Usted está aquí: martes 5 de abril de 2005 Estados Deuda pública de $1,200 millones y obras inconclusas, legado de Joaquín Hendricks

El priísta Félix González Canto asume hoy la gubernatura de Quintana Roo

Deuda pública de $1,200 millones y obras inconclusas, legado de Joaquín Hendricks

Sólo en apariencia el ex mandatario estuvo dispuesto a negociar son sus adversarios: funcionario

JAVIER CHAVEZ CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Joaqu�Hendricks D� y Mario Villanueva Madrid, durante el acto de entrega-recepci�el gobierno quintanarroense, hace seis a�FOTO Javier Ch�z

Chetumal, QR, 4 de abril. A unas horas de que concluya su mandato, el priísta Joaquín Hendricks Díaz dejará a Félix González Canto -quien este martes tomará posesión como nuevo titular del Ejecutivo estatal- varias obras sin terminar y una deuda pública que en su administración se incrementó de 300 a mil 200 millones de pesos.

Sus rivales políticos más aguerridos, priístas muchos de ellos, reconocen que Hendricks Díaz siempre apostó, con éxito, a la estrategia de "desgastar a sus adversarios hasta que los problemas y disputas llegaran a sus últimas consecuencias sin meter mano para solucionarlos. Esta táctica le dio resultados muchas veces, pero también influyó el factor suerte", afirmó el diputado Abraham Martínez Ross.

A su vez, Florentino Balam Xiú, secretario general del PRI en el estado, aseguró que el gobernador saliente "nunca respetó su palabra, aunque estaba dispuesto a negociar en apariencia. Lo peor es que protegió a sus colaboradores, sin aceptar las pruebas de que estaban involucrados en actos de corrupción o de que simplemente maquillaban cifras para presumir logros inexistentes, como ocurrió en la Secretaría de Educación".

El empresario Víctor Zapata Vales, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial y consejero electoral del Instituto Federal Electoral durante la elección de 1997, considera que Hendricks Díaz cometió el error de recurrir en exceso a "asesores" procedentes de otras entidades, cerrando el paso a políticos locales, y de no apoyar a los constructores quintanarroenses, lo cual ha intensificado la crisis que desde hace 10 años vive ese sector.

Para Héctor Ortega Contreras, coordinador de la bancada perredista en la anterior legislatura, el sexenio de Joaquín Hendricks estuvo marcado por la "corrupción y activismo de tres de sus hermanos, quienes hicieron negocios mediante el tráfico de influencias". Entre ellos destaca Luis Hendricks Díaz, quien fue beneficiado con contratos de obra pública por las secretarías de Educación y Cultura, y Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, y la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado.

Las acciones del hermano del mandatario estatal se pueden ver reflejadas en la modernización de la avenida Alvaro Obregón, principal vía de acceso a esta ciudad, obra en la que fueron invertidos cerca de 90 millones de pesos.

La llegada del chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz a la gubernatura de Quintana Roo fue fruto de un plan diseñado por su antecesor Mario Villanueva Madrid, quien a mediados de septiembre de 1998 decidió derrumbar la candidatura de Addy, hermana del ex gobernador Pedro Joaquín Coldwell, y posteriormente desechar al tercer precandidato, la ex diputada federal Sara Esther Musa.

Villanueva rompió con Addy Joaquín porque la cozumeleña había mandado una señal preocupante: se negó a incorporar a Jorge Polanco Zapata como coordinador de campaña. Este último era considerado el candidato preferido del entonces mandatario Mario Villanueva, quien finalmente tuvo que aceptar el sacrificio de su delfín, debido a que el presidente Ernesto Zedillo había decidido que la candidata fuera Nassim Joaquín Ibarra, hija mayor del empresario de origen libanés.

Hendricks Díaz quedó libre de la influencia de su antecesor, ya que Mario Villanueva fue perseguido por la Procuraduría General de la República en la recta final de su gestión, hasta que fue capturado a finales de mayo de 2001, cerca de Cancún, por lo que todos sus colaboradores debieron abandonar el estado, algunos acusados de brindar protección al cártel de Juárez.

Sin embargo, el mayor golpe político que recibió Joaquín Hendricks se lo propinaría su esposa, María Rubio Eulogio, quien el 7 de octubre de 2002 denunció que su marido, en un acto de irresponsabilidad, prefirió viajar a Europa "con unas amigas" en lugar de hacer frente a los estragos causados por el huracán Isidore en el norte de la entidad.

Días después, el mandatario expulsó a su esposa de la presidencia del DIF, con el argumento de que padecía "problemas emocionales" y la colocó al frente de la Fundación Zazil-Be, encargada de atender a quienes enfrentan problemas de drogadicción.

El mayor obstáculo político de Joaquín Hendricks fue Juan Ignacio García Zalvidea, empresario que formó parte de la agrupación civil Amigos de Fox y que como alcalde de Cancún emprendió campaña rumbo a la gubernatura.

El Chacho, como lo llamaban sus simpatizantes, fue inhabilitado 20 años por el Congreso del estado, acusado de desviar 800 millones de pesos.

Los megaproyectos

El megainvernadero instalado en el municipio maya de Felipe Carrillo Puerto ha sido una obra polémica para la cual se han destinado unos 700 millones de pesos, con cargo a la deuda pública, la cual se incrementó de 300 a mil 200 millones de pesos en este sexenio.

Inaugurado por el presidente Vicente Fox en marzo de 2003, el proyecto fue impulsado originalmente por el empresario español Rufo Antonio Gutiérrez, quien por problemas de financiamiento abandonó la obra y un año después fue buscado por la Interpol a petición del gobierno de San Luis Potosí, ya que su empresa Tecnor no liquidó 400 millones de pesos que adeudaba por concepto de la adquisición de los invernaderos de Santa Rita.

Otra obra controvertida es la megaescultura al "mestizaje mexicano", de la autoría de Enrique Carvajal, conocido como Sebastián. La obra requiere aproximadamente 280 millones de pesos, pero el gobierno del estado ha sido el único que ha inyectado recursos, (alrededor de 100 millones de pesos), pese a que el plan inicial establecía que se pasaría la charola entre grandes empresarios y representantes de Fundaciones de la talla de Telmex, Bancomer y Mc Donald's, según declaró el titular de Planeación, Iván Hernández Pacheco.

Según el funcionario, la obra tendría avance de 70 por ciento al concluir esta administración, pero la meta no fue cumplida, ya que de la megaescultura, de 60 metros de altura, sólo fueron construidos el puente y el islote de concreto.

 
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