Usted está aquí: miércoles 13 de abril de 2005 Opinión El Correo Ilustrado

El Correo Ilustrado

Hacemos la historia todos los días

Señora directora: La historia no sólo es la memoria del pasado. Todos los días presentes y futuros hacemos historia.

Eternamente vivo está que hace 2000 años se inició una era de la humanidad. Está escrito que, apoyándose en las leyes judías y romanas, crucificaron a Jesús...

Aquí, hace sólo 200 años, se inició una lucha para formar nuestra nación contemporánea. Tristes recuerdos de traidores y cobardes empañan este camino.

Recordemos cuando en el siglo XIX se aparecía Santa Anna, uniformado y con su pierna de palo, a hacer pedazos a sus rivales para volverse a apoderar del gobierno del país. O cuando Victoriano Huerta, traidor y asesino, entró al Congreso y lo llenó de ignominia.

Después de 1968, Díaz Ordaz dijo ante el Congreso que él era el responsable del genocidio de Tlaltelolco; nada se ha hecho hasta ahora, silencio sepulcral. No olvidemos que Carlos Salinas, en la Cámara, se ciñó la banda presidencial sin haber sido elegido por el pueblo. Les callaron la boca o los mataron a quienes osaron reclamar. O la negación de los derechos indígenas en el Senado. ¿Y el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Tijuana?

Así pues, la jornada del 7 de abril en la Cámara de Diputados pasará también a la historia como una de las vergüenzas de indignidad democrática y republicana.

¿Cómo se sentirán los sumisos, los vendidos? ¿Los organizadores de esta farsa? ¿Creerán que los ciudadanos somos imbéciles? ¿Que nos creímos todo? ¿Que ya les salió su teatrito? ¿Qué les dirán a sus hijos, a sus electores, a sus paisanos?

A pesar de todo, seguiremos en la lucha por nuestra gran nación, por su dignidad, justicia y democracia.

México no se merece esto. ¡Qué vergüenza!

Georgina Luna Parra de García Sainz

Precisiones de Carlos Javier Vega Memije

Señora directora: Hago referencia a la nota intitulada "El subprocurador, ligado con actos de represión y tortura en Guerrero", que se publicó el viernes 7 en La Jornada. Me permito comentar lo siguiente:

El suscrito nunca ha tenido pleitos con miembros y simpatizantes del PRD, por lo que se considera que la nota es errónea.

Asimismo, por cuanto hace a que en mi periodo al frente de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero se afirma que reprimí o torturé a simpatizantes y militantes del PRD, así como a campesinos, lo cual es falso; en el tiempo en que fui titular de la Procuraduría General de Justicia antes mencionada se combatió a la criminalidad en todos sus niveles y se redujo el índice de delincuencia; de igual manera se detuvo a varias bandas de secuestradores y de robo de autos en la entidad.

No omito manifestarle que siempre me he desempeñado, en todos los puestos públicos en los que he prestado mis servicios con responsabilidad, honradez, lealtad, ética, profesionalismo, imparcialidad y disposición, por lo que considero que la nota publicada resulta completamente infundada.

Sin otro particular, le reitero las seguridades de mi distinguida consideración.

Atentamente.

El subprocurador Carlos Javier Vega Memije

Respuesta del reportero

Señora directora: Carlos Javier Vega Memije apela a la desmemoria para enaltecer su propia obra, siempre en los sótanos políticos y administrativos. Pero las voces que lo acusan son muchas y muy variadas, y a ellas tendría que convencer o desmentir.

Los hechos, más que las palabras, hablan por sí mismos.

Atentamente

José Galán

La lucha sigue

Señora directora: Una vez más en nuestra historia los mexicanos nos vemos ante un dilema trascendente, ahora por lo que significa el desafuero al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador. En realidad, no debiera sorprendernos que lleguemos a un punto tal en que elites económicas y políticas corruptas se valgan del juego sucio para frenar un proyecto de país más justo. Elites que ignoran el sentido de la República, es decir, de la responsabilidad pública para la ciudad de todos. Su pequeñez histórica les permite apenas invocar al dios del dinero, en su vano intento por hartar su insaciable voracidad.

Ahí están ellos, Yunque en mano, los voraces de derecha, como lo estuvieron formando filas contra la Independencia en 1810, contra la Revolución en 1910-1917, atizando las sangrientas guerras cristeras, abogando por la ley de la selva para rechazar las justas demandas de ferrocarrileros, electricistas o médicos; implorando el uso de las armas para ahogar en sangre el movimiento estudiantil popular de 1968 y conspirando tecnológicamente para consumar el fraude electoral de 1988. Ah, y también ignorando las seculares demandas de los olvidados de la tierra, para quienes sólo hubo 15 minutos de grotescas promesas.

Una vez más, el pueblo medirá fuerzas con esas elites que buscan legitimar sus traiciones a la República a punta de invocaciones huecas de la ley y del palabrerío cómplice de muchos medios de comunicación. Pero somos la inmensa mayoría y ya hemos emprendido la que probablemente será una larga lucha por encauzar la República hacia la justicia social, la democracia y las libertades. Lo hemos dicho y lo repetimos: nuestra lucha ha sido y seguirá siendo pacífica, pero indeclinable. Nuestro mensaje para organizarnos y para revertir las malas artes de la derecha correrá fundamentalmente de boca en boca, como hablamos las y los ciudadanos entre nosotros. Ciertamente, esta fase de lucha apenas comienza.

Proyecto Esperanza: Yamilé Paz Paredes, Enriqueta Chávez López, Paulín Chávez Rojas, Luis Mendoza Cuevas, Rosalba Ramos Aguilar, Juan Manuel Covarrubias, Felipe Pérez Lara, Odilón Ramírez Alaniz, Adriana Santiago Pérez, Aurelia Jiménez Bañuelos, Sandra Cruz Miller, Eduardo del Castillo Valadez, Lilia Zueck García, Patricia Benítez, Guillermo Portugal, Héctor Staines, Adriana Santiago, Jorge Bourges Rodríguez, Gabriela Medina Casas, Saúl Molina Valencia, Rafael Pérez Arvide, Raúl Pérez Pereira, Francisco Gordillo Moguel, Carmen Conroy

Desaparecido

El pasado 25 de febrero "desapareció" en Guadalajara, Jalisco, el joven de 21 años Fabián Arroyo Bustos, quien laboraba para la Compañía Mexicana de Aviación. Su padre, Jaime Arroyo García, denunció ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco y las comisiones nacional y estatal de Derechos Humanos la desaparición de su hijo. Se presume que elementos policiacos de la AFI lo detuvieron y lo mantienen "secuestrado" hasta la fecha. En sus investigaciones, el señor Arroyo descubrió que a su hijo lo investigaba la AFI porque "tenía un vehículo Mustang que no podía haber sido adquirido con el salario que tenía y se sospechaba que se dedicaba a actividades ilegales". Fabián Arroyo mide 1.73 metros, es de tez morena clara, cabello negro, ojos café claro; tiene una cicatriz pequeña en medio de la frente, otra en la cara interna del codo derecho y múltiples cicatrices en las piernas. El día que desapareció vestía pantalón de mezclilla, playera negra, botines negros y gorra de beisbolista negra con la leyenda "CANADA" en vivos rojos.

 
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