Rogelio Díaz-Guerrero
De entre los reconocimientos que Rogelio Díaz-Guerrero, fallecido recientemente, recibió a lo largo de su fructífero desempeño profesional y académico se encuentra el doctorado honoris causa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú. Díaz-Guerrero fue profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), investigador emérito de la Facultad de Psicología de esa institución, así como también investigador nacional emérito por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Pionero y entusiasta de la sicología experimental, impartió clases y realizó investigaciones a lo largo de varios años en la UNAM. Maestro de diversas generaciones de ssicólogos, ejerció cargos como director del Centro de Ciencias del Comportamiento, de la misma universidad; presidente del Instituto Nacional de Ciencias del Comportamiento y de la Actitud Pública; presidente de la Sociedad Interamericana de Psicología; miembro honorario de la International Association for Cross Cultural Psychology, y miembro honorario vitalicio del Comité Ejecutivo de la Unión Internacional de Psicología Científica.
La producción científica de Díaz-Guerrero fue extensa. Publicó 475 trabajos de investigación que se encuentran en diferentes revistas especializadas, tanto en México como en América Latina, Norteamérica y Europa. Escribió alrededor de 62 capítulos de libros como invitado y participó en la publicación de 30 textos, como autor o coautor. En la actualidad el Social Science Citation Index hace alusión a 951 citas de Rogelio Díaz-Guerrero.
Su interés fundamental fue, sin lugar a dudas, la investigación transcultural y las constantes semejanzas y diferencias en el comportamiento que según la corriente en la que él militaba, tales circunstancias eran efecto directo de la cultura.
Díaz-Guerrero y sus seguidores dieron gran impulso a la investigación transcultural que consiguió con ello tener en México su centro más activo de trabajo, investigación y difusión.
Con Wayne H. Holtzman dirigió un proyecto de investigación que buscaba determinar la importancia y el peso de los factores culturales, el ambiente escolar y familiar en el desarrollo de las esferas cognoscitivas, perceptuales y de personalidad en escolares normales de diversas culturas, en 1963.
Con base en sus investigaciones elaboró ciertos constructos teóricos, como ''sociocultura'', ''premisas socioculturales'', ''síndrome activo-pasivo'', ''dialéctica cultura-contracultura'', etcétera.
Criticó las teorías de la personalidad llamadas intuitivas. Sin dejar de reconocer lo meritorio y prolífico del trabajo de Rogelio, y respetando la línea de pensamiento por él elegida, pienso que no resulta tan sencillo hacer a un lado teorías cuya vigencia no está dada por la fecha de datación de su publicación, sino por los contenidos ''abiertos'' a múltiples sentidos, y que resultan una veta riquísima para un buen trabajo exegético y el mejor ejemplo de ello es la obra de Freud, que en la actualidad, en Europa, Estados Unidos y algunos escasos grupos de estudio en México, es una obra que sigue siendo revisada por autores de los campos sicoanálitico, filosófico, literario y artístico.
Para Díaz-Guerrero, tras varias décadas de estudio, en su inquietud y preocupación como investigador prevaleció su interés por seguir de cerca los cambios o bien la permanencia que al paso del tiempo podían sufrir las premisas que para él eran fundamentales en la sociedad mexicana: el machismo, la obediencia afiliativa, la virginidad y la abnegación, el respeto y el temor enfrentados al amor filial, etcétera.
Creo que para quienes se interesan por el enfoque elegido y trabajado por Rogelio Díaz-Guerrero, su prolífica obra será una base importante para continuar por esa línea de investigación que a él tanto le entusiasmó.