El Vía Crucis retorna a La Habana, 200 años después
AFP
La Habana, 24 de marzo. El Vía Crucis, considerado por los católicos como la principal procesión de la Semana Santa, retornará a las calles de La Habana este viernes después de casi dos siglos de ausencia de esta liturgia.
La procesión, que reproduce las 14 estaciones del camino de Jesús hacia la cruz, fue aprobada por las autoridades de la isla junto con otras ceremonias similares que se realizarán en cinco de las 14 provincias cubanas, mientras aún se desconoce la causa exacta de la suspensión en la primera década del siglo XIX.
Este año nos "han permitido la procesión del Vía Crucis, así que restablecemos una tradición católica con casi 200 años de ausencia", dijo el padre Juan Miguel, párroco de la iglesia del Cristo del Buen Viaje, donde culminará la celebración.
Añadió que "no se trata (la procesión) de un mero recuerdo del pasado. Imagínese lo que significa revivir 2000 años después lo que fue la injusta muerte de Jesús, el atropello a todos los derechos de un hombre, en un mundo que sigue sufriendo injusticias".
Explicó que a diferencia de años anteriores, cuando la petición fue formulada por un solo párroco y negada, "esta vez nos unimos todos los sacerdotes de la comarca (Centro Histórico de La Habana) y nos la permitieron".
Las procesiones católicas, suspendidas en la década de los 60 a partir de las tensiones entre la Iglesia y el nuevo Estado socialista, fueron restablecidas en Cuba a partir de 1997, un año antes de la visita del papa Juan Pablo II a la isla.
Pero las solicitudes de los católicos cubanos para realizar el Vía Crucis fueron negadas hasta la fecha, según fuentes de la Iglesia.
La procesión, también llamada de las Estaciones de la Cruz o Vía Dolorosa, fue introducida en la isla a comienzos del siglo XVII por la congregación de los franciscanos.
El padre Miguel confirmó que "el camino de oración que busca adentrarnos en la meditación de Jesús hasta el Calvario", partirá el viernes desde la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida (inaugurado en La Habana en 2003), pasará por la Plaza de San Francisco de Asís y luego marchará por la calle Amargura hasta llegar a la iglesia del Cristo del Buen Viaje.
La calle Amargura debe su nombre a la vía homónima de Jerusalén donde posiblemente comenzó la costumbre de rezar las estaciones.
La Vía Dolorosa habanera tiene una extensión de unos 800 metros en total y está ubicada en el Centro Histórico de La Habana, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1982.
De las 14 cruces de madera que guiaron antaño a los peregrinos por la calle Amargura se conserva sólo una empotrada en la fachada de una casona colonial, que perteneció a los condes de Lagunillas, también conocida como la Casa Verde, por el color de la cruz.
"Estoy de acuerdo con que se revivan las tradiciones, ellas embellecen la historia y la cultura del país", dijo por su parte una de las madres brígidas, de nacionalidad india, quien declinó dar su nombre.