Usted está aquí: martes 5 de abril de 2005 Mundo Comienza el desfile de fieles ante el cuerpo de Juan Pablo II

Fue un Papa que supo aplicar métodos modernos para proyectar su carisma: analista

Comienza el desfile de fieles ante el cuerpo de Juan Pablo II

Críticas en Francia por poner la bandera a media asta y olvidar el carácter laico del Estado

Utilizó los medios cual "estrella pop", señala experto

Acuerdan entierro para el viernes

AFP, DPA, REUTERS, THE INDEPENDENT Y THE GUARDIAN

Ampliar la imagen Momento del traslado de Juan Pablo II del Palacio Apost�o a la Bas�ca de San Pedro FOTO Afp

Ciudad del Vaticano, 4 de abril. Al atardecer de este lunes el cuerpo de Juan Pablo II fue trasladado desde el Palacio Apostólico, donde vivía, hasta la Basílica de San Pedro, donde será enterrado el viernes con la asistencia de representantes de más de 150 países y de hasta 4 millones de fieles.

Los restos mortales del carismático líder de los más de mil millones de católicos del mundo durante casi 27 años quedaron instalados entre plegarias y tañidos fúnebres frente al altar mayor del templo, que fue abierto al público horas después.

Antes de que comenzara el desfile de fieles ante el cadáver, la policía calculó que había más de cien mil personas haciendo fila en el camino que conduce del río Tíber a la basílica.

El catafalco papal, a hombros de una docena de hombres, cruzó por última vez la plaza de San Pedro procedente de la sala Clementina del Palacio Pontificio, donde altos representantes vaticanos y autoridades le rindieron homenaje desde el domingo.

Los miles de fieles -entre ellos muchos polacos y latinoamericanos- que aguardaban en la plaza, aplaudieron al paso de la procesión, encabezada por cardenales, flanqueada por la Guardia Suiza, y presidida por el camerlengo Eduardo Martínez Somalo, encargado de la interinidad vaticana hasta la elección de un nuevo Papa.

En el umbral de la basílica, los ujieres que habían avanzado obedeciendo a la tradición, con los pies del Papa hacia adelante, le dieron la vuelta de forma de que el cadáver quedara de frente a la multitud en la plaza.

Los funerales oficiales y el entierro se celebrarán el viernes en la Basílica de San Pedro, y la misa, que se prevé sea una de las más multitudinarias de la historia, será oficiada por el decano de los cardenales, el alemán Joseph Ratzinger, representante de la ortodoxia católica.

Posteriormente, Karol Wojtyla será enterrado en la cripta de la basílica, donde reposan varios de sus predecesores, probablemente en el emplazamiento que quedó vacante tras el traslado de la tumba de Juan XXIII a la propia basílica tras su beatificación. La decisión pone fin a los rumores sobre la posibilidad de que Wojtyla fuera enterrado en su natal Polonia.

El fallecido Papa, a quien ya se venera como un santo, y que realizó más beatificaciones y canonizaciones que ningún otro jerarca católico, podría seguir rápidamente el mismo camino que Juan XXIII, aunque primero tendría que atribuírsele un milagro para ser beatificado, y otro para ser santificado.

"Para mí era como otro Jesucristo", dijo la hermana Simone, de Austria. "Tuvo un calvario y una muerte pública como Cristo", comentó el diario Il Corriere della Sera, en medio de la lluvia de alabanzas de los medios de comunicación y de personalidades de todo el mundo hacia el polaco.

Pero hubo voces de algunos que destacan que el carisma de Juan Pablo II ha eclipsado la posibilidad de hacer un balance de su pontificado, pues se resaltan sus aspectos positivos "pero no se menciona otros como su autoritarismo y su empeño en desmontar la Teología de la Liberación", dijo el colombiano Fabián Sanabria.

Para otros analistas el Papa fue "extraordinario", un hombre que supo utilizar los medios casi como una "estrella pop".

Supo aplicar "métodos modernos para proyectar su personalidad y carisma. Incluso la visibilidad que mantuvo en sus días finales, ahora saludada, con cierto absurdo, como un calvario personal, fue el acto de un hombre que comprendió y explotó plenamente el poder de su conexión personal. No hay contradicción en esto. La Cristiandad es en sí misma un grande y poderoso culto de la personalidad", sostuvo Deborah Orr en el diario The Independent.

Pero a esto acompañó una gestión, iniciada en 1978 justamente cuando los emancipatorios años 60 declinaban hacia la larga noche política de Margaret Thatcher y Ronald Reagan. "La transformación de un oscuro obispo polaco de Karol Wojtyla a Juan Pablo II fue parte de esta amplia transición", recordó el especialista Terry Eagleton en el diario inglés The Guardian.

"Años de trato con los comunistas polacos le convirtieron, al igual que a los otros obispos polacos, en consumados operadores políticos", prosigue Eagleton, quien destaca que una de las primeras medidas de Wojtyla fue devolver al Papa el poder que había sido descentralizado hacia iglesias locales.

"Desde sus tempranos años como sacerdote, se destacaba por su excesiva creencia en sus poderes espirituales e intelectuales. (El escritor inglés) Graham Greene alguna vez soñó con un titular que rezara: 'Juan Pablo canoniza a Jesucristo'. Los obispos eran llamados a Roma para recibir órdenes, no para consultas fraternales", añade.

Esto resultó en una "infantilización" de las iglesias locales. Según el profesor de teoría cultural de la Universidad de Manchester, quien recordó además que la oposición al uso del condón llevó a la muerte a innumerables personas por sida, y el Papa llevará estas muertes "en sus manos".

"Juan Pablo, aparentemente, creía que la contracepción no debía ser permitida porque podía permitir a la sexualidad ser definida únicamente en términos de placer", recordó por su lado Orr, en relación a otra de las posturas conservadoras de este papado.

Minimiza Bush la oposición papal a la guerra contra Irak

Al funeral de Juan Pablo II el viernes asistirá George W. Bush, el primer presidente de Estados Unidos que concurre a las exequias de un Papa. "Por supuesto que era un hombre de paz y no le gustaba la guerra", admitió Bush este lunes, pero minimizó la oposición de Juan Pablo II a la invasión a Irak, al privilegiar las visiones compartidas respecto de la "cultura de la vida", un concepto desarrollado por el Vaticano. Sin embargo, esto sólo sería compartido en el tema de la oposición al aborto, ya que Bush es un defensor entusiasta de la pena de muerte.

Otro de los jefes de gobierno que estará presente es el español José Luis Rodríguez Zapatero, pese a que tiene pocos amigos en el pequeñísimo pero poderoso Estado Vaticano, luego de la aprobación de su gobierno al matrimonio de homosexuales.

También asistirán el presidente Jacques Chirac de Francia -donde la decisión de mantener la bandera a media asta provocó críticas entre quienes recuerdan el carácter laico del Estado en ese país-; el canciller federal alemán Gerhard Schroeder, y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, entre otros.

Las primeras reuniones cardenalicias desde la muerte del jerarca católico se celebraron esta mañana con la presencia de 65 purpurados, sin alcanzar una decisión sobre la fecha del cónclave que elegirá al próximo Papa.

El cónclave para elegir un sucesor dentro de 15 a 20 días después de la muerte del Papa, según las reglas, reunirá a 117 cardenales menores de 80 años en la Capilla Sixtina del Vaticano.

Juan Pablo II es el tercer Papa que más tiempo ha ejercido en 2 mil años de catolicismo, y nombró a casi todos los cardenales que votarán en el cónclave, lo que sugiere que su visión conservadora seguirá vigente.

 
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