Usted está aquí: viernes 25 de marzo de 2005 Espectáculos Los días santos trajeron la solemnidad al festival zacatecano

En la Catedral se presentó la Misa de réquiem, de Giuseppe Verdi, encabezada por Olivia Gorra

Los días santos trajeron la solemnidad al festival zacatecano

Tras el concierto ''me voy en paz a seguir mi carrera'', aseguró la soprano a La Jornada

Esta noche se realizará la tradicional Procesión del Silencio y mañana la quema de Judas

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

Zacatecas, Zac., 24 de marzo. En Zacatecas se acerca el silencio, el luto, el duelo, la oscuridad. Este viernes, como cada año, morirá Jesús de Nazareth y dentro de la edición 19 del Festival Cultural Zacatecas 2005 se ha realizado una serie de actividades alusivas a la Semana Santa, donde destaca el concierto Misa de réquiem, de Giuseppe Verdi, que interpretó la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, bajo la batuta de Marco Balderi, con los coros de la Opera de Aguascalientes y del Ayuntamiento de Guadalajara, en el marco más propicio: la Catedral de esta ciudad.

Al frente, llevando la responsabilidad vocal, Olivia Gorra, soprano mexicana que al finalizar el magno concierto dijo a La Jornada: "Me voy en paz a seguir mi carrera. Siempre es importante actuar, cantar, en este tipo de eventos tan religiosos, tan profundos, como ser humano y artista.

"Quedo extasiada, siempre esperando otra entrada a la iglesia o con Dios", contestó mientras salían del sitio cientos de personas que llenaron la Catedral, tanto que tuvieron que cerrarse las puertas. Para Gorra, "esta misa es... ya saben, Verdi es un poco más...no es siempre bel canto, pero demanda mucho que las voces sean exentas, con un timbre especial".

Messa de Requiem

Para esta misa, Verdi se basó en el texto de la Misa de difuntos católica (Missa pro defunctis), erigido por decreto papal de Pío V en 1570; Verdi la compuso en 1874 y es la única obra escrita por el célebre autor entre Aída y Otello (1871-1887). La obra proyecta su esencia, evidencia la nobleza del compositor y su capacidad de venerar.

La Messa de réquiem se estrenó el 22 de mayo de 1874 en la iglesia de San Marco, dirigida por él mismo. En esta obra, Verdi manifiesta la angustia dramática del hombre ante la imposibilidad de comprender la muerte.

Comienza con un coro suave, al que siguen momentos de gran estruendo orquestal y coral, que hizo a varios cimbrarse de emoción. Entre el público, niños se sobrecogían y otros, mayores, cerraban los ojos ante ese sonido potente y por momentos celestial. Alrededor, como en miles de iglesias, las estatuas y las imágenes de los santos lucían cubiertas, pues toda la atención se centra en la rememoración de la muerte de Jesús, lapso de aquí al domingo, en que, según la fe, resucitará.

Olivia Gorra, quien dijo que tiene contrato con el Metropolitan Opera House de Nueva York, alcanza niveles que hacen preguntar ¿de dónde sale esa voz? Anunció que hará en julio la ópera Turandof.

"Esta misa de Verdi se estrenó originalmente en una iglesia. Aquí, en la Catedral, tienes a la gente enfrente, lo cual es muy peligroso, tanto para mí como para el público, porque las voces operísticas no se escuchan igual muy cerca. Requieren una distancia, pues la cercanía quita resonancia y ésta es necesaria para nosotros.

"Con esta misa estamos celebrando algo importante y maneja mensajes subliminales, aunque la gente se encuentre meditando o casi dormida, o parada o sentada. Tal es el mensaje de Dios. Con esta obra le estamos hablando a la Virgen, pero con amor, y así se debe cantar. Otras son fuertes, dramáticas, que es donde todos nos estamos culpando, con ira, por tantos pecados. Eso es un contraste muy enorme de Verdi. Con él transmites algo espiritual y se necesita mucho amor para hacerlo. Para poner esta misa tuve que trabajar toda mi vida, técnica, ir a la iglesia. Es un balance divino".

Procesión del silencio

Este viernes se efectuará la Procesión del Silencio, manifestación humana, libre, fervorosa, doliente; es una expresión popular de la fe cristiana donde se muestra la tristeza que tiene la Iglesia por ver al Cristo yaciente. Para explicar lo que se verá al caer la tarde, el cronista de Zacatecas, Manuel González, expuso: "Cada noche de Viernes Santo, cientos de fieles católicos de distintas parroquias salen a recorrer las principales calles del Centro Histórico en solemne procesión. Mujeres enlutadas caminan silentes, al igual que nazarenos, vestidos con túnica y capirote. Los costaleros llevan sobre sus hombros las pesadas andas de madera, donde portan históricas y muy veneradas imágenes que, a su paso, van ilustrando a los espectadores sobre la Pasión y muerte de Cristo. Al final, cierra la procesión la conmovedora imagen de la Virgen de la Soledad.

"Los fieles participan con el objeto esencial de acompañar a la Virgen María en su dolor, en su soledad y en su silencio que experimentó el Viernes Santo, cuando su hijo le fue arrebatado violentamente".

Hoy no habrá concierto en la Plaza de Armas, por respeto a esta tradición de luto de la fe católica. Para el sábado se programó la tradicional quema de Judas, que en esta ocasión serán transmutados en Vicente Fox, Andrés Manuel López Obrador y dos personajes de la política zacatecana.

 
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