Se busca capacitar a 83 mil efectivos en el DF
Sensibiliza a policías curso sobre la importancia de los derechos humanos
La diferencia entre ser un policía de la calle sólo con buenas intenciones y tener conocimiento sobre el respeto a los derechos humanos radica en no romper las reglas y tener mayor sensibilización hacia todos los grupos de la población, asegura Gabriel Leyva Chico, uno de los 35 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) que han sido avalados por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para impartir cursos en el rubro para las fuerzas policiacas y de seguridad a escala internacional.
Los instructores impartirán talleres en los sectores, unidades y agrupamientos de la policía preventiva con el propósito de capacitar a los 83 mil elementos policiacos, informó María Elena Alegría Escamilla, directora ejecutiva de Derechos Humanos de la SSPDF.
Leyva, quien lleva nueve años en la corporación, reconoce que la percepción pública hacia la policía tendrá que cambiar poco a poco, ya que aún los insultan y agreden cuando realizan detenciones, "porque la gente aún cree que lo hacemos para pedir dinero".
Relata que una de sus peores experiencias fue al tratar de detener una camioneta con reporte de secuestro en la zona. Al revisar los vehículos con las características reportadas, muchos de los involucrados los agredían por sentirse molestados. Sin embargo, añade, pudieron detener a la indicada y rescatar a una señora y su pequeña hija. Por ello, insistió, la ciudadanía también requiere más información y creer más en el trabajo de los policías.
Narra que tomó el curso durante dos semanas, pero que el ingreso no fue del todo fácil por los exámenes de selección al que acudieron alrededor de 170 compañeros y en la primera fase sólo 22 adquirieron el grado de instructor.
En su opinión los dos factores que pueden hacer una diferencia en la percepción de la ciudadanía hacia la policía son la ética y el conocimiento y aplicación de los derechos. Ahora lo mejor, dice, es poder sembrar esa semilla.
Leyva sabe que la práctica de estos conocimientos se vuelve frágil y se mezcla con los viejos vicios que persisten en la corporación, y los compañeros siguen viendo a los derechos humanos como sus enemigos. La solución, dice, es la capacitación.
"Uno baja del Instituto de Formación policial con ideales, pero la ciudadanía no nos trata bien. Es algo frustrante, pero no una justificación para violar los derechos humanos, así se trate de un violador o un secuestrador".
Esta capacitación se otorgó a los uniformados con base en un convenio firmado por la SSP-DF y el CICR el 15 de diciembre de 2003.