Participan 15 escultores en el proyecto; denuncian la falta de conciencia ecologista
El bosque de Naomi Siegmann comenzará su periplo en San Luis
La naturaleza nos enseña que si queremos permanecer debemos respetarla, asegura la creadora
Ampliar la imagen
Una de las obras que integran la exposici�creaci�e Helen Escobedo FOTO Cortes�de Helen Escobedo
El bosque portátil ideado por la escultora Naomi Siegmann se ha hecho realidad. El proyecto El bosque, consistente en 15 árboles creados por igual número de escultores mexicanos y estadunidenses, dado a conocer en estas páginas (La Jornada, 1-II-04), iniciará su itinerancia en el Museo Federico Silva: Escultura Contemporánea, en San Luis Potosí, el próximo julio.
Luego, viajará al Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, en Zacatecas; en noviembre estará frente al Palacio de Bellas Artes y después irá al Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca. Posteriormente iniciará una gira que lo llevará a Estados Unidos, donde se presentará en San Antonio, Santa Fe, San Francisco y San Diego.
Para cumplir con sus objetivos la exposición se hará en plazas públicas o explanadas en el exterior de museos o centros culturales. Después de tres años de tenaz lucha, Siegmann consiguió por fin una serie de donaciones en especie necesarias para llevar a cabo este proyecto artístico-ecológico independiente. En su tarea es apoyada por la promotora cultural, Cristina González.
El bosque tiene como objeto concientizar al público sobre la tala inmoderada de árboles experimentada en el mundo actual. "Las fuerzas de la naturaleza, la gran recicladora, nos enseñan que si queremos permanecer debemos aprender a respetar todos los elementos del ambiente de nuestro protector hogar", recuerda Siegmann.
Continúa: "Debemos aprender y tener el cuidado suficiente para reforestar nuestros bosques, reutilizar los metales y plásticos, usar químicos seguros. Y debemos reajustar nuestro pensamiento y nuestro modo de vida para mantener lo que vamos a dejar del ambiente que nos acunó.
"La alternativa es impensable: no más madera, no más lluvia, no más gente. El verdadero ciclo de la naturaleza es que reclama lo que es en derecho suyo."
Por México fueron convocados los escultores Helen Escobedo, Pedro Friedeberg, Yolanda Gutiérrez, Marina Lascaris, Kiyoto Ota, Marta Palau, Ricardo Regazzoni, Jorge Yazpik y la misma organizadora. Y por Estados Unidos: Caroline Kaplowitz, Robert Lobe, Bryan Nash Gill, Beverly Pepper, Steve Tobin y Catherine Widgery.
El criterio empleado para seleccionar a los artistas, aparte de la alta calidad de su trabajo, su amplia experiencia profesional y curricular, fue su interés en la ecología y su preocupación por nuestros bosques. Agrega Siegmann que los creadores aceptaron participar en el proyecto principalmente por su mensaje ecologista. Para sus obras los invitados pudieron echar mano de cualquier material, excepto madera o sus derivados.
Sobre la desaparición de los árboles Siegmann expresa: "Soy vieja, no me va a afectar, pero ya se ve que está alterando el clima. Sin árboles no vamos a tener lluvias y sin ellas no vamos a tener qué comer. Por ejemplo, el problema de los santuarios de las mariposas no sólo existe en México; también paran en EU y ponen su larva. Pero, en los campos de plantación en Estados Unidos donde fumigan con insecticidas, matan también a las mariposas.
"Ya las que vienen a México son millones menos porque muchas mueren en EU y aquí no encuentran donde está su santuario. Me preocupa la falta de respeto hacia los bosques y la ignorancia de las personas. No entienden qué futuro van a tener sin los bosques. Siento que mi cruzada en este momento es concientizarlos."
La exposición contará con un catálogo con ensayos de Mary Schneider Enríquez, Alberto Ruy Sánchez, Exequiel Ezcurra y Bill MacKibben. En cada sede también se piensa realizar actividades paralelas con escuelas y sus alumnos.