Usted está aquí: miércoles 27 de abril de 2005 Espectáculos La gente está urgida de canciones que la hagan vibrar: Martirio

La española realizará breve temporada en el Lunario del Auditorio desde mañana

La gente está urgida de canciones que la hagan vibrar: Martirio

Con guitarrista y pianista, dice que condensará todo el amor en canciones de Cuba y México

Ha fusionado coplas con blues y tangos con flamenco, en 30 años que lleva en la música

ARTURO CRUZ BARCENAS

Su nombre: Martirio; sus atuendos: únicos, estilizados, sensuales; sus ojos: un misterio detrás de los lentes que usa como si fueran máscara, expresó ella misma en rueda de prensa realizada ayer en el Lunario del Auditorio Nacional, donde se presentará el 28, 29 y 30 de abril.

Martirio, no tiene que ver, necesariamente, con el sufrimiento. Lo tomó, precisó, de la raíz griega de la palabra, que significa testigo, persona que da cuenta y fe de lo visto y sentido. Su nombre real es Maribel Quiñones y es considerada en su país una artista original, con 30 años de trayectoria.

Ha realizado un profundo trabajo de investigación musical y ha fusionado coplas con blues y jazz; boleros y tangos con flamenco. En 1981 se incorporó al grupo Caracha, recuperador del cancionero popular español. Después se inventó un personaje: Martirio, una suerte de tonadillera posmoderna ataviada con vestidos conceptuales, peinetas hermosas y unas semptiternas gafas oscuras, que le dan un añadido glamoroso.

Martirio sienten las mujeres que cantan sus cuitas sentimentales y sexuales, con sentido del humor desconocido en el trágico mundo de la copla.

Producción discográfica

Estoy mala (1986) fue su primer disco como solista, al que siguió Cristalitos machacaos (1989). El tercero fue La bola de la vida del amor (1991) y el cuarto He visto color (1994). En 1997 apareció el disco-libro Coplas de madrugá. En ese mismo año grabó con Compay Segundo dos temas para Lo mejor de la vida. En 1999 dio a conocer Flor de piel, con la colaboración musical de su hijo, el guitarrista flamenco Raúl Rodríguez, quien lo acompañó en la rueda de prensa de ayer. El tocó la lira y ella cantó Quiéreme, de María Greever.

En 2001 lanza Mucho corazón. Por fin llega a México, para presentarse en el Lunario.

Dijo que canta temas populares clásicos, "cosas como de María Elena Valdelamar, Chelo Velázquez, María Greever, más la influencia y amistad de intérpretes como Chabela Vargas, a quien conozco y con quien he cantado; a Lila Downs; a Soledad Bravo. Retomo sus temas y melodías que mucha gente joven no conocía. El Atlántico nos une; hay tantas cosas sociales que nos unen...

"Es la primera vez que me presentaré con un guitarrista: Raúl Rodríguez, y un pianista: Jesús Lavilla. Se condensará toda la fusión y la verdad, la emoción, toda la desnudez y todo el amor, con canciones de Cuba, Venezuela, Argentina, México, España... Será un recorrido del que espero que nadie salga igual que cuando entró.

"Cuando en un escenario se da la verdad, ésta es absolutamente transformadora de las personas. A mi regreso de esta visita a México espero salir con un repertorio aún más grande, para hacer un disco de flamenco con vuestras canciones, de México."

Añadió que es testigo de su tiempo: "Por eso soy Martirio".

-¿Qué opina de quienes dividen el canto popular del llamado de culto?

-Eso de culto me parece elitista. Creo que hay que formar los oídos desde los gobiernos hasta las escuelas, las familias. La canción popular está en un momento especial porque la gente la necesita; las personas están urgidas de melodías que las hagan vibrar.

-¿Las letras de antes eran más fuertes en su contenido que las de hoy?

-Hay un poco de todo, pero ahora se están difundiendo popularmente letras que no tienen mucha enjundia, mucho mensaje, mucho por dentro.

"Hay muchas canciones que me hacen reír, y otras que me hacen llorar. Esas pequeñas cosas -de Serrat- me hace llorar."

"Me encanta disfrazarme"

Publicó un libro en editorial Planeta que se llama La vuelta a Martirio en 40 trajes. "Desde 1985 he reunido vestidos y complementos. Me encanta disfrazarme. Amo la máscara, por eso uso los lentes. Me siento underground con mis gafas."

-Con ese nombre artístico, con esos vestidos y con esos lentes, ¿dónde queda la vanidad de la mujer?

-No quiero tener una corte que me proteja; quiero poder meterme en un autobús.

En el Lunario, Martirio interpretará, precisó, con "el aroma de lo desnudo, pues existe lo primordial a flor de piel. La voz es la piel del alma cuando se oye la respiración de los verdaderos sentimientos. Es por eso que cuanto más elemental es el acompañamiento de esta voz, más se expresa el corazón y más fulminante se recibe, más rito, más reto".

Mujer de carácter, dijo que le gustan las canciones en las que la mujer va hacia delante, en las que no se castiga o se está atormentando. Así es y así será.

Martirio, Lunario del Auditorio Nacional, 28, 29 y 30 de abril, desde las 21 horas. Boletos Sistema Ticketmaster, al 5325-9000, Mix Up, Liverpool y en taquillas.

 
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