El padre del menor afectado pide apoyo a diputados para que el delito no quede impune

Habitantes de Puebla defienden a cura acusado de violar a un niño en Tlaxcala

En Calpan no tienen idea de la clase de persona que es Roberto Durán Carmiña, dice

LA JORNADA DE ORIENTE

Tlaxcala, Tlax., 29 de marzo. Unas 100 personas de la comunidad de San Andrés Calpan, Puebla, se manifestaron frente al palacio de gobierno para exigir la liberación del sacerdote franciscano Roberto Durán Carmiña, preso desde la semana pasada en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Apizaco por la presunta violación de un acólito del templo de San Antonio de Padua, ya que consideran que las acusaciones son falsas.

Mientras se realizaba la protesta, José Francisco García, padre del menor afectado, acudió al Congreso de Tlaxcala a solicitar el apoyo de los diputados para que no quede impune el delito, y señaló que "la gente de Calpan no tiene idea de la clase de persona que es Durán Carmiña".

Los vecinos inconformes aseguraron que la acusación contra el religioso "es una mentira y un complot", ya que durante su estancia en la iglesia de San Antonio Padua, en el municipio de Calpulalpan, "siempre fue respetuoso de las personas". Además, destacaron, nunca abusó de infantes en los casi 30 años que prestó servicios eucarísticos en el templo de San Andrés Calpan (Puebla), "a pesar de que en ese entonces (entre 1970 y 2000) era más joven; por el contrario, siempre trató de ayudar a los pobladores".

"No es posible que ahora, con 80 y tantos años, y enfermo, haya violado a
un niño. La persona que lo acusó le tiene envidia, por lo que exigimos que se castigue al verdadero culpable, no a este padre que siempre ha ayudado a las personas", se quejó Narciso Espinosa de Castilla, uno de los manifestantes. Otro de los asistentes a la protesta, realizada en la Plaza de la Constitución de esta capital, comentó que uno de sus hijos convivió mucho tiempo con el sacerdote Roberto Durán, "y nunca pasó nada".

Asimismo aseguraron desconocer otras acusaciones contra el párroco por corrupción de menores, las cuales presuntamente fueron la causa de que las autoridades católicas lo hayan mandado a otra iglesia. "Siempre los cambian de una población a otra, pero no porque hayan cometido un delito; queremos que se haga justicia y que lo liberen cuanto antes", exigieron.

Una comisión de pobladores de San Andrés Calpan fue recibida en el palacio de gobierno de Tlaxcala por el responsable de la política interior del estado, a quien le pidieron estar pendiente de la salud del inculpado. Minutos después el funcionario ofreció una conferencia en la que sostuvo que en el caso de la aprehensión del prelado franciscano se debe seguir el camino de la legalidad, por lo que la Secretaría de Gobierno revisará el expediente del caso y estará alerta de que la estancia del inculpado en el Cereso de Apizaco se dé en condiciones de seguridad.