Usted está aquí: miércoles 13 de abril de 2005 Política "Aún confío en Fox"

"Aún confío en Fox"

A pesar de haber ratificado las dos quejas presentadas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por tortura y malos tratos, Nahúm Acosta Lugo, ex director de giras presidenciales del gobierno foxista, acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de tener vínculos con el narcotráfico, afirmó que no iniciará ninguna acción penal contra quienes "me hicieron daño", y aseguró que continuará con su defensa para garantizar la "tranquilidad de mi familia y mi dignidad".

Sostuvo que ratifica su filiación panista, "pues a mí ni el partido ni las instituciones me hicieron daño, sino algunas personas que trabajan en ellas", por lo que agregó que aún confía en el presidente Vicente Fox, "a quien continuaré apoyando hasta el último día de su mandato porque creo en su proyecto de nación".

Luego de ampliar sus quejas por más de cuatro horas ante el director general de la primera visitaduría, Gonzalo Romero Alemán, donde está radicada la queja 2005/1373 por torturas físicas y sicológicas tras su detención en el penal de alta seguridad de La Palma, en el que permaneció por seis días, aseguró que pese a que la Presidencia de la República intentó "contactarlo" desde el pasado 10 abril, aseguró que no se reintegrará a sus funciones, ya que espera concluir su relación laboral esta misma semana, tras el cobro del seguro de su separación individualizada, "que es una cantidad importante que me pertenece por haber trabajado ahí".

Tras calificar de "irracional" que se abriera una nueva averiguación previa en su contra por lavado de dinero, Acosta Lugo afirmó que se presentó a la sede de la CNDH no sólo para denunciar las "torturas y abusos que padecí durante mi detención, sino en auxilio de muchas de las familias y detenidos que están siendo procesados en ese infierno que es el penal de máxima seguridad de La Palma".

Acompañado por su esposa y su abogado, el ex funcionario aclaró que no trata de "defender delincuentes; únicamente solicito que se revisen las acciones que se realizan en estos centros, pues es increíble que en México se sigan cometiendo violaciones tan graves a los derechos humanos".

Por lo que respecta a los abusos de los que fue víctima, aseguró que desde su traslado de la oficina de José Luis Santiago Vasconcelos, titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, a la sede de esa dependencia, "fui sometido y recibí algunos codazos".

En el Centro Nacional de Arraigo, donde permaneció 54 días, confirmó que no sufrió ninguna tortura física, "pero sí un hostigamiento severo, ya que tuve marcación personal de agentes de la Agencia Federal de Investigación, quienes dormían en mi habitación, además de que instalaron una cámara especial en el baño".

Afirmó que en el penal de La Palma fue "torturado física y sicológicamente, ya que me desnudaron completamente y me ordenaron sentarme en el piso, donde tres perros me ladraron a los oídos y se acercaron a mis testículos por diez minutos.

"Luego los agentes me ordenaron que me inclinara y mostrara los glúteos a una cámara. Tras ordenarme que me vistiera con el uniforme reglamentario, dos custodios me trasladaron por un pasillo gritándome e insultándome hasta una celda de castigo, donde me dijeron que me iba a chingar, 'porque de aquí nadie sale'".

Laura Poy Solano

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.