Usted está aquí: lunes 9 de mayo de 2005 Política En marcha, proyecto de la UNAM para apoyar a estudiantes de pueblos indios

El Estado ha establecido un "modelo de educación bastardo": José del Val

En marcha, proyecto de la UNAM para apoyar a estudiantes de pueblos indios

KARINA AVILES

"Me llamo Dometila Bolom Huet. Nací en Nuevo Huixtal, Chiapas. Hablé el español hasta la secundaria, tenía 17 años. Mi padre me dijo: 'no puedes, no puedes' ir a la escuela, y yo le dije: 'nomás dame permiso'.

"Aquí, en la ciudad de México no tengo con quién hablar mi idioma, es el tzotzil, pero yo soy de la variante huixtan. No me molesta nada del español, lo que me motivó a hablarlo fueron las injusticias de gente que habla español y que van al pueblo a comprar plátano, café, a un precio que yo pensaba: ¡qué es esto! Estaba a 10 pesos el kilo de café y lo compran en seis. Yo lo veía muy injusto y decía: 'si yo supiera hablar español los defendería'".

La voz firme de Dometila suena fuerte en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es pequeña, de lentes y forma parte de ese 3 por ciento del sector indígena que, no en México sino a escala continental, está en la educación superior.

Participa de un reciente proyecto en la UNAM, resultado de un pacto establecido el año pasado con representantes de las comunidades originarias para ampliar a los pueblos indios los espacios en la universidad y con ello dar paso a la creación de una pluriculturalidad educativa.

El director del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMNM), José del Val, explica que una de las primeras medidas fue establecer un sistema de becas para los jóvenes de los pueblos indígenas. "Acaban de iniciar con un volumen de 50 becas, de 2 mil pesos mensuales cada una", con la idea de permitir al alumno estudiar, rentar un lugar para vivir, comer y comprar libros. Onofre, Dometila y Georgina son algunos de estos becarios.

Dometila

"Defender a la gente, defenderlos de la injusticia...", pensaba y pensaba en su natal Nuevo Huixtal, luego en Comitán, después en la ciudad de México.

Para Dometila, estudiante de noveno semestre en la Facultad de Derecho, su lucha, consistente en no renunciar a la escuela, pese a la pobreza que se ha ensañado con ella y todos los de su pueblo, aún no termina. Desde chica se ha rebelado contra este sistema excluyente, en el que nada es para ellos:

"Tenía 12 años cuando terminé la primaria, pero ya no había más escuela en Nuevo Huixtal y me fui a Comitán a buscar trabajo en una casa para poder inscribirme en la secundaria, pero pasó un año y no me inscribía".

En Comitán conoció a una familia que tenía casa en la ciudad de México "y me vine con ellos". En la capital terminó la secundaria y aprendió a hablar español, porque antes "nomás sabía verbos". Ya en la prepa -mientras salía corriendo del salón de clase a sus múltiples trabajos, "ora en cocinas económicas, ora de recepcionista, luego de ayudante en restaurantes"- se independizó de la familia que le dio albergue.

Frente a una mesa cubierta por un mantel azul-dorado de la universidad, Dometila habla del futuro. Está segura de que ahora que se reciba de abogada regresará a Huixtal, a "llevar a la práctica todo lo que he aprendido, a defender a la gente, a aplicar bien las leyes". Regresará a ese pueblo donde los niños nomás crecen, terminan la primaria y se van; en donde el gobierno manda maestros tojolabales a una primaria en la que sólo hablan tzotzil.

José del Val afirma que el Estado no ha asumido su responsabilidad en proporcionar a los pueblos indios educación, salud, alimentación, vivienda, tantas otras cosas, y, por el contrario, ha establecido un "modelo de educación bastardo", que lo único que ha hecho es reproducir durante "un siglo el modelo de indio pobre".

Se ha creído que el problema indígena es de orden cultural, cuando el problema es la profunda desigualdad en la que viven los indios, considera. Según su enfoque, lo que hay que atacar son esas condiciones de pauperización y aislamiento de los servicios del Estado en la que se encuentran los pueblos indios, ya que la cultura "no se quita, es como la materia que ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, y nadie pierde su cultura".

Onofre

Cuando llegó a la ciudad de México, procedente de San Agustín Chayuco, Oaxaca, comunidad bordeada por un río en la que se practica el trueque con lisas, truchas y mojarras, la imaginación de Onofre se desbordada de tanta historia en torno a esta capital. "Se decía que aquí la gente camina abajo de la tierra (es el Metro) y que te comen como un gusano (son las puertas de los convoyes) y que los carros eran como las arrieras (las hormiguitas)".

De eso ya tiene siete años. La ilusión de comprobar en carne propia esas historias siempre estuvo acompañada de otra: "quería venir a la escuela, aunque sea verla por fuera". Para lograrlo ha sido de todo un poco: trabajador de limpieza, ayudante de mesero, mesero, cocinero de comida mexicana, china, japonesa, española y mojado en Estados Unidos. El último sueldo que tuvo fue de 800 pesos a la quincena.

En sexto semestre, en la Facultad de Economía, se vio obligado a suspender sus estudios, cruzar el desierto y trabajar en Nueva York en un restaurante de chinos explotadores que le pagaban la hora a tres dólares, cuando el sueldo mínimo era de entre seis y siete dólares: "Pero necesitaba dinero, mi mamá estaba muy enferma y no teníamos para pagar el tratamiento".

Sólo después de un año y seis meses pudo regresar. El joven mixteco cursa el séptimo semestre y es la primera vez que no trabaja, gracias a la beca de 2 mil pesos mensuales, que le alcanzan apenas para pagar renta, el transporte y comer diario "arroz con frijoles" que él mismo cocina.

Onofre Nicolás Sánchez es el único joven de su pueblo que estudia en la UNAM, y cada vez que puede regresa a su comunidad, de la que "yo creo y estoy convencido que voy a ser presidente municipal, pero para eso tengo que pasar por varios cargos, tanto religiosos como jurídico-políticos. Lo primero que tendría que ser es topil (una especie de mensajero), también policía de machete... En el ámbito religioso lo máximo es el mayordomo de nacimiento, el que da de comer a toda la gente gratis durante una semana".

Su aspiración como joven economista es crear un sistema de producción con base en el de su pueblo y "adecuarlo a las necesidades de mi comunidad", porque la forma de hacer el trueque "es muy buena, no hay intermediarios que se quedan con la mayor parte, como en el sistema capitalista".

Georgina

Por el rumbo de los santos se llega a San Agustín Ostotipa, Guerrero, "pueblo fantasma" que ha expulsado a la mayor parte de sus jóvenes a Estados Unidos. Desde entonces, las casas de chinamil levantadas con "palos y lodo" están rayadas por fuera, porque los que llegan del otro lado las pintan.

Antes de que "trajeran todo lo malo", a los del pueblo se los llevaban los de la industria del azúcar para trabajar en los campos cañeros. En el bulto iba Georgina y su familia, saltando de una galera a otra, en Colima, en Jalisco. En esos cajones de palo que les servían de dormitorio a los campesinos, Georgina hizo parte de su primaria, misma que fue a terminarla en su pueblo y, en 1996, la niña se convirtió, junto con otros cinco compañeros, en parte de la primera generación de San Agustín Ostotipa que concluyó la primaria.

Georgina salió de su comunidad rumbo a Iguala para ayudar a sus padres. Comenzó entonces a trabajar como empleada doméstica. Hizo la secundaria nocturna y logró inscribirse en un CBTIS, hasta que la señora de la casa le advirtió: "trabajo o escuela", disyuntiva que la orilló a abandonar los estudios.

Alguien le comentó que una señora en la ciudad de México necesitaba a una persona para el quehacer del hogar y que sí le "permitiría" ir a clases. Sin dudarlo, la joven náhuatl aceptó. Actualmente, está en el sexto semestre del CCH-Oriente, que combina con el trabajo doméstico del que no recibe sueldo alguno, a cambio de tener un lugar donde dormir y comer.

Pese a todo, Georgina Neri Castelar siente que vale la pena: "aquí hago lo mismo, la casa, pero tengo libertad".

 
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