Usted está aquí: sábado 2 de abril de 2005 Ciencias Muestra Museo de Historia Natural en París el arte de la seducción animal

Muestra Museo de Historia Natural en París el arte de la seducción animal

Paris, 1º de abril. Los colores, cantos, olores y danzas con que los animales desarrollan el arte de la seducción son el centro de una exposición que acaba de inaugurarse en el Museo de Historia Natural de París.

Los animales han desarrollado señales sonoras, visuales y odoríferas para reconocerse y atraer a la pareja, enfrentando los obstáculos de la naturaleza. A lo largo de la muestra se descubren los animales disecados o en documentales, juegos y demostraciones.

"Diversos tipos de señales, químicas (los olores, las feromonas), sonoras (el canto de los pájaros, el bramido del ciervo), visuales (la danza, la ostentación, los colores)" son fundamentales para la reproducción animal, explica Marc Théry, comisario de esta exposición y especialista en la comunicación y la evolución de las señales.

La danza nupcial de los caracoles es sorprendente: para estimularse se colocan frente a frente y se atraviesan con una agujita escondida en la base que les permite reptar.

El bramido del ciervo llama a las hembras diseminadas en los bosques. Pero también les permite reconocer al macho más poderoso, ya que los músculos utilizados para bramar son también los que sirven para el combate.

El pez linterna hembra, en el fondo del océano, agita una pequeña "lámpara frontal" para atraer tanto a sus presas como a los machos.

Los peces que quieren ser escuchados desde muy lejos deben emitir sonidos en el "corredor acústico", una zona situada a unos mil metros de profundidad. Tanto por encima como por debajo de este corredor, los ruidos se pierden.

La potencia o la variedad del grito, del canto, así como el esplendor de los colores, muestran a las eventuales parejas cuáles son los machos más capaces de garantizar una descendencia resistente.

Desgraciadamente, estos llamados de amor tienen un defecto: los predadores también escuchan.

Innombrables peligros acechan en la vida sexual del mundo animal. La luciole photinus atrae al macho de una especie cercana, el photuris, imitando su centelleo para comérselo. La lechuza mata al sapo. La mosca encuentra al grillo chillón y deposita en él sus larvas, que penetran en su cuerpo y lo devoran desde el interior.

La exposición tiene muchas revelaciones desconcertantes sobre el mundo animal. La muestra termina con el siguiente enigma: ¿de dónde proviene el poder de seducción de un Casanova?

Afp

 
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