El Presidente ''ha ido metiendo la pata una tras otra, sin remedio y aliado al imperio''
Sugiere Castro a Fox renuncie como salida al conflicto con López Obrador
''Qué va a hacer? ¿Pedir a su amigo (Bush) que le envíe la división aerotransportada para sacar al gobernador?''
La Habana, 26 de abril. En su más violento discurso contra un gobierno de México, Fidel Castro dijo hoy que el modelo económico va a desestabilizar al país y sugirió que Vicente Fox renuncie a la Presidencia, como salida al conflicto surgido tras el desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
Con frases hirientes y sarcasmos, Castro habló públicamente y en detalle de la situación mexicana, en una forma que dejó cortos sus propios discursos con los que se ha enfrentado en los últimos años a Fox y a su antecesor, Ernesto Zedillo.
El líder cubano dijo, por ejemplo, evocando el pasado de Fox como directivo de Coca Cola: ''Hay que estar rematadamente loco para creer que un buen administrador de una empresa puede ser un buen administrador de un país. Rematadamente loco. Son dos cosas tan diferentes. Ha ido metiendo la pata, una tras otra, sin remedio. Todo eso aliado al imperio''.
Tras un descanso de fin de semana, el mandatario reanudó este martes su serie de intervenciones nocturnas, que transmiten la radio y la televisión en cadena nacional. Llevaba más de tres horas leyendo y comentando despachos de prensa sobre distintos tópicos internacionales, cuando se detuvo en Ecuador y ahí enganchó el tema de México.
''Candidato despojado''
Empezó a leer un texto que no identificó, pero parecía un informe interno. El documento arrancaba con el caso de López Obrador y citaba que diversas fuerzas acusan ''al gobierno de Fox de querer sacar del juego político al candidato con más respaldo en las intenciones de voto. La marcha del domingo 24 se dice que reunió más de un millón de personas en apoyo al candidato que fue despojado del derecho a postularse'', siguió Castro, leyendo una de sus carpetas.
Ahí levantó la vista y se detuvo para explicar: ''Esto es un tema complejo, delicado. Nosotros no queremos emitir juicios, excepto que no nos quede más remedio. Tenemos amplias relaciones con las fuerzas políticas mexicanas que están envueltas en una lucha''.
Pero la ofensiva no hizo entonces más que empezar y arrancó por la situación económica. ''Lo que sostengo es que este orden económico está desestabilizando y va a desestabilizar a los gobiernos, incluso a México'', dijo Castro, y subrayó: ''Incluso a México. No tengo la menor duda''.
De ahí se siguió: ''El TLC acaba con la agricultura mexicana. Ha lanzado a la calle a millones. Hay una situación dura. Hay que ver cómo tratan, cómo maltratan, cómo cazan a los emigrantes mexicanos. Hay que ver la crisis económica, cómo las maquiladoras aquellas que pusieron en la frontera desaparecieron y se fueron para otro país (...) el petróleo es la principal fuente de ingreso y sostiene todos los gastos del gobierno; ha habido muy pocas inversiones y las reservas de petróleo están escaseando''.
Castro elogió la ''gran revolución'' de 1910, para indicar que casi un siglo después ''la derecha tomó el gobierno con apoyo de Estados Unidos''.
Elevó el tono de voz y endureció el semblante para decir que el gobierno de Fox está ''aliado al imperio contra Cuba, rompiendo la tradición mexicana de amistad que tiene tanta historia. Conducido como un corderito por la mano del amo, lo ha llevado a todas estas situaciones, hasta la última: el grosero engaño de Ginebra'', señaló Castro, aludiendo a su revelación de que México prometió abstenerse en la reciente votación sobre la isla en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas, pero a última hora cambió el voto en favor de la resolución.
Luego reprochó al gobierno de Fox ''su silencio bochornoso de todo lo que está pasando ahí'' (aparentemente el posible tránsito por México de Luis Posada Carriles), su complicidad para dominar la OEA, introducir el ALCA, destruir el esfuerzo de los sudamericanos y de los caribeños, que quieren cambios y no quieren ALCA, que quieren otra integración de otra forma, que quieren independencia, que quieren defender sus derechos, sus intereses. Ese es el papel que está haciendo el gobierno mexicano. Nadie sabe cómo va a arreglar esto''.
Luego, con pequeños comentarios, siguió la lectura de su texto, con una reseña sobre la situación fronteriza, la emigración indocumentada, el narcotráfico, el tráfico de personas, la extrema pobreza y los conflictos indígenas.
Siguió leyendo notas sobre la marcha del domingo y llegó a un punto que cita a Los Pinos calificando de ''provocación'' el regreso de López Obrador a su puesto.
''El amiguito de Bush dice que el regreso es una provocación'', acotó Castro. Leyó una nota que recuerda el origen del caso El Encino y dijo: ''Está un poco extraña la cosa, ¿no? Si alguien vende el país completo, no le pasa nada. Pero si alguien suspende la obra vial en un terreno expropiado a un particular, hay que desaforarlo. No entiendo bien. Es una manera un poquito rara''.
Castro había pasado de la virulencia de minutos antes a la burla y ahí tomó su tiempo para un chiste: ''Desaforado desafuero por desaforados desaforadores''.
Se extendió con las notas de la marcha y las reacciones del lunes. Brincó una que cuenta el acuerdo de la Cámara de Diputados para pedir al canciller Luis Ernesto Derbez que renuncie a su candidatura a la OEA. El comentario fue: ''El PAN se ha quedado solo. Casi casi México está a punto de quedarse sin PAN, sin PAN político''.
Recordó su tesis de que Derbez perderá la elección: ''Las posibilidades de este caballero nadie sabe dónde están''. Citó en extenso una de las notas sobre la demanda de la Cámara y apuntó: ''Hay una lógica aplastante''. Sin lectura de por medio, pasó entonces a revisar la posición de Fox ante el regreso de López Obrador a su puesto:
''Ahora ¿qué va a hacer el caballero? ¿Va a llamar a su amigo? ¿Qué le va a pedir? ¿Que le envíe la división aerotransportada para sacar al gobernador que ha tomado posesión? No será fácil. Un gobernador que el pueblo ha llevado ahí, acompañado de más de un millón y ha ocupado su cargo otra vez: aquél dice que es una provocación''.
Castro entró a interpelar a Fox: ''¿Qué es lo que va a ocurrir? ¿Es que acaso cree que está en los tiempos que puede decir al Ejército que vaya ahí a matar a 500, y a tomar por asalto? No. Esos tiempos pasaron y van quedando atrás''. Y luego exploró la desembocadura del conflicto: ''O le piden la división aerotransportada o se jubila anticipadamente. Puede ser una de las soluciones. Ningún estatuto de la Constitución niega el derecho a cualquier ciudadano a renunciar a su cargo. Eso es preferible antes de que haya divisiones, antes de que haya violencia''.
Dijo más: ''Me pregunto si siendo Presidente de la República acaba de declarar lo de aquella (''provocación'') al hombre que han desaforado, al hombre que han destituido y que ha llegado a tomar posesión apoyado por un millón de personas''.
Castro expuso así su percepción del conflicto: Fox ''acepta lo que sigue, y no veo forma que pueda impedirlo, y se queda sin autoridad ninguna o hace un disparate. No es que estoy deseando que se dé una situación de ésas, pero veo un cuadro, a partir de todo eso que les he leído, un cuadro sin salida. Veremos qué inventa''.
Ahí cerró el capítulo principal sobre México. Entró a Nicaragua, pero hizo un paréntesis para volver a la CDH. Abordó la propuesta cubana, presentada este año y consultada el año anterior, para que el organismo inspeccionara la situación de los presos en la base naval estadunidense de Guantánamo.
Pidió al vicecanciller encargado del despacho, Bruno Rodríguez, que expusiera un informe hasta entonces confidencial sobre la posición mexicana en 2004 respecto a esa iniciativa. El viceministro dijo que el año anterior Fox instruyó a Derbez que consultara con la Secretaría de Estado de Estados Unidos la votación sobre ese caso.
La línea mexicana, dijo Rodríguez, era que si el margen de votación era corto, el voto sería en contra. Si el margen era amplio, México estaría a favor ''para proteger su credibilidad''. Volvió al tema Nicaragua y así concluyó su intervención.