Las autoridades culturales deben denunciar a la juez, pide Pérez Escamilla
Tibol: el caso Varo es tan turbio como el del desafuero de AMLO
No puede ser que se dicte sentencia sin valorar las pruebas, deplora la crítica de arte
Indignación en círculos intelectuales por las resoluciones contra el INBA y los Gruen
Ampliar la imagen Presencia inquietante, 1959, � sobre tela de Remedios Varo FOTO Tomada de Remedios Varo. catalogo razonado
Indignación en los círculos intelectuales y su entorno ha suscitado el menosprecio de las pruebas presentadas por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por un lado, y Walter Gruen y su esposa, Alexandra Varsoviano, por el otro, en el caso Remedios Varo Uranga para determinar el justo título de las 39 obras de la pintora surrealista donadas por los señores Gruen al pueblo de México, despositadas en el Museo de Arte Moderno (MAM) y declaradas monumento artístico el 26 de diciembre de 2001.
El INBA apeló ayer de la sentencia dictada por la juez María Margarita Gallegos López, titular del juzgado decimotercero de lo familiar del Distrito Federal, que condena a la institución a entregar a Beatriz Varo Jiménez, sobrina de la artista, dichas pinturas y dibujos. Hoy apelarán los señores Gruen.
En la sentencia dictada por la juez Gallegos, en el punto resolutivo decimoprimero se determina que ''Walter Gruen Berger y Anna Alexandra Varsoviano Neumann de Gruen, no acreditaron con las pruebas ofrecidas haber tenido el justo título de las obras intituladas (...), ya que el término de justo título de acuerdo con el Diccionario Jurídico Mexicano, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México 2000, lo define de la siguiente forma: 'I.- (Del latín titulus) en terminos generales se refiere a la causa, razón o motivo que da derecho a algo y también al documento en el que consta un derecho'".
Corruptible, el aparato judicial
Para la crítica de arte Raquel Tibol, ''una vez más se demuestra que el aparato judicial en México es corruptible. No puede ser que una juez haga un dictámen sin revisar la documentación legal que se le entrega. Eso sólo lo hace un juez corrupto.
''Por otro lado, si hay un decreto de patrimonio nacional no pueden pasar unos abogados por encima de decretos oficiales. Todo esto está tan turbio, tan feo, casi se parece al desafuero de (Andrés Manuel López Obrador (AMLO), salvadas las distancias."
-¿Las autoridades culturales deberían asumir un papel más enérgico?
-Absolutamente. El INBA, que le corresponde vigilar por los bienes culturales de los siglos XIX, XX y XXI, en muchos aspectos, en las falsificaciones, en este caso particular de las obras de Remedios Varo, está demostrando una debilidad peligrosísima.
Para el investigador Ricardo Pérez Escamilla ''si la juez no actuó en la debida forma el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) y el INBA tienen la obligación de presentar una denuncia y de procesarla, porque está cayendo en una conducta delictiva.
''Es muy fácil atribuir a las personas las responsabilidades que nos corresponden. Como terceros perjudicados, el CNCA y el INBA podían haber intervenido en el caso."
A mediados de 2004, Pérez Escamilla anunció el retiro de sus acervos donados al Museo Nacional de Arte ante la falta de garantías del Estado para los benefactores y de información sobre la situación de las obras de Remedios Varo. La respuesta de las autoridades culturales fue ''emprender una campaña de desprestigio contra mí".
El asunto sigue
Ante la falta de información y los rumores que han sido una constante en este proceso legal, el INBA envió un comunicado para precisar que ''por considerar que las pruebas presentadas y las argumentaciones hechas en su rendición de cuentas no se valoraron en su verdadera dimensión y alcance jurídico, el INBA apeló ayer lunes, en tiempo y forma, los resolutivos de la sentencia interlocutoria del incidente de rendición de cuentas del juicio secesorio de Remedios Varo".
Se señala que para presentar el recurso de apelación el INBA ''no requirió el otorgar fianza alguna, ya que por ley, las dependencias del gobierno federal no están obligadas a ello". Además, ''en ningún momento del juicio sucesorio ha existido resolución judicial que invalide, dentro del marco de la ley, el contrato de donación celebrado por el INBA y los señores Walter Gruen y Anna Alexandra Varsoviano".
El instituto también rechaza en forma categórica ''los adjetivos que pretenden descalificar la validez de los documentos oficiales y la seriedad de los testimonios de aquellas personas que, en su momento, fueron propietarios".
Con la apelación, prosigue el comunicado, ''el INBA refrenda su defensa de este patrimonio artístico de todos los mexicanos y el compromiso con su conservación y difusión, ya que en ningún momento ha sido utilizado con fines de lucro".
Reitera que la sentencia no es definitiva y que el asunto sigue, lo que permite continuar con la tramitación de los recursos jurídicos procedentes que el caso requiere.
Varias personas que aportaron documentación y testimonios en el caso, hablaron ayer al Museo de Arte Moderno para manifestar su inconformidad con la decisión de la juez Gallegos.
Es el caso de Rosa María Alcaide Pascual, hija de Rosa Pascual viuda de Alcaide, dueña de la tienda de decoración Ascot, en Paseo de la Reforma, cuyo socio era hermano del dueño de la galería Diana, quien vendió el cuadro El alquimista, de Varo, a su hermana Catalina Alcaide que lo compró para su mamá. En 1967, Rosa Pascual vendió esa obra a Walter Gruen.