Hay "malos tratos" de fuerzas de la coalición, afirma
Denuncia la ONU "torturas y arrestos ilegales" en Afganistán
Kabul, 22 de abril. Cherif Bassiuni, un experto independiente con mandato de Naciones Unidas para evaluar la situación de los derechos humanos en Afganistán, denunció "torturas, arrestos ilegales y malos tratos" de la coalición militar dirigida por Estados Unidos, así como por las fuerzas afganas.
En su informe para la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, publicado esta semana, Bassiuni recordó que la fabricación y el tráfico internacional de heroína son, junto a la generalizada corrupción, "las amenazas más serias que pesan sobre la seguridad y el estado de derecho en Afganistán".
Centró su informe en la persistencia de numerosas violaciones de derechos humanos en el país, entre las que destacó las cometidas por las fuerzas de la coalición, como abusos sexuales, golpes, tortura y utilización de la fuerza que causaron la muerte.
Indicó que indigencia forzada, privación sensorial, del sueño y de la comida; obligación de permanecer en cuclillas o de pie en posturas dolorosas durante periodos prolongados y enceguecimiento con capucha son prácticas que fueron observadas por diversos testigos.
Evocó pesquisas de domicilios, arrestos y detenciones de nacionales y extranjeros sin autoridad legal ni examen judicial, a veces durante periodos prolongados.
Para Bassiuni, "el impacto de estas prácticas abusivas y la ausencia de medidas para remediar los problemas crean un clima político desfavorable que podría hacer fracasar el proceso de paz y de reconciliación".
Entre tanto, la cadena NBC informó que el ciudadano alemán Khaled el Masri, sospechoso de terrorismo, fue capturado en Macedonia por la CIA de Estados Unidos, y llevado a una prisión en Afganistán donde estuvo encarcelado seis meses pese a que poco después de su detención quedó en claro que era inocente.
El Masri estuvo detenido en secreto tres meses mientras agentes de la CIA analizaban qué hacer con él, hasta que Condoleezza Rice, entonces secretaria de Seguridad Nacional, ordenó su libertad, lo que ocurrió meses después.
Este caso volvió a poner de relieve la controversia sobre las prácticas conocidas como "interpretación" usadas por las fuerzas armadas de Estados Unidos para capturar sospechosos de terrorismo y encarcelarlos en países donde su trato está fuera de las leyes estadunidenses.
"Esto es algo profundamente irritante", dijo el consejero general de la CIA, Jeffrey Smith, a NBC News.