Su defensa pide tiempo para presentar pruebas de descargo
Guanajuato: rechaza declarar cura detenido por pederastia
De María y Campos podría ser condenado a 15 años de cárcel
Ampliar la imagen El sacerdote Jos�uis de Mar�y Campos, durante su presentaci�n la rejilla de pr�icas del juzgado s�imo de lo penal con sede en la ciudad de Le�OTO Mart�Diego L�
Leon, Gto., 27 de marzo. El sacerdote José Luis de María y Campos López, detenido el sábado pasado por corrupción de tres menores que fungieron como acólitos en la Parroquia de Santa María Auxiliadora, ubicada en esta ciudad, se reservó hoy su derecho a declarar sobre los delitos que se le imputan.
La defensa del religioso solicitó la ampliación del plazo constitucional para presentar testigos y pruebas de descargoque prueben la inocencia de su cliente. Por ese motivo, será el próximo viernes por la noche cuando se le dicte sentencia y de ser encontrado culpable, podrá recibir hasta 15 años de prisión sin derecho a fianza, según declaró Oscar Ramírez, secretario de Acuerdos del juzgado.
La tarde del pasado sábado, en un operativo de las policías ministeriales de Guanajuato y Jalisco, el párroco fue detenido en el domicilio de una de sus hermanas, ubicado en la unidad habitacional Díaz Ordaz del municipio de Zapopan. Aproximadamente a las 20:30 fue ingresado al Centro de Readaptación Social de León, donde fue recluido en una celda aislada, con el propósito de "salvaguardar su integridad física por lo delicado del caso y la difusión que se le ha dado", revelaron fuentes del citado penal.
Este domingo, el inculpado fue requerido en la rejilla de prácticas del juzgado séptimo de lo penal, con sede en esta ciudad, para rendir su declaración preparatoria sobre el proceso penal 91/2005 que se le sigue por la acusación de corromper a los menores Edgar Josué Solís Jiménez, Oscar Alfredo Flores Granados y Luis Gerardo Hernández Quintana de 14, 13 y 11 años de edad, respectivamente, quienes fueron sus acólitos de la parroquia a su cargo, ubicada en la colonia de Santa María de Cementos.
Tras la lectura del expediente de las acusaciones, De María y Campos López, a quien también se le sigue un proceso ante el Tribunal Eclesiástico para retirarlo del sacerdocio, se negó a declarar ante la juez Margarita Olvera.
En las instalaciones del juzgado prevaleció el hermetismo; inclusive, fueron colocados colchones en la puerta de la sala contigua adonde se encontraba el párroco, para evitar que fueran tomadas fotografías y que fueran escuchadas las reacciones del acusado.
De hecho, el abogado defensor Adolfo Arcacio pidió que se cerraran las puertas y apeló al "secreto profesional" para no declarar nada respecto del proceso que se sigue a su defendido.
Como se recordará, el pasado 6 de marzo la Procuraduría General de Justicia de Guanajuato dio entrada a la denuncia penal 22/2005 interpuesta en el juzgado 15 especializado en delitos sexuales por tres madres que acusaron a De María y Campos López de violar a sus hijos cuando éstos servían de acólitos en la parroquia citada.
Marta Jiménez, madre de Edgar Josué Solís Jiménez, uno de los menores afectados, declaró que antes de acudir a las instancias judiciales, acusó al religioso ante el obispo de la ciudad de León y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, José Guadalupe Martín Rábago, pero como éste no hizo nada al respecto, decidió acudir ante las autoridades. La mujer pidió que el caso no se "pervierta" y se aplique todo el peso de la ley a quien "fastidió la vida de mi hijo".
Interrogado sobre la detención del miembro de la Iglesia católica, Martín Rábago se negó a declarar: "yo ya dije todo lo que tenía que decir, no tengo ganas de declarar nada más. Cristo resucitó, ¡aleluya, aleluya!, es el tema de ahora, de algo más no quiero platicar".
(con información de Erika Arriaga).