece y le quita la fuerza que lo hace insustituible.
PETER TOWNSEND REMPLAZA 'satisfacer necesidades' con 'participar en los patrones ordinarios de vida, costumbres y actividades'. En la definición completa (columna 'definición'), Townsend enumera, como parte de los patrones ordinarios de vida: "tipos de dieta, condiciones de vida e instalaciones" a las que si agregamos costumbres y actividades, completamos el universo de aquello en lo que habría que participar para no ser pobre. ¿Qué tanto se aleja Townsend del concepto de necesidades? De los cinco elementos que constituyen el para qué se carece de lo necesario, cuatro (excepto costumbres), que he marcado con cursivas, son satisfactores de las necesidades. Las costumbres dan lugar a actividades, a dietas, y quizás también a instalaciones, de tal manera que resulta redundante. De esta manera, parecería que podemos re-frasear su definición homologada para que quede: "Carencia de lo necesario (ingresos) para adquirir los satisfactores acostumbrados", con lo cual se pone en evidencia que no ha abandonado el terreno de las necesidades, sino que se ubica en el de los satisfactores de ellas.
HAGENAARS, POR SU parte, remplaza necesidad por un nivel mínimo de bienestar (utilidad) que considera se puede medir directamente a través de encuestas. El resultado, al que la autora llama utilidad, es más bien una opinión del entrevistado sobre su propia situación. En este caso hay, efectivamente, una sustitución de necesidad por algo distinto que, sin embargo, es muy poco defendible: algo que podríamos llamar "cumplimiento de expectativas".
EL CASO MAS general entre los utilitaristas está representado por Martin Ravallion, el líder intelectual sobre pobreza en el Banco Mundial. Interpretado literalmente, este economista postula que la definición de pobreza es "carencia de lo necesario (ingresos corrientes) para alcanzar un nivel referencial de bienestar (utilidad)". Sin embargo, parte del ingreso corriente de los hogares y lo único que hace es ajustarlo según las características del hogar (tamaño, estructura de edades, etc.). Sin embargo, simula que este ajuste lo sitúa en el ámbito o espacio de la utilidad. Por tanto, interpretada críticamente, la definición de Ravallion muestra lo que es, una tautología vacía: "carencia de lo necesario (ingresos) para alcanzar un nivel referencial de ingresos ajustados". El medio y el propósito son lo mismo: ingresos. Por ello, la determinación de las líneas de pobreza es totalmente arbitraria en la práctica del BM y en la de toda esta calaña de economistas.
DE LO ANALIZADO queda claro que los intentos de Sen-Foster y Townsend por abandonar el concepto de necesidad como el elemento constitutivo del propósito en el enunciado del concepto de pobreza, es fallido, al menos parcialmente. Que los 'utilitaristas' resultan no serlo. Puesto que su concepto es imposible de medir, terminan sustituyéndolo o por "satisfacción de expectativas" o por ingresos. Tenemos que concluir que la indispensabilidad del concepto de necesidades se termina imponiendo de una u otra manera.
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1 Es algo similar a lo que ocurre en materia de desigualdad, donde las diferentes teorías igualitaristas se distinguen por la manera en la que completan la frase "a cada quien según...".
2 Esta definición es de 1990. Hoy sustituiría el calificativo básicas, que es limitativo, por humanas.
3 El término capabilities se ha traducido siempre como capacidades, pero dado que Sen se refiere no al sentido cotidiano del término capacidades, sino a lo que se puede hacer con recursos económicos, probablemente su mejor traducción sería capacidades económicas como lo he hecho en el texto siguiente.