Fallecen tres soldados estadunidenses en ataques en el sur y el norte del país ocupado
Una docena de atentados suicidas en Irak dejan al menos 43 muertos
En Bagdad, Madaien, Erbil, Basora y Baaquba, las principales acciones de la resistencia iraquí
Abu Mussab Zarqawi reivindica bombazos; pide en mensaje agredir a las tropas estadunidenses
Ampliar la imagen Jalil (derecha), comandante del ej�ito iraqu�llega al hospital Al Numan, donde yacen los 13 soldados que murieron en un atentado explosivo en Bagdad FOTO Ap
Bagdad, 29 de abril. Al menos 43 personas murieron y más de 100 resultaron heridas en una docena de atentados con coches bomba en Irak, en una de las jornadas más sangrientas de los últimos meses y un día después de la aprobación parlamentaria del gobierno del chiíta Ibrahim Jaafari.
La principal ola de ataques comenzó en Bagdad hacia las 8 de la mañana (tiempo local) con una serie de explosiones de cuatro coches bomba en los barrios sunitas de Adhamia y Saligh, que dejaron 13 muertos y 50 heridos.
Allí, siete soldados, dos policías y cuatro civiles fallecieron, según una fuente del Ministerio del Interior iraquí, que precisó que entre los heridos había 35 civiles, 13 soldados y dos policías.
Estos atentados ocurrieron a menos de 24 horas después del voto de confianza otorgado por el Parlamento al nuevo gabinete iraquí, donde siete puestos quedaron vacantes, gabinete que fue criticado por los sunitas pero recibido con beneplácito por el gobierno de Estados Unidos, y con prudencia en algunos países árabes.
En Adhamia, donde al menos una de las acciones fue obra de un atacante suicida, las explosiones destruyeron algunos edificios y varios vehículos.
A mitad de la mañana, al este de la capital, dos coches bomba estallaron con poco tiempo de diferencia, el primero al paso de un convoy del ejército iraquí y el segundo cuando la policía quiso inspeccionar un vehículo sospechoso. Se reportaron un muerto y ocho heridos.
En Madaien, al sur de Bagdad, tres coches bomba estallaron al paso de una patrulla de la policía, cerca de una central telefónica y de un hospital, lo que causó nueve muertos, entre ellos un policía y dos miembros del Ministerio del Interior, además de 35 heridos.
Las fuerzas iraquíes entraron en Madaien el pasado 17 de abril para verificar si había allí rehenes chiítas detenidos por insurgentes sunitas, pero nada encontraron.
En la ciudad kurda de Erbil, al norte de Bagdad, dos personas, un zapador y un civil, murieron en la explosión de una bomba.
En la ciudad chiíta de Basora, al sur de Bagdad, un miembro de la fuerza de guardafronteras murió y otros dos quedaron heridos por la explosión de una bomba al paso de su patrulla.
En la sunita Baaquba, al noreste de la capital, un ataque suicida mató a un policía e hirió a otros 11, además a cuatro civiles.
Otras ocho personas fallecieron en ataques en distintos lugares del país, según fuentes oficiales y médicas, lo que transformó la jornada de hoy en una de las más sangrientas de los últimos meses.
Al final del día, tres soldados estadunidenses murieron y dos resultaron heridos tras la explosión de dos coches bomba, una en el oeste de Irak, otra al norte de Bagdad, anunció el ejército.
En un comunicado, el ejército de Estados Unidos anunció el arresto de siete personas, sospechosas de haber participado en los atentados de este viernes en Bagdad y su región.
Un consejero chiíta en materia de seguridad nacional, Mouaffak Rubaie, calificó estos atentados como un intento por desatar "una guerra intercomunitaria" entre sunitas y chiítas, y para "crear caos" en el país ocupado.
Mientras, el jefe de la red Al Qaeda en Irak, Abu Mussab Zarqawi, quien reivindicó varios de los atentados de hoy, instó además este viernes a los musulmanes a que ataquen a las fuerzas estadunidenses, en un mensaje de audio titulado "A los hijos de la nación islámica: firmeza, firmeza".
"Mujaidines, vayan con la bendición de Alá. No dejen pasar ningún convoy. Que nuestras explosiones transformen sus noches en días", indica la voz de este mensaje, que parece ser la misma que en anteriores atribuidos a Zarqawi.
Algunos elementos mencionados en el mensaje hacen pensar a expertos militares que fue grabado después del 19 de abril.
De origen jordano, Zarqawi es el hombre más buscado en Irak, por el cual Estados Unidos ofrece 20 millones de dólares.
El último mensaje atribuido a Zarqawi, difundido el 23 de enero de este año, instaba a una "guerra implacable" contra las elecciones en Irak, destinadas, según él, a darle el poder a los chiítas, que los fundamentalistas de la red Al Qaeda consideran traidores.
Demandan ejecución de Hussein
En el plano político, durante sus oraciones del viernes, los imanes chiítas indicaron hoy que esperan que el gobierno se centre en los serios problemas de la inseguridad, y uno de ellos, Sadreddin Kubbanji, del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak, de Abdel Aziz Hakim, exigió inclusive la ejecución del derrocado presidente Saddam Hussein, que espera en prisión ser juzgado.
En cambio, los sunitas, quienes estiman que la composición del flamante gabinete -donde lograron sólo puestos secundarios- consagra su marginación, afirman que temen una campaña de represión en su contra, teniendo en cuenta que son los acusados de animar las acciones de la resistencia.
En tanto, un tribunal militar de Estados Unidos condenó a muerte al sargento estadunidense Hasan Akbar por el asesinato de dos oficiales en una base castrense de Kuwait, en un ataque con granadas y rifle en los primeros días de la invasión de Irak, en 2003.
El jurado de 15 personas deliberó durante siete horas antes de elegir la pena capital entre tres opciones posibles, que incluían también cadena perpetua ordinaria -con posibilidad de libertad condicional- y cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La sentencia se someterá de manera automática a un proceso de apelación. Si la apelación fracasa, el sargento, de 34 años, será ejecutado mediante inyección de un compuesto químico letal.
Antes de iniciar su deliberación, el jurado escuchó una declaración no jurada de Akbar, quien en voz muy baja pidió disculpas por su acción.
"Quiero disculparme por el ataque que se ha producido. Sentí que mi vida estaba en peligro y que no tenía otra salida. Quiero pedirles perdón", dijo el militar.
El sargento es el primer estadunidense desde la época de Vietnam a quien se juzga por dar muerte a compañeros de armas en tiempo de guerra.