Terri tiene casi cero probabilidades de recuperarse, dicen expertos
Revive el debate ético y legal sobre la eutanasia y los daños cerebrales
Ampliar la imagen El debate alrededor del caso Schiavo ha propiciado encendidas discusiones inclusive entre personas que se dan cita a las afueras del hospital Woodside, en Florida. La mujer cumple una semana sin estar conectada a un tubo de alimentaci� hidrataci�OTO AP
El debate sobre el destino de Terri Schiavo presenta aristas tanto éticas como legales. Sobre todo ha puesto énfasis en la falta de conocimientos de los científicos sobre el funcionamiento del cerebro después de una lesión. Los neurólogos sostienen que quienes desean la recuperación de Schiavo ignoran el consenso médico: la extensión de los daños provocados en su cerebro sin oxígeno, así como el periodo en que ha permanecido enferma, llevan las probabilidades de recuperación a casi cero.
Como se recordará, en 1990 Terri Schiavo resultó con severos daños en el cerebro luego de que el corazón momentáneamente dejó de distribuir oxígeno en todos sus órganos. Así, cumplió ya 15 años en estado vegetativo, situación que ha derivado en un conflicto judicial: por un lado, sus padres insisten en mantenerla con vida, mientras que su esposo, Michael Schiavo, se mantiene en favor de dejarla desconectada.
Se trata de un pleito que ha llegado hasta la Casa Blanca. George W. Bush emitió el pasado lunes una ley especial, aprobada de urgencia por el Congreso, en respaldo a los padres de la paciente. E inclusive el Vaticano ya ha tomado parte, aunque la justicia local ha confirmado la autorización para desconectarla de los aparatos, y los médicos esperan que su muerte ocurra en las próximas horas o días.
Pero el debate entre científicos, recogido por la influyente revista científica Nature, apunta a la ignorancia real sobre las reacciones del cerebro. "No hay evidencia de que podamos hacer algo", afirmó el neurólogo Nicholas Schiff, del Weill Medical College de la Universidad de Cornell, en Nueva York. Una persona con daño cerebral puede caer en un coma inicial, un profundo estado de inconsciencia que inclusive la obliga a cerrar los ojos. Aunque algunos pacientes en estas condiciones abren sus ojos en un lapso de entre dos y cuatro semanas luego del incidente. También pueden mover de manera espontánea algunos de sus miembros, e inclusive sonreír, pero son incapaces de responder conscientemente a una orden. Se dice que permanecen en un estado vegetativo persistente o PVS, por sus siglas en inglés. Como en el caso de Schiavo, este tipo de daño severo ocurre casi siempre cuando un ataque al corazón "roba" el oxígeno al cerebro.
A lo largo de los pasados 15 años, sin embargo, los médicos han definido una segunda categoría para este tipo de pacientes, quienes en ocasiones responden a órdenes al mover sus ojos o al estirar la mano en busca de un vaso de agua. Se dice de ellos que están en estado mínimo de conciencia, o MCS, por sus siglas en inglés. En general han sufrido lesiones traumáticas pero que han dejado intactas algunas partes del cerebro, por lo que se piensa que tienen mejores probabilidades de recuperarse.
La idea de que los pacientes con daños cerebrales irreparables pueden presentar una recuperación milagrosa tiene como base la confusión existente entre las dos condiciones. "Lo más frustrante es la combinación de estos dos estados cerebrales", afirmó Joseph Fins, experto en ética médica también de la Universidad de Cornell.
A pesar de que los médicos mantienen criterios formales para el diagnóstico del MCS y del PVS, en realidad saben muy poco sobre la manera en que trabaja el cerebro de estos pacientes. Por ejemplo, los doctores comenzaron a explorar los cerebros de quienes se encuentran en esas condiciones. La revista Neurology publicó este año un estudio en el que se sugiere que algunos circuitos del cerebro de pacientes con MCS procesan la información adecuadamente. Los investigadores utilizaron procesos de resonancia magnética para explorar el cerebro de dos hombres con MCS mientras escuchaban a sus parientes leer relatos personales sobre situaciones por las que habían atravesado, por ejemplo su boda.
Las áreas de procesamiento del lenguaje en el cerebro de esos pacientes se encendieron, de una manera muy similar a la de voluntarios sanos. Pero los estudios sobre pacientes con PVS sugieren que sólo sobreviven fragmentos aislados del cerebro. Y los doctores no tienen ni idea sobre la manera en que la actividad cerebral de los pacientes de MCS se traduce en algún tipo de sentimiento o experiencia. "Podemos observar que este circuito funciona, pero no sabemos lo que significa", sostiene la principal responsable del estudio, Joy Hirsch, de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
El equipo de especialistas bajo sus órdenes actualmente examina a 20 pacientes más para comprobar si las exploraciones cerebrales pueden ser utilizadas para un diagnóstico más preciso. Hirsch sostuvo que en caso de que así fuera, ayudaría a resolver el debate sobre si Schiavo se podría recuperar.