Comenzó en Iztapalapa la tradicional representación de la muerte de Cristo

Judas me permite utilizar su fama para hacer crítica social: Domínguez

La Pasión debe obligarnos a reflexionar sobre las injusticias en nuestro país: Jesús

CAROLINA GOMEZ MENA

Dio comienzo la 162 representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa. En ella participan poco más de 150 actores, los que hoy protagonizarán la recreación del hecho que hace más de dos milenios dio origen al cristianismo.

Para ser testigos de esta escenificación, que culminará hoy alrededor de las 15 horas con la ''crucifixión de Jesús'' y ''el ahorcamiento de Judas'', se estima que acudan a los ocho barrios de Iztapalapa poco más de 2 millones de personas, la mayor parte de los asistentes se espera hoy, Viernes Santo, pero de hecho esta multitud participó también en las celebraciones del Domingo de Ramos y el Jueves Santo.

De acuerdo a datos proporcionados por la delegación Iztapalapa, esta representación es una de las "más importantes en México y en el mundo", debido a la cantidad de actores y visitantes, así como por el despliegue escenográfico y de vestuario. Esta tradición comenzó en 1843, luego de que, 10 años atrás, una epidemia de cólera morbus diezmara a los habitantes de esa zona. Aunque no hay un registro de cuántas personas fallecieron, se tiene la certeza de que la epidemia fue de grandes proporciones, según consta en el Libro de Entierros de la Parroquia de San Lucas, de esa demarcación.

"Se dice que en septiembre (de 1833) una procesión de niños y jóvenes acudió al santuario a pedir al Señor del Santo Sepulcro que los ayudara; alrededor de un mes después ocurrió la última muerte por cólera, y en agradecimiento los habitantes de Iztapalapa prometieron celebrar cada año una misa para recordar el favor recibido. Una década después se instituyó la representación de la Semana Santa."

Por más que amor a Dios

De acuerdo a Osvaldo Gordon Domínguez, quien este año personifica a Jesús, además del "amor a Dios" lo que lo alienta a hacer lo mejor posible su papel de protagonista de esta escenificación es el interés porque en el país se "reflexione" sobre todas las situaciones adversas que se experimentan en los diversos ámbitos del país, y confía en que finalmente se pueda "salir adelante".

Con 19 años y la expectativa de estudiar comunicación o derecho, aseguró en entrevista que se preparó para lograr "meterse de lleno en el papel, sentirlo y amarlo", para así poder transmitir el mensaje de Jesús, el cual, estimó, sigue tan vigente como antaño, pues las injusticias se siguen dando y aceptando por muchos.

"Judas dice no al desafuero"

Para Tito Domínguez Cerón, quien por doceava ocasión interpreta al personaje que es identificado como el mayor traidor de la historia, Judas Iscariote, "México está como en la época de los fariseos, cuando la justicia se utilizaba como arma política", y aunque él representa al antagonista, asegura que "el papel de Judas permite utilizar tus cinco minutos de fama para hacer una crítica social".

En entrevista, Domínguez Cerón, lejos de sentirse el malo de la historia, afirma que la experiencia obtenida en más de una década le da la oportunidad de interpretar a su personaje "con una perspectiva más crítica", y espera que la gente vea en él el instrumento para hacer realidad la profecía, y se dé cuenta de lo que puede ocurrir cuando la impartición de justicia se utiliza con "deshonestidad, cuando se inventan cargos, como le ocurrió a Jesús; cuando se crucifica con base en una procuración de justicia cargada hacia un solo lado", lo cual, dijo, es muy vigente en el México actual, y por eso asegura que el Judas, con 12 años de experiencia a cuestas, también dice ''no al desafuero".

Domínguez Cerón expresa que los mexicanos saben bien lo que es eso, pues los "políticos entreguistas" se lo han hecho sentir. "A diferencia de los de antaño, que pretendían vender el país en abonos, y los de ahora lo quieren vender al contado, empezando por el petróleo y la electricidad".

Por los ocho barrios

Pocos minutos después de las 15 horas de ayer dio comienzo la representación encabezada por Jesús, María, los apóstoles, los romanos y los nazarenos, entre otros, en la cual se realizó la visita a las Siete Casas, representada por la peregrinación por los ocho barrios de la delegación: San Lucas, San Ignacio, Santa Bárbara, San José, San Pedro, San Pablo, La Asunción y San Miguel. Comenzó en la primera privada de Aztecas y continuó por 5 de Mayo hasta llegar al Santuario de la Cuevita, en donde se celebró una misa.

Tras esta eucaristía, la procesión avanzó hacia la explanada del Jardín Cuitláhuac, en donde al filo de las 20 horas se escenificó la Ultima Cena y el Lavatorio de Pies.

Una hora y media después la procesión se dirigió al cerro de la Estrella para representar la Oración del Huerto de los Olivos, momento en el que Jesús le pide a su Padre que le evite el sacrificio, al mismo tiempo que Judas vende a Cristo, el cual es posteriormente aprehendido.