El balance de duelos contra EU favorece a México, pero en los cuatro recientes no ha ganado
El Azteca da ventaja al Tri, como La Paz a Bolivia: Bruce Arena
Trepará a la cima del hexagonal el vencedor de este mediodía en el Coloso de Santa Ursula
Mi mayor preocupación es que los 11 estén en óptimas condiciones, señala el técnico estadunidense
Ampliar la imagen El t�ico de la selecci�stadunidense ultima detalles, previo al partido ante M�co FOTO AP
Miami, 26 de marzo. Estados Unidos afronta con poca fe y enormes temores el choque ante México, en el marco de las eliminatorias mundialistas rumbo a Alemania 2006, en el que su estrategia es "limitar los daños".
Ambos ganaron su primer partido en el hexagonal y acumulan tres puntos, por lo que una victoria de cualquier lado les permitirá reafirmarse en la cúspide del torneo que completan Guatemala, Panamá, Costa Rica y Trinidad y Tobago. Los tres primeros ganarán su boleto directo, mientras que un cuarto equipo irá a la repesca ante un rival de Oceanía.
México y Estados Unidos tienen un historial de 48 juegos disputados, con 28 victorias para los mexicanos por 10 derrotas y 10 empates. Pero en los recientes cuatro duelos, incluyendo el del Mundial 2002, el Tricolor lleva tres derrotas y un empate.
Sin embargo, la prensa de EU reseñó hoy las pésimas experiencias del equipo estadunidense en sus visitas al estadio Azteca, no sólo por el claro balance de 21 victorias para los locales, un empate y ningún triunfo para el combinado de las barras y las estrellas, sino por lo mal que la pasaron.
Eric Wynalda narró cómo Cobi Jones no paró de toser en la derrota 4-0 en la final de la Copa de Oro 1993, y cómo él mismo no sabía dónde estaba cuando fue relevado cuatro años más tarde.
El pánico que tienen a la altitud de la ciudad de México es tal que ni se molestan en hablar del rival ni de la estrategia. "El Azteca es una gran ventaja para el local, uno de los más favorables del mundo. Se puede comparar a La Paz, para Bolivia", aseguró Bruce Arena.
El técnico escogió hace tres años al francés Pierre Barrieu como preparador físico de su equipo, pensando básicamente en el partido contra México, después de que en la eliminatoria pasada decidió volar el mismo día del partido para minimizar los efectos ambientales. Un tempranero gol de los mexicanos finiquitó el juego.
Esta vez, Arena tomó una opción diferente. Los jugadores que militan en la MLS estuvieron 18 días trabajando con Barrieu en la altitud de las Montañas Rocosas; se sometieron a análisis constantes de sangre, pastillas de hierro, litros y litros de agua e incontables carbohidratos.
En los entrenamientos cada jugador llevaba un sensor que controlaba las pulsaciones de su corazón, y Barrieu estuvo apoyado por Randy Wilber, experto del comité olímpico en entrenamiento de altura. En resumen, se utilizó toda la tecnología y conocimiento científico: una inversión enorme para un solo partido. Pero uno muy especial ante un rival cuya hegemonía atemoriza a su vecino del norte.
No todo salió como se esperaba, pues de los 20 concentrados en Colorado Springs, sólo 15 viajaron a México, a ellos se sumaron de última hora los veteranos que juegan en Europa. El dilema para Arena reside en que los más aclimatados son los de menor experiencia: "Mi mayor preocupación es estar convencido de que los 11 que salgan estén en condiciones para rendir al máximo", dijo el técnico.