Responde a petición no respaldar acoso de EU a Cuba
SRE: México no puede "nadar de a muertito" en política exterior
México ya está globalizado, no puede seguir "nadando de a muertito" en la toma de decisiones internacionales ni tampoco seguir actuando como en el pasado, tiene que demostrar un poco de audacia pensando en el futuro, advirtió el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez.
Hay que revisar muchos temas y principios de la política exterior tradicionales como el de la no injerencia, porque una política exterior de Estado es dinámica y lo que fue bueno en 1930 ya no lo es para este inicio de milenio, respondió el canciller a la petición que le hizo el ex embajador de México en la ONU, Oscar González, de que en el 61 periodo de sesiones en Ginebra de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas el gobierno de México vote contra la resolución que promueve Estados Unidos utilizando el tema de los derechos humanos con fines desestabilizadores y agresivos en contra de Cuba.
En su breve intervención durante la presentación de los lineamientos en la participación de las organizaciones de la sociedad civil en temas de política exterior, el canciller pidió a los representantes de 126 organizaciones no gubernamentales su respaldo en las propuestas que haga el gobierno en el seno de la CDH de la ONU. "Veamos cómo abordar el tema; no se trata de discutir un voto que se emite una vez al año, sino de los cambios profundos que requiere en su operación ese organismo internacional", dijo.
Al término de la reunión, Oscar González entregó al titular de la SRE el documento Derechos humanos: apoyo a Cuba y denuncia de Estados Unidos en Ginebra, firmado por integrantes de 18 organizaciones no gubernamentales, quienes destacan que México no debe votar a favor de iniciativa alguna que violente los principios fundamentales de su política exterior. "Consideramos que debe restituirse, debatirse y votarse la iniciativa cubana del año pasado, pospuesta pero no cancelada, para inscribir en la agenda de este año de la CDH de la ONU el tema de las múltiples violaciones a derechos humanos que se imputan a Estados Unidos dentro y fuera de sus fronteras."
La propuesta, abundó Oscar González, es para que el gobierno de México deje de estar en un "doble estándar" y contribuir a la restitución del prestigio, imparcialidad y la plena legitimidad de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Recordó que el año pasado varios países se opusieron a que el tema se inscribiera en la agenda número nueve, donde se tratan temas de manera abierta; "ahora los firmantes esperamos que el gobierno mexicano vote a favor de que ese asunto se debata".
Respecto a la respuesta del canciller, González asentó que el gobierno mexicano "no puede abandonar principios por posiciones pragmáticas de coyuntura y circunstancia. Ciertamente hay que abarcar el conjunto de los problemas de los diversos organismos del sistema de la ONU, pero si no se hace partir de principios, de experiencias históricas y defensa muy cuidadosa de intereses legítimos de los países en vías de desarrollo, las reformas que se hagan serán muy superfluas".
Por la mañana, también los integrantes del Tribunal Internacional Benito Juárez -constituido en julio del año pasado- entregaron en la embajada de Estados Unidos una notificación con efectos de emplazamiento dirigida al representante de ese país en México, Antonio Garza.
En el documento se le informa que formaron un tribunal de opinión y conciencia que se reunirá del 25 al 27 de abril en el Foro Cultural Coyoacanense, donde se juzgará al gobierno de Estados Unidos por violar el principio universal de convivencia pacífica al mantener una constante y pertinaz política de agresión en contra de Cuba.
Otras de las acusaciones son: ocupación ilegal, inmoral e injusta de parte del territorio cubano al instalar la base militar de Guantánamo; conculcar el principio de no intervención al mantener un bloqueo y guerra económica desde hace más de 40 años en contra de Cuba, que ha producido daños estimados en más de 121 mil millones de dólares; atentar contra el derecho soberano y la independencia del pueblo cubano al tratar de imponerle un gobierno afín a los intereses estadunidenses; alentar, organizar, asesorar y financiar y armar grupos ultraderechistas para operar en contra de personas y bienes cubanos, entre otros.