En riesgo, la unidad del país, reconoce el presidente
Devuelve Mesa al Congreso boliviano ley de hidrocarburos
La Paz, 10 de mayo. El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, observó este martes una polémica ley de hidrocarburos y la devolvió al Congreso, al tiempo que convocó a líderes políticos y sociales a reunirse el 16 de mayo para "preservar la unidad del país", a la que consideró en riesgo.
Mesa decidió hacer "una observación de carácter conceptual" a la ley aprobada por el Congreso la semana pasada, en momentos en que la oposición convocaba a una movilización, precisamente para el 16 de mayo, para exigir que la nueva legislación petrolera fuera rechazada por el Ejecutivo.
El mandatario argumentó que la ley petrolera "es en este momento un instrumento de división de Bolivia".
En su mensaje transmitido por radio y televisión, Mesa señaló que la ley petrolera "tenía por objetivo darle a Bolivia un horizonte de esperanza, de certeza, de seguridad hacia adelante y creo que el contexto de hoy está mostrando todo lo contrario".
El presidente fijó "cuatro objetivos concretos" como agenda de la reunión de los principales actores políticos y sociales: la "orientación y definición" de la ley de hidrocarburos, la elección de prefectos (gobernadores), prevista para el 12 de agosto, y las convocatorias a un referéndum autonómico y a una Asamblea Constituyente.
El jefe de Estado sostuvo que "la unidad de Bolivia hoy está en serio riesgo, creo que el concepto de unidad (..) está en riesgo", razón por la cual observó, amparado en la Constitución Política, la nueva legislación.
"La ley de hidrocarburos es mucho más que un instrumento técnico o económico (..) está simbolizando el entrabamiento en que está en este momento Bolivia", insistió.
Al "encuentro por la unidad de Bolivia" fueron convocados los ex presidentes Lydia Gueiler, Jaime Paz Zamora y Jorge Quiroga, además de empresarios, alcaldes y miembros del Tribunal Constitucional.
El jueves pasado, la Cámara de Diputados sancionó la ley de hidrocarburos tras nueve meses de intensos debates, que obliga a las firmas petroleras extranjeras que operan en el país a suscribir nuevos contratos con una carga tributaria incrementada al 50 por ciento del valor de la producción.
Desde ese día, Mesa contaba con 10 días para anunciar si promulgaba, vetaba o modificaba el proyecto de ley, lo que finalmente ocurrió este martes.
Sin embargo, la ley no dejó satisfecho a ninguno de los sectores involucrados.
Las 20 trasnacionales petroleras que operan en Bolivia habían advertido que "si la ley de hidrocarburos es aprobada por el Poder Ejecutivo, lejos de traer bienestar al país provocará un perjuicio para Bolivia."
De su lado, el líder cocalero Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS), segunda fuerza política en el Congreso, había convocado a una marcha hacia La Paz para exigir la nacionalización de los hidrocarburos y la realización de una Asamblea Constituyente.
Incluso la prensa local especuló que Mesa recibió presiones de varios gobiernos y organismos financieros para vetar la ley. También soportaba la amenaza de sindicatos de efectuar huelgas en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos.
El líder cocalero también entendió la polarización y prefirió un discurso conciliatorio.