Robles incurrió en responsabilidad penal, determinan
La inhabilitación cohesiona al PRD en víspera de su noveno congreso
Un año después de la "más profunda crisis de su historia", con una inminente definición de la candidatura presidencial entre sus dos principales figuras y la pretendida inhabilitación de Andrés Manuel López Obrador en el vértice de sus preocupaciones, definida por el sol azteca como un "golpe de Estado del gobierno foxista", el PRD concurre a su noveno congreso nacional en el umbral de sus 16 años con problemas internos postergados por la coyuntura política.
La cohesión buscada en los recientes años de litigios electorales, comicios anulados, lucha de corrientes, pérdida de identidad y alejamiento de la sociedad, converge hoy en el caso de López Obrador. "Estamos ante la posibilidad de llegar a la Presidencia de la República en 2006 y no dejaremos escapar la oportunidad. No permitiremos que el foxismo culmine su intención de cerrarle la alternativa electoral a la izquierda", señalaron integrantes de todos los grupos.
Sin embargo, el relevo institucional de Leonel Godoy por Leonel Cota todavía tendrá que salvar la integración del próximo Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que tendrá que aprobarse en la reunión del Consejo Nacional de la próxima semana. A la fecha, las negociaciones para integrar ese órgano dejan ver la vieja contienda de las corrientes por las carteras.
Desde el encuentro fundacional de 1990 en el cine Opera, los perredistas han acompañado la vida partidista en casi 16 años de éxodos, reacomodos y el recurrente espectro de la confrontación, hoy atenuada por el desafuero del jefe de Gobierno capitalino.
La coincidencia entre las corrientes que infructuosamente intentó desaparecer el saliente Leonel Godoy Rangel en el octavo congreso del año pasado es que el PRD "no ha logrado construir una gobernabilidad estable que vaya más allá de los grupos". Tampoco, aceptan, se ha podido fortalecer la estructura programática ni replantear sus vínculos con la sociedad civil. La "gran reforma del partido", añadieron, tendrá que venir en un próximo congreso.
El recuento congresional perredista convergió inicialmente en el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas después del proceso electoral de 1988, apenas seis meses después de la fundación partidista, cuando empezaron a perfilarse las corrientes internas como Asociación Cívica, Punto Crítico, Línea de Masas, el Partido Mexicano Socialista y la Corriente Democrática formada por ex priístas.
En 1993, el ahora ex perredista Porfirio Muñoz Ledo llegó a la directiva tras el segundo congreso, después de una prolongada disputa con Heberto Castillo y Pablo Gómez. Dos años después, cuando el PRD contaba los militantes muertos durante el salinato, el tercer congreso osciló entre la solicitud de que renunciara Ernesto Zedillo y un gobierno de salvación nacional.
Fue López Obrador quien sucedió a Muñoz Ledo en la presidencia, en 1996, y llevó al PRD a un máximo histórico electoral de 25 por ciento. El ahora jefe de Gobierno capitalino acompañó al cuarto congreso de 1998, un año después del triunfo electoral de Cuauhtémoc Cárdenas en el Distrito Federal. En el periodo lopezobradorista se anularon los comicios internos de 1999, que derivaron en la llegada a la presidencia de Amalia García. Este proceso se reflejó en la votación que los perredistas alcanzaron en 2000.
Poco antes de este último año, el perredismo llegó a un congreso de trámite en el cual se formalizó la alianza electoral rumbo a los comicios presidenciales en los que ganó Vicente Fox. En Zacatecas, el sexto congreso prohibió las alianzas con PRI y PAN.
Después de la turbulenta elección de Rosario Robles, que estuvo a punto de la anulación salvada con un acuerdo de último momento, la ex jefa del gobierno capitalino salió poco más de un año después en medio del escándalo por sus relaciones con Carlos Ahumada y los vínculos de éste con varios funcionarios perredistas.
En el séptimo congreso Robles auspició la creación de una comisión de legalidad que presidió el hoy extinto Samuel del Villar. Las denuncias de fraude, robo de urnas, casillas zapato, desaparición de papelería, prácticas del "salinismo" y la recomendación para que se anularan los comicios internos de 2002 fueron desoídas por Robles.
Apenas en 2004, tres semanas después de los videoescándalos, el octavo congreso culminó con la renuncia de Cárdenas Solórzano a todos los cargos partidistas, ante el fracaso por reconvertir a las tribus en corrientes de opinión y la creación de la comisión anticorrupción, que en el congreso entregará sus conclusiones.
Con la afinación de la estrategia para hacer frente a un largo proceso vinculado al proceso de desafuero y consignación de López Obrador, y la enmienda a una decena de artículos estatutarios, el noveno congreso nacional comenzará hoy con el relevo en la directiva perredista.
Informe de la comisión anticorrupción
La Comisión Anticorrupción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) aprobó anoche el informe que presentará en el congreso nacional. Se concluye que sí hay responsabilidades penales de la ex presidenta nacional Rosario Robles Berlanga y José Ramón Zebadúa, ex coordinador financiero, en el endeudamiento que se contrajo durante su gestión, que concluyó en agosto del 2003.
El informe será sometido a la aprobación de los mil 500 congresistas que determinarán si se da vista del expediente a la Procuraduría General de la República.
La comisión sugerirá al congreso darle vista a la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia para que ahonde en esta indagatoria y revise con mayor profundidad la facturación repetitiva, especialmente para ciertas empresas, elemento coincidente con el informe que sobre este asunto rindió el Organo Central de Fiscalización.