Con ayuda económica de familiares pudo cruzar la frontera, donde pidió apoyo del consulado
Mujer guerrerense logra traer de EU a su esposo desahuciado
Refugio Sánchez trabajó dos años en Illinois; los médicos le detectaron cáncer y previeron 2 meses de vida
Chilpancingo, Gro., 24 de abril. El campesino Refugio Sánchez Trujillo, de 35 años de edad, fue trasladado este fin de semana a su pueblo natal, Ixtlahuacatzingo, municipio de Pedro Ascencio Alquisiras -mejor conocido como Izcapuzalco, nombre de la cabecera-, donde se rencontró con sus padres y sus dos hijas, proveniente de Chicago, Illinois, donde se le diagnosticó cáncer en fase terminal.
Hace poco más de dos años, Refugio se sumó a los casi 800 mil guerrerenses radicados en Estados Unidos, que dejaron sus comunidades de origen en busca de mejores condiciones de vida para sus familias, ante la falta de oportunidades de trabajo en la entidad.
Sin saberlo, aparentemente en buenas condiciones de salud, el campesino cruzó la frontera de México con Estados Unidos en busca de lo que llaman el sueño americano, cuando ya era víctima de cáncer en el estómago, el cual ha invadido todo su cuerpo.
Así, el intento de obtener recursos para aliviar las penurias económicas de sus familiares se convirtió en un verdadero martirio para Refugio Sánchez, quien fue desahuciado por médicos del Hospital John Stroger del condado de Cook, Illinois. Le dieron de uno a tres meses de vida.
"Refugio no tenía dinero ni seguro médico, trabajaba en una fábrica y apenas ganaba dinero para mandarle a su familia", contó Agustina Sánchez, tía del migrante, al periódico Hoy, que se publica en Chicago. "Se aguantó hasta que no pudo más con el dolor. No creyó que fuera tan grave su situación".
Laura Patricio, esposa de Refugio, obtuvo recursos económicos, con ayuda de familiares para cruzar la frontera sin documentos y reunirse con su esposo en Chicago, donde pidió ayuda a las autoridades consulares mexicanas para regresar a Ixtlahuacatzingo, localidad que cuenta con cerca de 490 habitantes, la cual está ubicada en el norte de Guerrero, a dos horas de camino de la ciudad de Iguala.
"No me importó nada, sabía que me agarraría la migra (Patrulla Fronteriza de Estados Unidos), y si lo hacía, probaría una y otra vez hasta cruzar", dijo Laura. "Mi meta era encontrarme con mi marido. Ni sentí el viaje, lo que me urgía era llegar".
Laura recordó el momento en que se encontró con su cónyuge, acostado en su lecho de dolor. "Fue como un golpe que me tiró al piso. No quiero creerlo todavía. Tengo fe que lo atenderán en México, que se recuperará y volveremos a ser la familia de antes".
La dura realidad no hizo mella en la fe de Laura. A pesar de que los médicos no previeron dos meses más de vida para Refugio, su esposa indicó que ella y su familia "tenemos la esperanza de que un milagro ocurrirá".
Refugio y Laura arribaron el viernes al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Ahí los esperaba una ambulancia que los trasladó al hospital de Oncología del puerto de Acapulco, donde se realizó una valoración de su expediente médico.
Refugio regresó este domingo a su hogar, donde lo esperaban sus hijas Kenia y Patricia, de 12 y 10 años de edad, respectivamente, así como sus padres Trinidad Sánchez y Teresa Trujillo. Como era su deseo, ahora se encuentra en su pueblo esperando el desenlace de su enfermedad.
Ante el drama de Refugio y los suyos, la Federación de Comunidades Guerrerenses, con sede en Chicago, emprendió una campaña de recolección de fondos para la familia del migrante, informó el titular del organismo, Fabián Morales.
La secretaria de Desarrollo Social de Guerrero, Gloria María Sierra López, comentó que "la vida de Refugio Sánchez representa con crudeza nuestra situación social, y en la que viven nuestros paisanos" avecindados en territorio estadunidense con intención de mejorar la vida de sus familias.
Asimismo, la funcionaria admitió que en Guerrero "no se han creado las condiciones de desarrollo y de atención social para la gente de escasos recursos económicos", por las cuales se consiga arraigar a los guerrerenses en sus comunidades.
"En el caso de Refugio, fue una obligación humanitaria cumplir con su anhelo de estar con su familia; por ello, el gran reto de esta nueva administración estatal (encabezada por el gobernador de filiación perredista Zeferino Torreblanca Galindo) será de combatir profundamente la marginación y la pobreza", asentó Sierra López.
Sólo este mes han sido repatriados a Guerrero desde Estados Unidos los cadáveres de los indígenas Roberto Andrés Santos, a su comunidad de Zacazonapa, municipio de Tixtla; el de Adelaida Rodríguez Estrada a Zapotitlán; y el de Martín Paredes a Tecpan.