Aprovecharán el desecho de los rastros del país; se generan 200 millones de litros al año
Desarrollan en la UNAM método para recuperar proteínas de la sangre del cerdo
Ampliar la imagen Se extraen hemoglobina, alb�, inmunoglobulinas y fibrin�o. La imagen, en el rastro de Ferrer�FOTO Fabrizio Le�iez
El Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) creó un desarrollo tecnológico para aprovechar el desecho de la sangre en los rastros, mediante un método que permite recuperar proteínas de la del cerdo.
Este proceso, expresó el director del IIB, Juan Pedro Laclette San Román, es aplicable a los cientos de rastros en el país donde se generan alrededor de 200 millones de litros anuales de ese líquido en los que hay un potencial de 40 mil toneladas de proteínas.
La UNAM informó que del problema particular de una empresa nació este proceso, y señaló que las empresas Multiservicios 2001 y Frigoríficos de Chapala (FRICH) firmaron un contrato de compra-venta para su comercialización.
El investigador Pablo Gómez Gavilán, al advertir que uno de los problemas en los rastros del país es el uso que se da a la sangre proveniente de la matanza, creó este procedimiento. De tal manera que investigó técnicas científicas y plantas industriales hasta crear una tecnología para extraer proteínas de la sangre de los animales, inmediatamente después de que son sacrificados.
Laclette San Román explicó que se separa en un paquete globular y en otro que es básicamente el plasma, altamente nutritivo para el ser humano. Las proteínas que se extraen son: hemoglobina, albúmina, inmunoglobulinas y fibrinógeno, las cuales representan 95 por ciento de su composición, por lo que se aprovecha casi en su totalidad.
"Estas proteínas, que están disponibles como complemento para alimentos cárnicos, hoy cuentan con una marca registrada Promeat, una patente, y son muestra de lo que puede hacer la ciencia para resolver problemas industriales", añadió.
Durante la firma del documento, precisó que Multiservicios y el IIB realizaron la tecnología. Se cuenta con la planta productiva que ahora tiene que llegar al consumidor, tarea a cargo de FRICH, quien se encargará de comercializar Promeat. Mediante este contrato, alrededor de 70 millones de hamburguesas al año, unas 50 toneladas mensuales, tendrán la proteína.
Indicó que en dicho contrato de compra venta la institución sólo actúa como testigo, ya que tiene un convenio con Multiservicios, con quien ha trabajado desde hace varios años.
"Para nosotros es normal relacionarnos con la industria. De hecho un porcentaje considerable del presupuesto operativo de la entidad proviene de convenios y contratos con el empresariado", apuntó.
Dijo que el IIB cuenta con infraestructura relevante, que en diversas ocasiones se pone al servicio de la industria, sobre todo de los sectores farmacéutico y alimentario.
Por su parte, Arturo Guillén, director general de Frigoríficos de Chapala, destacó la participación de su empresa en proyectos y su compromiso con el desarrollo y la investigación. Estos procedimientos han permitido a su industria mantenerse competitiva en los mercados, destacó.