El año pasado se incluían 3.8 millones, mientras ahora son sólo 2.6 millones
Retiran programas de apoyo forestal a 1.2 millones de hectáreas en 2005
El gobierno se preocupa más por impulsar la inversión extranjera que por fortalecer la producción interna, critica ONG
Sanidad y reforestación, entre las áreas afectadas
El gobierno federal redujo 1.2 millones de hectáreas a la superficie incluida en los programas de apoyo forestal y bajo sus metas de reforestación este año. Pese a ello busca que la pérdida de bosques sea casi la tercera parte, 216 mil hectáreas, de las 600 mil que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) estima que desaparecen cada año en el país.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) este año se incluirán en los distintos programas forestales 2.6 millones de hectáreas, mientras en 2004 fueron 3.8 millones.
Hay reducción en programas como reforestación, en el cual la meta bajó de 196 mil a 170 mil hectáreas; en sanidad también habrá descenso, ya que pasó de 252 mil a 210 mil hectáreas; en suelos la cantidad que será incluida en el programa disminuyó de 723 mil a 536 mil hectáreas.
La mayor caída en cuanto a superficie apoyada está en el Programa de Desarrollo Forestal, en el cual en 2004 estaban incluidas 2.4 millones de hectáreas y este año sólo se consideraron 1.3 millones.
Frente a este panorama, organizaciones forestales consideraron que el gobierno del presidente Vicente Fox se preocupa más por abrir las puertas a la inversión extranjera que por hacer competitiva la producción forestal interna.
Manuel Aldrete, de la Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunal (Unofoc), sostuvo que es ilógico que el gobierno hable de avances en conservación de bosques y afirme que se mantiene la misma tasa de aprovechamiento ilegal.
Puntualizó que, según el gobierno, por cada metro cúbico que se comercializa legalmente hay uno más de manera ilícita, por lo que 50 por ciento de la producción de madera es ilegal.
"El gobierno acepta que el deterioro de los bosques continúa; se hablaba de una deforestación de 600 mil hectáreas anuales, ahora el gobierno pretende que son cerca de 300 mil, y esto lo hace para manifestar éxitos en el sector forestal. Estamos en desacuerdo con esa medida", agregó.
Aldrete estimó que la ley forestal abrió la participación en ese sector de distintos grupos gubernamentales para poner una sobrerregulación a los productos. "A los productores organizados que conservan el bosque se les ponen mayores trabas. En Quintana Roo trabajamos con el chicle natural que se deriva del árbol del chicozapote, que tiene gran capacidad de producción, y se obliga al productor a hacer una guía de transporte de su comunidad a los centros de almacenamiento; hay sobrerregulación", afirmó.
El gobierno, desde el sexenio pasado, impulsa las plantaciones comerciales con grandes subsidios orientados a inversionistas privados, porque a los productores se les da 20 por ciento, mientras el 80 por ciento restante va para empresas privadas, agregó.