Viva Vivaldi

OTRO DE LOS autores que buena parte de la melomanía conoció en su infancia es Antonio Vivaldi, autor de una música solar, soleada, sonriente, optimista, desenfadada. Libre. Por supuesto que Las cuatro estaciones es uno de esos tesoros de la infancia que duran toda la vida. Pero un leve alargar la mirada nos conecta con un río heracliteano que se extiende, como en Mozart, a unos cinco centenares de partituras paradisiacas. Entre las variadas opciones asequibles hoy día, y en las que figuran las versiones despampanantes del conjunto italiano Europa Galante, destaca un disco de belleza singular: Il gardellino (discos Quindecim, compañía mexicana digna de elogio), grabado por el maestro Horacio Franco, quien es uno de las grandes personajes del concertismo europeo (en aquel continente lo aclaman en su justa dimensión, mientras en México, como suele suceder con todo lo bueno que tenemos, se ignora su gran valía) y que en este disco despliega el encanto de la música de Vivaldi para flautas de pico y de otros autores afines. Muchas fiestas para un feliz Día del Niño.