Se deben incluir "los incentivos con que cuentan docentes y alumnos para tener éxito en aula"

No sólo con inversión crece la calidad educativa, dice la OCDE

Los niveles altos, ajenos al monto que los estados destinan a la enseñanza, señala Gabriela Ramos

LAURA POY SOLANO

Los recursos económicos que se destinen a la educación son importantes "pero no suficientes" para garantizar las metas de elevar la calidad y la cobertura de enseñanza nacional, afirmó Gabriela Ramos Patiño, directora de la oficina de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para México y América Latina, quien agregó que se deben incluir factores como "la estructura del sistema educativo, la preparación de los maestros, así como los incentivos con que cuentan docentes y alumnos para tener éxito en el aula".

En el contexto del cuarto Encuentro Internacional de Educación sobre el informe del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) 2003, señaló que la participación de México en las evaluaciones internacionales permite establecer cuáles son los retos que tiene el país, "los cuales tienen que ver con la necesidad de alcanzar mejores niveles de calidad, al mismo tiempo que se impulsa la cobertura".

La funcionaria de la OCDE destacó que los resultados educativos no se vinculan únicamente con el producto interno bruto (PIB) per cápita de los países, pues a pesar de que existe una "evidente relación entre lo que se gasta por alumno y el PIB per cápita, esto no significa que los estados que más gastan tengan mejores niveles académicos".

Agregó que en países como Estados Unidos, en los que el gasto es mucho más elevado que el promedio de los países miembros de la OCDE, "obtienen resultados por debajo de la media, mientras naciones como Sudcorea y Finlandia, que invierten la mitad de lo que gasta ese país, se encuentran en los primeros lugares".

Poder de las evaluaciones abiertas

Yoloxóchitl Bustamante, subsecretaria de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Pública, aseguró que si bien las evaluaciones abiertas "son valiosas", tenemos que contextualizarlas y considerar las realidades que viven los estudiantes, que son "muy distintas a las de otros países, por lo que debemos adecuar nuestros instrumentos de medición y estandarizarlos para que nuestra gente comprenda claramente qué le estamos preguntando".

Aseguró que atender a 33 millones de estudiantes en todo el sistema educativo es un reto en el que se deben considerar aspectos como la alimentación y la salud, "problemas totalmente resueltos en países como Finlandia y Suecia".

Por más esfuerzos que haga la escuela -indicó- si el problema alimentario o de salud está irresuelto, "la materia prima, los niños, no están en las mismas condiciones, por lo que no se puede comparar una población de Helsinki con una de Oaxaca".

Sobre los bajos resultados obtenidos por los estudiantes mexicanos en la prueba PISA 2003, donde México quedó en el lugar 38 de 41 naciones evaluadas, reiteró que las cifras deben ser analizadas "considerando el contexto real en que viven los alumnos, sin soslayar los resultados positivos de los programas aplicados en esta administración".