Luego de ocho meses detenido en Japón viajó a Islandia para obtener la libertad
El genio del ajedrez Bobby Fischer le ganó la partida a la extradición
Esto no fue un arresto, sino un secuestro; Bush y Koizumi son criminales de guerra, ambos deberían ser colgados, dijo el ex campeón mundial en el aeropuerto
EU se inconforma
Ampliar la imagen Bobby Fischer, en el aeropuerto de Tokio, antes de partir al pa�n�co FOTO Reuters
Tokio, 24 de marzo. El genio del ajedrez Bobby Fischer ganó la partida definitiva y evitará su extradición a Estados Unidos. Tras ocho meses apresado en Japón, el ex campeón mundial de la disciplina, de 62 años, viajó a Islandia para obtener la libertad.
El país nórdico no atendió a la petición estadunidense y concedió a Fischer al inicio de esta semana la nacionalidad islandesa y lo invitó a desplazarse a Reykjavik.
En Estados Unidos existe una orden de arresto contra el ajedrecista, después de que viajó en 1992 a la ex Yugoslavia, a pesar del embargo que pesaba sobre el país contra el gobierno de Slobodan Milosevic.
El país norteamericano había vuelto a pedir ayer a Japón la extradición del ex campeón mundial y de haberla conseguido Fischer habría enfrentado 10 años de prisión y una multa de 250 mil dólares.
A mitad de julio del año pasado el ajedrecista fue apresado en el aeropuerto de Tokio, acusado de querer viajar con un pasaporte estadunidense no válido.
Bobby, su abogada y sus fans protestaron durante estos meses contra la extradición que reclamaba Estados Unidos. Solicitó asilo político, denunció a las autoridades de migración y renunció a la ciudadanía estadunidense.
Antes de su cumpleaños 62 recibió como regalo de Islandia un visado y un pasaporte, pero no fue suficiente para que las autoridades japonesas le permitieran salir del país. Por ello el parlamento de la nación nórdica decidió concederle la ciudadanía islandesa.
La determinación, considerada "humanitaria", ha creado problemas diplomáticos en las relaciones entre Estados Unidos e Islandia.
"Hay denuncias contra Fischer por las que debería ser conducido a EU", dijo un portavoz estadunidense.
Hoy, con barba gris larga, gorra de beisbol y un jersey, Fischer, acompañado de su prometida japonesa, Miyoko Watai, y diplomáticos islandeses, fue trasladado del Centro de Internamiento de Ushiko al aeropuerto de Tokio, en un coche de la embajada islandesa.
"Esto no fue un arresto, fue un secuestro. Todo fue cocinado por (el presidente estadunidense George W.) Bush y (el primer ministro japonés) Koizumi. Son criminales de guerra. Ambos deberían ser colgados", dijo Fischer a la prensa en el aeropuerto.
El abogado del ex campeón de ajedrez dijo que él y sus seguidores habían brindado por su liberación con cerveza mientras esperaban abordar el avión.
Fischer, un hombre acostumbrado a generar polémica, elogió los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y aunque su madre es de origen judío provocó controversias con sus declaraciones antisemitas.
En 1972, precisamente en Reykjavik, Islandia, el genio del ajedrez echó por tierra 24 años de hegemonía soviética al imponerse en una legendaria batalla a Boris Spassky, hasta entonces el mejor representante de la escuela rusa.
Entonces Fischer fue recibido como un héroe en Estados Unidos, país todavía envuelto en la guerra fría. Tres años más tarde entregó el título sin competir a Anatoli Karpov, en protesta contra las reglas de la Federación Internacional de Ajedrez.
En 1992, en Belgrado, en plena guerra de los Balcanes y pese a la prohibición de su país, se enfrentó de nuevo a Spasski y se embolsó 3 millones 350 mil dólares. Fischer volvió a ganar, por 10 victorias, cinco derrotas y 15 tablas.
Estados Unidos consideró que el jugador había violado el embargo impuesto al régimen de Belgrado, lo que le valió la persecución por la justicia de su nación.
Desde entonces eludió la detención y viajó de país en país. Se refugió en la semiclandestinidad y viajó regularmente entre Europa y Asia, especialmente a Filipinas y Japón. En este último fue detenido en julio de 2004 cuando intentaba abandonar el país con un pasaporte estadunidense inválido.
El departamento de Estado norteamericano se declaró "decepcionado" por la decisión de Islandia y al parecer los problemas de Fischer no han terminado, ya que la justicia estadunidense prepara un nuevo expediente acusándolo de evasión fiscal, lo que podría desembocar en una demanda oficial de extradición, ya que entre Reykjavik y Washington sí existe un tratado al respecto.