Los roqueros celebrarán el sábado su primera década de trayectoria musical
La gente del Faro de Oriente empeñó su creatividad en fiesta de Panteón Rococó
Ampliar la imagen Los panteoneros en el famoso mural del Faro de Oriente FOTO Jes�llaseca
El 27 de marzo de 1995 un grupo de jóvenes llamados Panteón Rococó debutaban en la antigua cantina La Faena, ubicada en la calle de Venustiano Carranza del Centro Histórico. Su música tenía influencias de muchos ritmos latinos y sus intereses apuntaban hacia una experimentación, una búsqueda de espacios alternativos donde tocar y, de manera especial, hacia lo que estaba ocurriendo con el EZLN en Chiapas.
Hace seis meses, con motivo de su décimo aniversario, la banda se acercó al Faro de Oriente de Iztapalapa y solicitó sus instalaciones para la realizar un concierto conmemorativo y obtuvieron una contrapropuesta que no sólo los convenció de inmediato, sino que los sorprendió por su gran creatividad. Los jóvenes que allí trabajan les plantearon que, en vez de hacer un simple toquín, transformaran ese acto en un gran festival y, desde cada taller, aportarían con sus conocimientos y habilidades artísticas.
A partir de ahí, más de 250 personas, entre panteoneros, gestores del Faro y jóvenes, se pusieron a trabajar. El taller de cartonería y alebrijes diseñó cuatro calacas de 9 metros de altura como parte de la escenografía del concierto, el taller de serigrafía diseñó los carteles, el coro de niños preparó un espectáculo, al igual que el taller de zancos y batucada, el de video experimental, fotografía o el de teatro infantil.
Este sábado, a partir de las 2 de la tarde y hasta las 11 de la noche, ese proyecto aterrizará en una gran fiesta popular y gratuita que, no sólo celebrará los 10 años de Panteón Rococó, sino que inaugurará una nueva forma de organizar una fiesta.
Benjamín González, director del Faro, comenta: "Lo interesante de esta experiencia es que, una comunidad sin grandes recursos va a realizar un gran espectáculo público de gran nivel, gracias a la capacidad de organización que genera la escuela y a la autoridad que da una banda como Panteón Rococó. La cual lleva diez años trabajando de una manera honesta y comprometida, que ha representado a México por el mundo y que ha acompañado a las luchas de resistencias más importantes del país".
Panteón Rococó se ha reunido todos los jueves con los jóvenes del Faro. A partir de reflexiones y discusiones, trazaron un decálogo con principios que van a inspirar el espectáculo y que revela el tipo de ciudad que les gustaría tener. Esos diez puntos son: autogestión, libertad, tolerancia, resistencia, diversidad, justicia, democracia, solidaridad con las causas del movimiento indígena y zapatista, derecho a la ciudad y derecho a la fiesta.
Darío Espinosa, bajista del grupo, explica: "Nos acercamos al Faro porque ya habíamos tocado aquí y nos habían tratado muy bien. Además, porque trabaja de una forma muy parecida a la de Panteón, ya que es un espacio alternativo que busca ser autogestivo y autosuficiente. Con este concierto queremos que la gente conozca este foro, que se aproveche, y que se imite el ejemplo en otros puntos de la ciudad". Gorri, guitarrista de la banda, añade: "En los talleres encontramos a muchos seguidores de la banda que se involucraron con nuestro proyecto. Tomando ideas originadas por las experiencias que hemos visto en los festivales europeos, pensamos que en un mismo espacio se pueden dar varias actividades artísticas. La música está ligada a muchas disciplinas, como el diseño escenográfico, el teatro o a la danza y esa interrelación artística enriquece nuestro proyecto".
La banda aprovechará el concierto del sábado para grabar un disco en vivo así como un dvd documental que resumirá las experiencias vividas durante estos 10 años, periodo que les ha dejado tres discos, giras por varios países del mundo y la consolidación de un concepto musical muy definido.
Darío expresa: "Estos 10 años se me han pasado muy rápido. En México es muy difícil mantenerse en el rock, pero el amor a la banda lo ha permitido. A nivel ideológico nos hemos ido involucrando cada vez más con el zapatismo. Al principio teníamos conocimiento de ello por los medios. Con nuestro disco anterior fuimos a tocar a diversas comunidades y, en este último, Tres veces tres, hemos incluido un cuento que nos envió Marcos y que él mismo narra. A pesar de estar con una transnacional, no nos hemos dejado cortar nuestra libertad. A nivel personal y musical, hemos realizado muchos viajes que nos han hecho crecer".
Según Gorri: "Esta actividad con el Faro nos dejó numerosas experiencias, que van a influir mucho en nuestra creatividad. Para nosotros es muy importante convivir con la gente, siempre que podemos lo hacemos porque no nos gusta llegar a un lugar, tocar y huir en una camioneta. Además, fue el único espacio de la ciudad que nos tendió la mano. Aquí existen otros lugares, como el Foro Alicia o el Circo Volador, pero son muy chiquitos. También lo habíamos pensado en el Zócalo, pero las banda de rock que no somos tan comerciales ni salimos en la televisión, cada vez tenemos menos cabida ahí. El Faro nos ha permitido realizar nuestro proyecto, porque los jóvenes de esta ciudad se merecen espectáculos de calidad a precios accesibles o gratuitos".