Luciano Cedillo Alvarez tomó posesión del cargo en el instituto
Llega un nuevo director al INAH: proteger el patrimonio, su prioridad
El acoso alrededor de la zona arqueológica de Teotihuacán es muy fuerte, informa el funcionario federal
Los conflictos no son insalvables; hay que dialogar, propone
Ampliar la imagen Luciano Cedillo Alvarez FOTO Mar�Luisa Severiano
El nuevo director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Luciano Cedillo Alvarez, aseguró que no emprenderá ''borrón y cuenta nueva" respecto de los planes de trabajo de su antecesor, Sergio Raúl Arroyo, quien renunció ayer al cargo debido a las reducciones presupuestales que -sostiene- enfrenta la institución.
Se comprometió a concluir y consolidar los que están en proceso y afirmó que la limitaciones de recursos no impedirán las tareas esenciales de la institución.
Sobre aspectos diversos de la problemática de conservación del patrimonio, admitió que es necesario ''enriquecer" el marco legal del INAH.
Acerca del estudio socioeconómico de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh) que plantea la urgencia de modificar el decreto presidencial que define el perímetro de Teotihuacán (La Jornada, 21 de marzo de 2005), sostuvo que ''sí hay una intención del INAH en ese sentido", pero que se requiere del consenso y el apoyo de otros sectores.
Enriquecer la legislación
Restaurador, antropólogo y mu-seógrafo, Cedillo Alvarez (Monterrey, 1952) ha ocupado diversos cargos en la institución que ahora dirige. El más reciente de ellos fue el de director del Museo Nacional de Historia (Castillo de Chapultepec).
La entrevista con La Jornada se realiza a propósito de su nombramiento como nuevo director del INAH.
-Le queda menos de año y medio a la presente administración, ¿cuál es su plan de trabajo en remplazo del anterior director?
-En el proyecto de trabajo de una institución, se planea a largo plazo no a corto plazo. En este momento puede ser importante sentar las bases de próximos proyectos y consolidar y terminar los que están en proceso. Pero no creo en términos fatalistas. Los resultados se tienen que ir acumulando, son producto de un proceso de interacción de muchos factores que no se da de la noche a la mañana. Pero la protección del patrimonio es una de las tareas fundamentales
-¿Pero habrá borrón y cuenta nueva respecto de la dirección anterior?
-Nunca hay un borrón y cuenta nueva. Venimos de algo, somos producto de algo. Hay que reforzar mucho de lo que hay. El propio análisis y la propia experiencia de la institución y su gente dirán por dónde caminar. No se trata de inventar el hilo negro. Hay un gran trabajo acumulado de la administración, un enorme legado que hay que seguir trabajando.
-Usted asume el cargo en el contexto de una preocupación por los problemas que enfrenta la protección del patrimonio, donde incluso a nivel institucional hay criterios divergentes.
-Hay criterios que no se han dialogado suficientemente. Una planeación estratégica los incorpora a todos. Sí hay conflictos pero no son insalvables.
-Factores sociales, economicos, políticos, ponen en riesgo el patrimonio. Un caso representativo es Teotihuacán, del cual un estudio reciente de la UACh prevé un conflicto y establece la necesidad de revisar el decreto que determina los perímetros.
-La legislación es una herramienta muy importante. A pesar de eso, la presión alrededor de Teotihuacán es muy fuerte pero se requieren más instrumentos y un mayor diálogo.
''Es necesario enriquecer la legislación, dotarla de mayores elementos para cumplir mejor con su tarea. Pero es sólo eso, se trata de un problema integral: económico, metodológico.''
Búsqueda de consenso
-¿Hay entonces disposición para tomar al toro por los cuernos, es decir, a revisar el decreto?
-Si la pregunta es si hay una intención del INAH en ese sentido, sí. Pero no es un solo hombre el que lo tiene que hacer. La institución hará su propio análisis, su propia evaluación, pero tendrá que buscar el consenso y apoyo de diversos sectores.
-¿Le preocupa la proliferación de filiales de Wal-Mart en torno a zonas arqueológicas?
-Creo que es otro problema fatalista. Me preocupa que no tengamos la capacidad de todos lados para los aspectos de protección. Estamos en un proceso general de una integración y hay que tenerlo claro y presente para saber cómo actuar. En ese sentido, la planeación estratégica es fundamental.