Inmujeres difunde estudio sobre los feminicidios
Explosión demográfica y pobreza, causas de la violencia en Juárez
El Colegio de la Frontera Norte considera que de 1993 a 2004 ocurrieron 382 asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, 142 de los cuales fueron resultado de ataques sexuales y seriales. En un análisis en el cual se aborda la inseguridad prevaleciente en esa metrópoli, realizado a petición del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), señala que además del narcotráfico, la migración y el crecimiento demográfico desbordado en la ciudad, existen más de 500 pandillas juveniles armadas y que tan sólo un millar de integrantes, de 80 de ellas, se encuentran recluidos.
En el documento dado a conocer ayer se afirma que "esta problemática de juventud marginal y violenta en Ciudad Juárez" se agravó con la llegada de los maras salvatruchas, "cuya consigna es matar" y los define como "grupos demasiado violentos" que están "contaminando" la ciudad fronteriza.
Sin embargo, y aunque se reconoce que existe una gran violencia hacia el sector femenil, el Inmujeres y El Colegio de la Frontera Norte afirman que los homicidios ocurren en mayor medida en hombres cuyas edades oscilan entre los 25 y 34 años, por problemas de drogas principalmente, pues en el lapso referido ocurrieron 2 mil 373 decesos en este grupo.
En el análisis denominado Diagnóstico socioeconómico de Ciudad Juárez y su sociedad, cuya presentación estuvo a cargo de Patricia Espinosa y Elia González, titular y directora de Evaluación y Desarrollo Estadístico del Inmujeres, se resalta que una de las problemáticas que inciden en la inseguridad de la metrópoli deriva de las altas tasas de crecimiento demográfico registradas en años recientes, al pasar de 55 mil habitantes en 1940 a un millón 200 mil en 2000, principalmente por el fenómeno de la migración, y con lo cual ambas funcionarias reconocieron, "se supera cualquier plan o programa" que pueda implementarse para subsanar, entre otros factores, el déficit de infraestructura urbana que se allí se padece.
La enumeración de los asesinatos de niñas y mujeres comenzó, recuerda el estudio, con la violación y muerte de una menor en enero de 1993, y aunque hasta noviembre de 2004 la cifra llegó a 382, para Espinosa los crímenes van disminuyendo. La estadística difundida ayer muestra que "hace casi 11 años se presentaron 23 feminicidios y aunque 2002 tuvo el número más alto, con 42, el año pasado sólo ocurrieron 16".
Pese a que en la conferencia las ponentes no quisieron hablar sobre el perfil de los homicidas, el estudio establece que por la similitud de situaciones en que se encontraron los cadáveres de algunas mujeres -mutilaciones, zonas en que fueron arrojadas, entre otras- se puede hablar de "un patrón sistemático y de posibles asesinos actuando en una forma persistente y constante, cuando atacan y matan". A lo anterior lo denominaron "feminicidio sexual sistemático".
De acuerdo con el diagnóstico, la pobreza social y un "explosivo" crecimiento demográfico agravan la violencia contra las mujeres, que en esta ciudad fronteriza representó, tan sólo en 2000, tasas de asesinatos superiores a las reportadas a escala mundial.
El estudio ya fue entregado al presidente de la República, Vicente Fox Quesada, y se hará llegar a dependencias de gobierno para que se utilice como parámetro de las acciones a emprender de forma preventiva. Ello incluye programas de mejoramiento urbano, combatir la deserción escolar -especialmente en el nivel secundaria-, procurar la incorporación de la población al Seguro Popular, así como programas de atención migratoria y establecer políticas de seguridad pública.