El Correo Ilustrado
Carta a diputados que aprobaron el desafuero
Señora directora: ojalá ésta carta dirigida a los diputados encuentre cabida en su prestigiado diario. Señores diputados: saludo con un reconocimiento sincero y respetuoso a quienes no les viene el saco, y ellos lo saben. La sociedad se da cuenta y conoce sus nombres. Hecha la excepción para la minoría, la pregunta a la mayoría no es quién les paga, sino por qué la sociedad les paga su salario y sus gastos inherentes, si a quien obedecen es a sus jefes de partido, por mera disciplina o consigna, da igual.
Si es por disciplina u obediencia, deberían mejor suscribirse a las fuerzas armadas o dedicarse a la labor clerical (instituciones milenarias ambas); si es por consigna, se trata entonces de lo más siniestro, pues las consignas implican el uso del modelito ése que no nos hemos logrado quitar de encima los mexicanos y que se conoce como premio o castigo.
¿Con qué premian los jefes a los que se alinean? Es fácil entenderlo: con lo que no es suyo: concesiones, puestos, negocios, futuro promisorio, prebendas, apoyos partidarios, y viajes y re- lojes pagados con cargo al presupuesto. ¿Con qué castigan? Con las amenazas y satrapías propias de las mafias, que ésas sí son muy suyas: retiro de apoyo y protección, denuncias (no políticas, sino jurídicas), cancelación de canonjías, siembra de miedo, futuro incierto, bloqueo y cosas peores.
Tratando de evitar los lugares comunes, sin lograrlo, me
refiero especialmente a ustedes, los 360 que con su dedo pulgar hacia abajo, en el tristemente célebre circo del 7 de abril de 2005, se llenaron de orgullo al haber satisfecho al emperador, que todo lo puede en el imperio de la ley -como le han llamado-, llenándose la boca, gritando enrojecidos, santiguándose y levantando las manos, manoteando una y otra vez con la teatral indignación del ofendido ante el escándalo de quien, además de no haber complacido al emperador, incumplió la gran ley y merece el castigo ejemplar.
Pero como todos ya sabemos, y todos somos todos, se les cayó el numerito cuando despertaron y con admiración se dieron cuenta de que el imperio no es tal, que no hay emperador, que los llamados -por algunos editorialistas- dueños del país ni fueron ni son, ni lo serán nunca; que no había indicios contra el indiciado; que la legalidad y el estado de derecho son cosa muy distinta de la que imbécilmente querían hacer creer.
Y entonces sí empezó a brotar la indignación y el coraje en serio, ya sin teatros televisados y sin actores histriónicos juandediosistas, ni la cursilería y el vacío de los discursos dörinescos; pero sí con la pertinaz contumacia madracista y chuayffetista, la de los campeones de la legalidad, el respeto y la democracia, es decir, con las mentadas de madre entre iguales.
Ninguno de ustedes (los 360 veneradores de la legalidad) tiene nada de qué quejarse, nadie se los llevó al baile, solitos les dio por bailar al son de la música orquestada por Los Pinos; si fue por obediencia, sigan siendo obedientes; si fue por línea o consigna, para eso están los casinos y otros lares. El pueblo de México está necesitado de dignos representantes en el Congreso, que legislen lo que el país requiere para su convivencia pacífica y su progreso. Los demás bien harían con retirarse antes de que los retiren. Que les paguen sus favores y trapacerías sus jefes de bancada y de partido.
Los mafiosos a las cárceles, los actores al teatro, los mercadotecnistas a las empresas, los procuradores de justicia y sus sub a cumplir con ese deber. Los políticos en lo político, en el debate digno de esta gran nación llena de nobleza, de carácter, de historia y de mexicanos conscientes, pensantes y mayores de edad, que demanda y merece prosperidad y que ya no está para circos, fantocherías, aventuras, hipocresías y experimentos ni mucho menos para bajezas contra la ciudadanía.
Servando Calderón Alzati
"Si no hay pena no hay delincuente"
Señora directora: la PGR resolvió que AMLO es responsable del delito de desacato, pero como no hay pena en el Código Penal no se ejercerá la acción penal. Es decir, hay delito, pero no pena.
Es sabido que en el argot penal hay una saga de afirmaciones, cual silogismo, que establece: si hay delito, pero no hay pena, entonces no existe el delito y mucho menos delincuente. Palabras más, palabras menos, este galimatías jurídico pone en riesgo a AMLO.
El expediente se va al archivo, pero nadie asegura, no hay garantía de que mañana un particular impulsado desde algún rincón oscuro, por ejemplo, el señor Espejel, representante legal de la Promotora Santa Fe, supuesta propietaria de El Encino, se lance a revivir el expediente AMLO.
Y hablando de galimatías, Fox dijo: "sobre el caso AMLO, se remueven los obstáculos y se abren los espacios para el diálogo, hacia una elección legítima y hacia un verdadero juego limpio". Esto quiere decir que el héroe de la democracia reconoce que hasta el miércoles, día de su mensaje a la nación, no ha habido juego limpio.
Carlos M. Sabines Venegas
Garlito, el seguro popular
Señora directora: ¿Por qué los ciudadanos mexicanos no reaccionan contra el garlito que el Presidente Vicente Fox pretende jugarle a los mexicanos? Ofrece un impopular seguro popular cuando lo que urge en el IMSS son medicinas, equipo médico y enfermeras profesionales.
En un "juego de banda" con tiros indirectos para privatizar los servicios médicos, lo cual no es más que un despojo de los cuidados médicos a los trabajadores y pobres de la Tierra.
Ricardo Garcés Valdez
Testimonio sobre Efrén Capiz
Señora directora: Múltiples son las menciones en La Jornada sobre el deceso de Efrén Capiz Villegas y de su lucha como dirigente y defensor de los indígenas comuneros, por lo que deseo aportar un testimonio personal.
Lo conocí en 1949 al ingresar al Colegio de San Nicolás de Hidalgo; él ya era líder estudiantil. Ese año participamos en una lucha histórica convertida en movimiento estudiantil nacional; el gobierno estatal no aportaba el subsidio necesario para la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Una noticia periodística en La Oz de Michoacán informaba que se construiría un teatro de ballet para las hijas del gobernador. Los nicolaítas salimos a protestar. En la noche el Ejército intervino, con el saldo de dos estudiantes asesinados. El rector nicolaíta, Porfirio García de León (mi padre), apoyado por líderes como Capiz, encabezó la lucha y a pesar del PRI, el oficialismo y los epítetos de comunistas y rojillos (excomulgados por la Iglesia), parcialmente triunfante, el gobernador renunció, se aumentó el subsidio de la UMSNH y el teatro se convirtió en campo deportivo y el cuartel militar en escuela de derecho.
La historia oficial ha olvidado este movimiento popular, estudiantil y nacional, aunque una tesis en historia de la UMSNH la retomó (abril de 2005). El 28 de julio de 1999, en Morelia, tomé la iniciativa de recordar esta gesta nicolaíta, 50 años después, en homenaje a los caídos y los líderes (entre ellos el rector). El único líder que se presentó esa vez con sus comuneros fue Capiz. En 1953 él y yo fuimos expulsados de la UMSNH por haber tomado la tribuna (práctica inveterada, hoy abierta a quien lo desee) el 8 de mayo, fiesta máxima nicolaíta, para protestar contra las autoridades que habían traicionado la ideología nicolaíta heredada de Hidalgo, Morelos y Ocampo.
Yo no regresaría; Capiz siguió luchando (al cambio de rector nos levantaron la expulsión).
Durante la campaña presidencial de Lombardo Toledano, que representó entonces la opción ante la contrarevolución alemanista, el candidato recaudaba fondos para sostener su gira nacional. La aportación del estudiante Capiz fue un libro. Seguí visitándolo; en una ocasión, con mi padre, en la cárcel. Nos encontramos muchas veces en las marchas y congresos campesinos; él, con su gabán michoacano, y a su lado, no atrás ni adelante, siempre su compañera de toda la vida, Eva. Mi mensaje para Capiz: no descanses nunca, sigue desde las entrañas de la Tierra luchando con los comuneros por su tierra.
Porfirio García de León, profesor de la UNAM
Lamentable estado de la clínica 46 del IMSS
Señora directora: Como resultado de un accidente cardiovascular me vi en la necesidad de acudir al servicio de emergencia del IMSS, clínica 46 (HRG), el lunes 25 de abril. Ingresé a ese hospital en el servicio de Urgencias a las 14 horas y fui dado de alta a las 23:30. Estuve ahí nueve horas, parte de este tiempo en una silla en lo que conseguían una camilla, al lado de un monitor para vigilar mi estado. A las 19 horas me pasaron a un cuarto con camas y camillas ocupadas por enfermos de varios padecimientos.
Me siento obligado a denunciar lo que observé en ese lugar y lo hago con tristeza, coraje, sentido de impotencia y cobardía, a la vez, por permitirme de algún modo lo que viví, vi y sentí en esas horas. Los servicios de esta institución siempre se han caracterizado por su ineficiencia y cada día están peor; nadie sabe a qué grado llegará en poco tiempo la ineficiencia e ineptitud, pero los derechohabientes no debemos callar ni soportar cobardemente.
Este hospital puede compararse con uno de campaña de alguna guerra. Los enfermos agónicos y graves o con riesgo leve (fue mi caso) se encuentran hacinados en camas, camillas y sillas, en cuartos, y cuando éstos no son suficientes, en los pasillos, dejando únicamente un sendero estrecho para transitar y con el suero sostenido por algún familiar. Los pasillos resultan intransitables. Parece que se está en una romería o tianguis de dolor, abandono y miseria; no es posible que esta aglomeración pueda tener algún tipo de control; las indicaciones de los médicos se colocan en las paredes o bien entre las sábanas, si es que hay suerte de tenerlas.
Las enfermeras o auxiliares se abren paso entre camillas; los familiares se ven obligados a sacar a sus enfermos debido a la ausencia de personal. La falta de asepsia, ni mencionarla; los aparatos para monitorear no funcionan; las probetas de laboratorio permanecen en el piso, y la enfermera, en cuclillas, extrae sangre de un enfermo. Este enfermo no alcanzó ni silla. Tal parece que hubo un bombardeo o un accidente masivo que dio como resultado esta concentración y hacinamiento de enfermos; según me comentaron, hay días peores. También me dijeron que no hay camas suficientes en otros servicios, por lo que los enfermos permanecen indefinidamente en el servicio de urgencias.
¿Dónde están los directivos de este lugar? ¿Qué nunca habrán visto lo que sucede en las áreas de su responsabilidad? No creo que el ISSSTE, un hospital civil o las penitenciarías sean peores ni mejores que el IMSS. ¿Sería posible que se asomara por ahí algún periodista y fotógrafo?
Espero que este desahogo sirva de algo. Qué distancia tan enorme existe entre este hospital y los otros del IMSS con los hospitales privados. Somos derechohabientes de un seguro que nos cuesta, pero según parece, estamos comprometidos a callar de por vida y no reclamar.
Sergio Calderón Pérez
Denuncia negligencia en Cruz Roja de Polanco
Señora directora: El pasado 11 de febrero mis hijos (Damián y Sharon, de 24 y 18 años) sufrieron un accidente automovilístico, siendo atendidos por ambulancias de la Cruz Roja y trasladados a Polanco. Al llegar a esta institución me informaron que ambos estaban en Urgencias; él, con un coágulo en la cabeza -que con medicamentos se le quitaría, me dijeron-, y ella, lamentablemente muy grave -y que le amputarían la pierna-. Les rogué que salvaran la pierna de mi hija, lo que hicieron medianamente, ya que insistían en amputársela. A mi hijo lo pasaron a piso al siguiente día; se veía con fuerza y platicaba, situación que duró dos días. A partir del tercer día comenzó a empeorar. Tuvo temperatura alta, que únicamente le atacaban con gel de hielo. Les solicité que atendieran a mi hijo, ya que las constantes temperaturas no eran normales, pero el doctor Méndez sólo le preguntaba cómo se sentía, a lo que él le decía que mal; el médico se daba media vuelta y se iba sin hacer ninguna revisión de fondo u ordenar exámenes que le indicaran el origen de la temperatura.
A partir de ese día la voz de mi hijo se fue apagando y le costaba trabajo respirar. Yo seguía insistiendo con las enfermeras y doctores y sólo me decían que era por el coágulo en la cabeza y que era normal.
Al ver que mis súplicas no eran escuchadas, inicié trámites para trasladarlos al IMSS; al enterarlos de que los trasladaría, me indicaron que me presentara en la oficina de Trabajo Social; ahí me informaron que tenía que pagar una cuenta muy alta por mis dos hijos; me entrevisté con una persona de nombre Moisés, al cual le informé de mi problema y de que no tenía los recursos para pagar.
Ante mi desesperación, me firmó la cuenta y me envió de regreso a Trabajo Social para que me hicieran un descuento; aún con éste, tuve la necesidad de conseguir dinero para poder sufragar este gasto, pues de lo contrario no me dejarían trasladarlos.
Para entonces mi hijo ya presentaba un cuadro más crítico; estaba pálido y no podía respirar. Por fin, el 18 de febrero, siete días después de haber ingresado a la Cruz Roja, pude trasladarlos al IMSS. Demasiado tarde, porque mi hijo ya presentaba demasiados problemas de salud, que se fueron multiplicando y agravando por la falta de atención de los médicos de la Cruz Roja, en especial del doctor Méndez. Lamentablemente mi hijo falleció el 19 de febrero, un día después de haber ingresado al IMSS, donde hicieron lo humanamente posible por salvarle la vida.
Si este señor que se dice médico lo hubiera atendido con profesionalismo, mi hijo viviría.
Agradezco a los doctores del hospital de Traumatología, de Peztalozzi, haberle salvado la pierna a mi hija, lo cual no pudieron o no quisieron hacer en la Cruz Roja de Polanco, donde tuvieron aún el descaro de cobrarme, de cobrarme por dejar morir a mi hijo.
Gabriela Delfín de León
Aclaración de Germinalia
Estimada directora: me gustaría hacer una aclaración sobre la nota aparecida este 8 de mayo, sobre el proyecto organizado por Germinalia AC, ¡Esquina Bajan! Cultura a 600 watts, que lleva dos años promoviendo el arte y la cultura en los trolebuses de nuestra ciudad.
En la nota correspondiente a la presentación del día sábado 7 de mayo (sección Cultura), se menciona que la intervención de los artistas Antonio Gritón y Aldo Córdoba "no era parte del programa de difusión cultural ¡Esquina Bajan...! Cultura a 600 watts", sino organizado por la asociación civil Germinalia, cuando, en efecto, ésta forma parte del programa y la asociación mencionados.
El error se debió probablemente a un accidente mecanográfico y nos gustaría hacer la aclaración para evitar confusiones en los lectores, además de reiterar nuestra invitación a que visiten el Trolebús del Arte, que continuará sus actividades todos los sábados, hasta el 4 de junio, en un trolebús de la línea A-Eje Central, que parte de Taxqueña en un viaje redondo a partir de las 12 del día.
De manera gratuita, tendremos música clásica en vivo, jazz, escultura, fotografía y grabado, entre otras actividades, es decir, un viaje diferente en la ruta de siempre.
Mariana Barreiro Guijosa, Ulrich Santa María Bouquet, Octavio Salazar Hernández y Raúl Mendoza Azpiri, coordinadores de ¡Esquina Bajan...! Cultura a 600 watts y Germinalia AC.
Irregularidades en Universidad del Edomex
Señora directora: Quienes suscribimos, aspirantes a la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), solicitamos su comprensión para la difusión de situaciones irregulares que han sido toleradas por la Comisión Especial Electoral (CEE) del Consejo Universitario y por el propio Consejo Universitario y trasladadas a un desplegado periodístico firmado por el doctor Rafael López Castañares.
Nuestras autoridades han exhibido una actuación complaciente en el cumplimiento de la legalidad, en particular con el caso del aspirante, doctor José Martínez Vilchis, quien es infractor de la legislación universitaria.
1. Violó las bases para el proceso de elección del rector al realizar un mitin, con el empleo de mantas y matracas, en el edificio de la rectoría, el 28 de marzo pasado.
2. En el momento de su registro, entregó un documento expedido por la Dirección de Recursos Humanos de la UAEM, en el cual se señala que fue contratado de tiempo completo entre el 1º de abril de 2000 y el 13 de mayo de 2001, pero la CEE nunca mostró el contrato respectivo, pese a reiteradas peticiones.
3. Participó ilegalmente el año pasado en un concurso de oposición que se le programó para conseguir una plaza de tiempo completo. En la UAEM tales plazas sólo se convocan para los académicos en funciones de docencia, investigación, difusión o extensión, labores que desde hace años no realiza, pues de mayo de 2001 a marzo de 2005 fungió como secretario administrativo de la UAEM.
4. El nombramiento de tiempo completo categoría E que recibió hace mes y medio es irregular, porque para tener derecho a esa categoría, según el Reglamento de Personal Académico, se requiere un mínimo de ocho años como académico, que en ningún momento puede acreditarlos.
Por estas causas hemos demandado que se le retire el registro de aspirante para así acabar con las ilegalidades en el proceso de cambio del rector y las que por omisión ha cometido el doctor López Castañares.
Aspirantes a rector Alberto Saladino G. y Jesús Salgado Vega
Protesta por la justicia selectiva
Señora directora: Le agradecería mucho que publicara este pequeño comentario.
Los que emigramos al país del norte aprendemos a nuestra llegada que las leyes son más justas. Aquí, a todos los niveles, se investiga la mayoría de los delitos sin importar el estatus social y la mayor parte del tiempo se castiga a los culpables.
Desgraciadamente no vemos esto en nuestro querido México. Es triste ver que en México las autoridades funcionan y responden debidamente sólo cuando los delitos son perpetrados en contra de políticos, artistas y gente de la elite mexicana.
Decenas de robos, secuestros y asesinatos e injusticias se llevan a cabo en México todos los días (por ejemplo, las mujeres asesinadas de Juárez), pero quedan sin resolverse. Pero cuando uno de estos delitos es perpetrado en contra de un artista, político o alguna persona de la elite mexicana, los culpables son aprendidos en 48 horas. Ahí tenemos los casos Francisco Stanley, Laura Zapata, Mariana Levy, por mencionar algunos. Es muy triste ver que la justicia mexicana sólo trabaja cuando se trata de los famosos.
Armando Ortiz, ciudadano mexicano radicado en EU.
Sobre la seguridad en la UNAM
Señora directora: El motivo de esta carta es hacer pública mi molestia por un hecho absurdo, ocurrido la mañana del domingo pasado.
Resulta que al querer ingresar a Ciudad Universitaria por la entrada de Tienda UNAM para hacer un poco de ejercicio, dos vigilantes de Auxilio UNAM me negaron la entrada porque no llevaba indentificación de estudiante. Los guardias me dijeron también que si rompía las reglas y me brincaba la reja me atuviera a las cuencuencias.
Según ellos, estas medidas responden a érdenes de la rectoría para garantizar la seguridad de los universitarios. Si en verdad a las autoridades les preocupa tanto nuestra seguridad, entonces deben desaparecer los grupos de choque que existen en algunas facultades, como la de Derecho, o los grupos de porros que han agredido a estudiantes de las prepas y CCH. O, mejor aún, que se comprometan con el esclarecimiento y el castigo de los culpables del asesinato de Pável González. Eso sí sería garantizar nuestra seguridad.
Paola Martínez, estudiante de maestría
Invitaciones
Cáncer de mama
Conferencias sobre el cáncer de mama, equilibrar cuerpo y mente y liberar el estrés. Imparte Alejandra N.F. Jiménez Virgen, instructora internacional. Hotel Nikko, Campos Eliseos, 204, Polanco, Tel. 5280 1111. Se requiere registrarse al 01 807 185459, en el DF al 5420 8685 o [email protected]
Periodistas de Holanda
Conferencia de periodistas de la Sección Latinoamericana de Radio Nacional, emisora de Holanda. La cita es hoy a las 9 horas en el Auditorio Flores Magón de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.