Usted está aquí: sábado 2 de abril de 2005 Opinión MELON

MELON

Luis Angel Silva

Pregunta con jiribilla

AL PLATICAR CON mi amigo Marco Aurelio Vergara me soltó una pregunta con jiribilla: ¿cuál es tu sonero favorito? A la cual respondí con algo que lo hizo pedirme que le aclarara, con lujo de detalles, la respuesta que le había parecido totalmente extraña.

PERMITAME DECIRLE, MI enkobio, que no tengo un favorito. Son muchos soneros a los que admiro, no sólo cantores, también percusionistas, así como ejecutantes de instrumentos, que me han hecho vibrar.

DESDE LUEGO, MARCO es menor que este, su nagüe, interesado en la historia de la música cubana en nuestro país, así que tuve que remontarme a pesar de mi alka seltzer, perdón, alzheimer, a una época muy gozadora que, por fortuna, viví y pude disfrutar.

POR SUPUESTO, MIGUELITO Valdés está entre los que admiro. Lo recuerdo en mis días de niño en programas de la XEB, en compañía de Margarita Romero, los cuales escuchaba con agrado al lado de doña Paz, mi madre. Varias veces estuvimos en el estudio para gozarlos en vivo. Años más tarde formé parte de la orquesta del maestro Rafael de Paz, tocando el güiro en una grabación que quizá Ariola conserve en su bodega.

OTRO VALDES, DE nombre Vicentico, me hace emocionarme cuando lo escucho cantar boleros, al cual conocí aquí en mexicalpan de las tunas y tuvo deferencias para conmigo que aun agradezco. Por lógica, también Beny Moré, pero a este figurón lo dejaré por esta vez en el tintero para poderle platicar, mi enkobio, de Cheo Marquetti, el cual por desgracia para el gran público pasó desapercibido. No así para los soneros, que pudimos admirar su arte de manera más cercana y aprender de este sonerazo muchos ángulos y puntos finos que tiene el son cubano.

ANTES DE ACTUAR en México, Cheo permaneció en Puebla, en el cabaret La Muñeca, rodeado de elementos nacionales y cubanos que también tenían lo suyo. El conjunto era uno más de los "Veracruz", que existieron en nuestro país, dirigido por Miguel Médico Aguiar, con Julio del Razo, Nacho Cabezón Téllez, Agapito Silva, Oscar O'Farrill Florecita, Francisco de Lacruz Caravela, Pablito Peregrino y el Viejo Luis, entre sus elementos.

EN UNA DE las grabaciones de Buenavista Social Club, Manuel Licea Puntillita cantó una décima que este, su yeneka, le escuchó a Cheo Marquetti en el cabaret Bremen en vivo y a todo color, puesto que era de la inspiración del genial improvisador, del cual Machito decía que era "el papá de la criatura", y otros "que se le había escapado al diablo".

OTRO GRAN SONERO que fue casi ignorado, pero no por los que tuvimos la oportunidad de poder acercarnos a él, fue Mariano Oxamendi, llamado por muchos soneros cubanos Musiquita. Este admirado sonero formó parte y fue fundador de un conjunto llamado Carabina de Ases, del que se cuenta causó furor en Cuba porque tocaba un "difícil fácil y un fácil difícil". Mariano enseñó y dejó escuela. Varios soneros mexicanos abrevaron de su sapiencia. De esto pueden dar fe Los Guajiros del Caribe y, en especial, El Chamaco Angel Romero Donís y un servidor que lo tuvimos cerca.

LO MISMO SE puede decir de Eduardo Periquet, Andresito Mucha Trampa y otros más. Pero será en otra ocasión, ya que el espacio se agota, en que les pueda platicar de lo afortunado que he sido al poder trabajar con esos verdaderos y extraordinarios soneros. ¡Vale!

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