ASTILLERO
Cuestiones de salud
Un oportuno retiro
El (mal) reportero Diego
Schiavo, la ultraderecha
EL DIRIGENTE NACIONAL DEL PRI ha anunciado un retiro de 10 días para atender las complicaciones de salud de su esposa. Durante años se ha sabido de los padecimientos de la señora Isabel de la Parra, cuyas recaídas le han llevado con frecuencia a hospitales extranjeros y a su esposo a organizar complicadas pausas en su ajetreo para acompañarla en esos momentos de dificultad. Según lo dicho por Roberto Madrazo, nuevos agravamientos de su cónyuge le hicieron estar ausente en la ceremonia del pasado 23 de marzo, cuando se recordó el asesinato de Luis Donaldo Colosio, y ahora le llevarán a un retraimiento más largo.
DADO QUE VOCEROS del comité nacional priísta han dicho que el caso de la señora De la Parra es "extremadamente delicado", ha de creerse aquí que no se está en presencia de una maniobra política elusiva, aunque la degradación y el encono en que hoy está la vida pública mexicana generará, sin duda, especulaciones como las habidas en su momento por la súbita y oportuna operación quirúrgica del presidente Fox en los momentos cumbre de la decisión de la ONU respecto de Irak, o como, yendo más atrás, sucedió en su momento con un episodio judicial hasta ahora no aclarado en el que el propio Madrazo se dijo objeto de persecuciones y secuestro cuando reñía con Ernesto Zedillo para quedarse con la gubernatura tabasqueña que el entonces presidente de la República pretendía quitarle.
PERO, MAS ALLA DE LAS VERDADES íntimas que estuvieran motivando el retiro de 10 días, políticamente está claro que esa licencia personal que se ha concedido Roberto Madrazo le permitirá moverse a conveniencia entre las aguas que hoy se agitarán con gran fuerza a causa del anunciado desenlace del proceso de desafuero de Andrés Manuel López Obrador. El priísta po-drá enfrentar así, desde un aislamiento irreprochable, las especulaciones y las acusaciones que provocará el comportamiento de los dos votantes que el partido tricolor tiene en la sección instructora de San Lázaro y que evidentemente definirán el resultado final.
YA FUESE CON UN SILENCIO absoluto, con rígidos comunicados de prensa o con declaraciones a discreción, el jefe nacional del PRI podrá fijar su postura sin presiones directas, de tal manera que, pasada la eventualidad de una Decena Trágica (en caso del sí al desafuero), o apaciguada la tormenta de intrigas y conjeturas que generaría el voto priísta dividido (que daría un empate), o pasado el escándalo de un sufragio tricolor contrario al desafuero, Madrazo Pintado podrá regresar al escenario sin tanto desgaste. (Por el contrario, la profesora Elba Esther Gordillo parecería estar ahora sí en ruta de retorno a las actividades partidistas, gremiales y de asesoría ejecutiva a la pareja presidencial. Según eso, este lunes podría estar nuevamente en escena.)
OTROS ASUNTOS DE SALUD parecen invitar a otro político a tomarse unos días de descanso. Resulta que Diego Fernández de Cevallos hizo al Senado de la República guardar un minuto de silencio por la muerte de un Papa que en ese momento, y varias horas después, al menos hasta la hora de teclear esta columna, oficialmente seguía vi-vo aunque en condiciones muy cercanas a la muerte.
LA PIFIA DEL REY de la Prosopopeya (entendida ésta como la afectación excesiva, la solemnidad artificiosa al expresarse o al actuar) movió naturalmente a críticas, pero sobre todo a pitorreos, tanto por el erróneo anuncio inicial como por la corrección hecha minutos después, cuando ofreció disculpas por la patinada, pero agregó un dato que en ese momento tampoco era oficialmente cierto, es decir, que Juan Pablo II no había muerto "pero está agonizando", condición terminal que el Vaticano no aceptaba ni en ese momento senatorial mexicano ni muchas horas después (una conclusión posible del incidente es que el ampuloso senador no daría el ancho ni siquiera como auxiliar de reportero, salvo que lo hiciera en algún pasquín amarillista y reiteradamente mentiroso).
EN ESTADOS UNIDOS, mientras tanto, moría Terri Schiavo, la mujer que pasó 15 de sus 41 años de vida en estado vegetativo. No se debe poner punto final a la discusión que generó el caso, pues los grupos conservadores del vecino país supieron levantar revuelo a causa del tratamiento judicial que ordenó desconectar los mecanismos que mantenían viva a la señora Schiavo. A causa de este expediente, y de la difusión de ejemplos como el del te-trapléjico español Ramón Sampedro, llevado a la pantalla bajo la dirección de Alejandro Amenábar en Mar Adentro, diversos grupos de extrema derecha han creído llegada la hora de em-prender una cruzada contra la eutanasia y otras formas de supresión de la vida, como el aborto.
ESCENARIOS FUNEBRES, o cuando menos tétricos, son en México los que parecen acompañar la expectativa muy extendida de que hoy en San Lá-zaro será aprobado un proceso que buscaría exterminar cuando menos electoralmente a un político tan vivo que tiempo después de darse reiteradamente por muerto ahora aspira a una supervivencia cuando menos por un sexenio más. Hay signos de preocupación en indicadores económicos y una reiterada voz de alerta de parte de segmentos lúcidos de la sociedad mexicana, pero aun así hoy mantendrán un gran peso los intereses confabulados de la derecha cerril y el priísmo más sombrío, deseosos de librarse de un adversario electoral aun a costa del incendio (que creen que podrán controlar) en la pradera extremadamente seca.
Y, POR ESTA SEMANA, ES TODO, yéndose esta sección al descanso a pesar de que durante todo este viernes sufrirá por no poder escribir de inmediato lo que, en todo caso, habrá de ser compartido con los amables lectores el próximo lunes. Tic-tac.
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