El historiador presentó su libro Mientras bebe un buen café
Hay que aplicar los refranes como vivencia cultural: González Fuentes
Ampliar la imagen Las actrices Lorena Vel�uez, Blanca Guerra y Edith Gonz�z escoltan al historiador V�or Manuel Gonz�z, luego de la presentaci�e su libro de cuentos cortos FOTO Guillermo Sologuren
Con un presídium de honor integrado por las actrices Blanca Guerra, Lorena Velázquez y Edith González, el histrión Víctor Carpinteiro, el ex ministro de Ecología de Guatemala Carlos Cáceres, y las académicas Adriana Fernández y Celia Ayala, en el Bar Sella de la calle Morelos se presentó hace unos días el libro de cuentos cortos Mientras bebe un buen café, del historiador Víctor Manuel González Fuentes.
En el primer piso del referido centro de esparcimiento las mesas lucieron llenas de parroquianos. González Fuentes ocupó una esquina de la mesa. Dar a conocer su libro en ese sitio se debió a la necesidad de "sacar de la formalidad a las presentaciones y ambientar ésta conforme al libro", expresó en entrevista.
González precisó que su obra tiene tres niveles: "Hay unas cuestiones de anécdotas personales o de algunos amigos; algo de investigación, pues soy historiador, por eso para el capítulo sobre los barrios me senté a platicar con gente que vive ahí. Ya después le puse el guacamole anecdótico de que es a través de una entrevista en radio, pero en realidad es de una investigación histórica.
"La tercera es producto de algunas vivencias turísticas, como es el caso del capítulo de la Carta a Fidel. Están contenidas experiencias de los años 70 para acá. Excepto lo de los barrios, todo lo demás es de entonces a la fecha".
Jugar con el doble sentido
Hay humor que hace desternillar. "Se trata de recuperar un doble sentido que no ofenda, sino que juegue; de que haya un albur que tampoco ofenda; el que lo pescó bien y el que no, no pierde contexto en el libro, que es también lo que se busca.
"Otra cosa es que hay actualmente una tendencia a publicar diccionarios de refranes. Acá de lo que se trata es de aplicarlos, como se hacía en la vida práctica, para que no quede sólo como una cuestión de libro, sino como una vivencia cultural", agregó.
González Fuentes, en tanto que historiador, expuso que cree "mucho en la historia reciente. Hay corrientes que dicen que la historia es de 50 o 100 años para atrás, que lo demás es sociología. Yo soy seguidor de la historia reciente; lo que pasó ayer, hace una hora, es historia. Entonces por qué no presentar la historia reciente de una manera agradable y con una aplicación literaria.
"Me he llevado experiencias con gente de pueblo, de rancho, con analfabetos, que han sido mis amigos. Aprender de ellos cómo aplicar los refranes y lo que intentaban decir es lo que trato de llevar a la práctica en el libro. Llamarle recuperar sería demasiado pretencioso".
Un café con Espartaco
El libro Mientras bebe un buen café hace recordar a las obras de Artemio del Valle Arizpe, en su trato con lo cotidiano: "Sí, es ese tipo de presentar la historia de manera agradable, con lo que se vive, sin tratar de ser tan hermenéutico. Creo que de Guillermo Prieto o Jorge Ibargüengoitia, hay que sacar ese estilo a flote y no perderlo.
"Carlos Monsiváis, por ejemplo, era así, pero últimamente ya filosofa mucho. Pasó a otra etapa de su carrera, maravillosa, pero ya dejó esa parte picosa, de sátira, de recuperar ese México, de hablar del Santo. Otros se han ido muriendo o cambiando de estilo. Soy seguidor de Guillermo Prieto, de Del Valle Arispe... de todos ellos".
Un personaje recorre las páginas de su obra: Espartaco. "Es, en primer lugar, el libertador de esclavos. Es una gente que vive constantemente en la realidad, trata de fugarse de ella a través del alcohol y las mujeres, pero no niega la cruz de su parroquia. Sigue su vida y aún no encuentra la bolita de cómo cambiarla. Critica todo, pero está en esa eterna búsqueda, en esa relación dialéctica de vivo mi vida, vivo lo que está dejando de ser.
"Critica las hamburguesas, pero usa todo su contexto. No hay propuesta y, además, un libro de cuentos no tiene por qué tener propuesta. Siguiendo la manera de escribir de Gabriel García Márquez, un libro de cuentos no tiene principio ni fin.
"Eso de salirse de lo formal, de tener ganas de vivir la vida y no ser tan acartonados, es lo que lleva a plantearse vivir en libertad".
Es, en fin, un libro para leerse mientras se bebe un buen café, "o en un parque, o hasta en un buen retrete. Va parte de lo nuestro en ese libro.
"En una conversación todos podemos ser educados, pero salimos y ponemos el auto en doble fila. Es un laberinto de la soledad".
El libro (Editorial Kapelmex) cuesta entre 80 y 100 pesos, en librerías establecidas. "Trata de la manera de querer mucho la vida. Por eso es el cuento ¡Viva México, cabrones! México tiene que cambiar, pero andamos en esa búsqueda. Hay que quitar cierta formalidad para que nos encontremos", finalizó González Fuentes.