CIUDAD PERDIDA
Al descubierto el tinglado de Fox
Telaraña de mentiras
Los priístas, otra vez en su trampa
AL FILO de lo que muchos consideraron un happy end en el enfrentamiento de Fox contra López Obrador, el inexperto procurador -otro yunque en el gabinetazo- Cabeza de Vaca hace buenos todos los pronósticos y deja al descubierto las intenciones falaces de un gobierno federal que miente a la política y miente al pueblo.
DESAFORTUNADAMENTE HUBO muchos que creyeron en la palabra de Fox sin recordar, o bien se hicieron a la idea, que esta vez, por la gravedad del asunto, la salida que se impuso para acabar con el pleito debería ser seria y cierta, pero una vez más se equivocaron.
ASI COMO con gritos destemplados, histéricos, Fox se paró frente a un muy pequeño grupo de compinches con la intención de que se le crea, lo que a ojos de todos parece imposible -hacer repetir al neoliberalismo en la Presidencia de la República-, hace apenas unos días se mostró calmo y manso, más lerdo que de costumbre, para construir la telaraña de su democracia mentirosa, donde, ahí sí, él es el mandamás.
POCO TIEMPO duró el escenario. Al principio hubo desconcierto por la medida que aparentó el inicio de un juego electoral limpio. Parecía que las reglas empezaban a fijarse. Los priístas juraban venganza, los jueces se llamaban a traición, la PGR se podía mirar, al fin de cuentas, tal como es, una oficina al servicio de la familia Fox y el pueblo empezaba a tragarse la píldora, pero todo era un montaje.
EN EL GOBIERNO del Distrito Federal la versión de la democracia bondadosa permeó y se tocó la retirada. Las líneas de resistencia civil se replegaron e incluso se desmovilizó a buena parte de la gente que estaba lista a enfrentar la injusticia. El adversario avanzó un trecho, pero lo más importante: volvió a ser un tanto creíble.
POCOS QUISIERON ver el tamaño de la mentira, aunque estaba claro que para la PGR, Andrés Manuel López Obrador era culpable. Así lo aseguraron en un comunicado que no dejaba dudas. La trampa estaba en ese aparente compromiso que aseguraba que no se ejercería acción penal en contra del jefe de Gobierno de la ciudad de México.
EL SUPUESTO era que el expediente de la crisis de El Encino había ido a parar al archivo de los olvidos. ¡Cuánta mentira! Se ganó tiempo, pero del lado donde se levantó la bandera blanca, la guerra no ha terminado, y en la mirilla del fusil de la PGR está la cabeza de López Obrador.
ANDRES MANUEL López Obrador no tiene fuero. La acusación en su contra está viva y la otra parte de la trampa está tendida, porque existe, eso sí, una propuesta del Ejecutivo para cambiar la ley, de forma tal que los derechos políticos de un acusado no se pierdan sino hasta que reciba sentencia en contra.
SI LA trampa funciona, serán los priístas quienes tengan que aprobar la reforma de Fox, que de esa manera convertiría la acción urgente en un gesto democrático, aunque después, en aras de la justicia, se llevará a prisión al jefe de Gobierno.
LA TAREA democrática, diría Fox a gritos, estaría cumplida. Los priístas desaparecerían del mapa político y el principal contendiente al gobierno de México estaría fuera de la jugada.
SI, POR el contrario, los priístas no caen en la trampa, negarán la posibilidad de que la ley sea cambiada, la votarán en contra y aunque Fox y su equipo los acusen de no haber permitido el paso a la democracia, aunque ya con la acusación hecha se irán en contra de López Obrador, toda la culpa será del Revolucionario Institucional.
COMO SEA que se le busque, Fox y su grupo no han variado la intención. Después de casi un año de alegatos, del juicio de la gente y de una inmensa mentira, las cosas no han variado casi nada, pero eso sí, están más enredadas que nunca. Por eso no hay que olvidar que en Fox no obran los milagros y que es el mismo que ya conocemos.
ASI QUE ¡cuidado, mucho cuidado!