Presentaron un set acústico intenso para unos 500 seguidores en el Salón 21
No somos de aquí ni de allá, pero nuestra música es aceptada por todos afirman Los Lobos
Estamos orgullosos de quienes somos; siempre nos acercamos a nuestras raíces, dicen
Ampliar la imagen C�r Rosas, guitarrista de la banda del este de Los Angeles FOTO Ocesa
Los Lobos ofrecieron un espectacular concierto la noche del domingo en el Salón 21, donde brindaron de nueva cuenta una actuación balanceada en la que se combinaron ritmos texanos-chicanos-roqueros con son-corrido-norteño.
Durante hora y media los cinco lobos y sus dos músicos invitados (que también son parte del staff) abrieron un ramillete de canciones, las cuales se agigantaron con las versiones en vivo que hacen estos músicos. Abrieron fuego con notas básicas del rocanrol, bañadas de country y rockabilly, para después tocar un set acústico intenso y cerrar con la música mexicana que cada Lobo lleva en sus genes.
El zurdo César Rosas se acomodó al lado izquierdo del escenario, hacia donde salía el brazo de su guitarra; mientras el otro bastión del grupo, David Hidalgo, se colocó con su lira al otro extremo, tal parecía que esos brazos en los que se sostenían sus seis cuerdas se extendían para abrazar a los asistentes, que de inmediato sucumbieron ante una potente bienvenida: "Good morning Aztlán".
"¿Cómo están?" Preguntó César. Louie Pérez, cuando dejó de cantar y tocar la guitarra se sentó a tocar la batería. Atrás sufrió varios problemas de sonido el tecladista y saxofonista Steve Berlin. Durante las primeras rolas no se escuchaba bien su sax. Conrad Lozano se mostró todo el tiempo sonriente.
Maria Christina, Don't worry baby, Done gone blue y Teresa, Kiko, I walk one fueron algunas de las rolas que bailaron los casi 500 asistentes, que convirtieron la fiesta prácticamente privada en un ensordecedor concierto.
Después llegaron las canciones con olor a tequila y revolución. Corridos como Carabina 30-30, México americano y Anselma retumbaron al sonoro rugir de las cuerdas; allí estaban también como espectadores Sergio Arau, de Botellita de Jerez, y Los Pericos, el grupo argentino. Baile, canto y esperanza con rolas llegadoras a los fervientes escuchas que, en efecto, bailaron y cantaron todo ante un sonido impecable.
El encore: Más y más, extraordinaria versión que fue preámbulo para La bamba, que en la versión de Los Lobos se transpira a la de Ritchie Valens.
"EU ha aprendido muy bien a
explotar a los migrantes"
Al día siguiente del concierto, Los Lobos concedieron la siguiente entrevista a La Jornada.
-¿Cómo es que se logra sostener una carrera durante tanto tiempo?
David: "No es difícil, nuestro propio sonido es lo que nos ha hecho mantenernos durante 30 años. Muchos grandes músicos trabajan duro, nosotros también, hay mucha gente que ha trabajado, pero no ha tenido la suerte de nosotros".
-Mucha gente méxico-estadunidense se identifica con su música, ¿ustedes cómo ven la situación del migrante en Estados Unidos?
Louie: "Nosotros no somos ni de aquí ni de allá, cuando nosotros estamos en Estados Unidos no somos aceptados como mexicanos, en México tampoco se nos ve como mexicanos. Sólo nuestra música es aceptada en todos lados. En cuanto a migración, es algo muy delicado, porque Estados Unidos ha aprendido muy bien explotar a los migrantes, pero al mismo tiempo también los ve como un peligro".
David: "Nosotros estamos orgullosos de quienes somos. Nos hemos querido acercar a México siempre, a nuestras raíces; la canción Carabina 30-30 nos sale muy bien. En todos nuestros conciertos tocamos música mexicana, no cambiamos, ya sea que toquemos en México, en Tokio, en Bruselas, siempre interpretamos música mexicana. Muchas de estas canciones son porque crecimos en barrios mexicanos, no podemos negarlo".
-Acaba de salir el dvd y disco Live at the Fillmore, ¿qué tiene de especial?
-Es en vivo. Es la primera vez que lo hacemos, teníamos cosas filmadas en un show, como el de David Letterman, pero es la primera vez que presentamos un concierto completo y la gente entonces lo puede ver una y otra vez, nos gustaría hacer más de estos.