Se impuso 2-1 en Ciudad Universitaria, pero fue insuficiente y perdió por global 2-3
No le alcanzó a Pumas para remontar y Saprissa ganó la Copa de Campeones
Los pupilos de Hugo Sánchez se toparon con unos ticos concentrados y tranquilos
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Pesar del auriazul Jaime Lozano ante la ca� FOTO Jos�ntonio L�
En una colosal tumba se convirtió anoche el estadio México 68, donde quedaron sepultadas las ilusiones de Pumas de ir al Mundial de Clubes.
A los del Pedregal apenas les alcanzó para ganar 2-1 en el partido de vuelta, pero el costarricense Saprissa se llevó la Copa de Campeones de la Concacaf con marcador global de 3-2.
"Dale alegría a mi corazón" rezaba una manta de los seguidores ticos en la cabecera sur del estadio y su equipo los complació desde el arranque del trámite.
La máquina para bordar un futbol gratificante jamás vino en auxilio de los universitarios. Los dirigidos de Hugo Sánchez se perdieron en el estéril recurso del pelotazo al área en busca de Diego Alonso, principalmente.
Olvidadas la virtudes, el espíritu, la garra de los aurizaules, la noche se hizo más tranquila para el portero Porras y compañía.
Lo único digno de destacar de Pumas en la primera parte fue una escapada de Ailton da Silva, al minuto 21, que terminó indignando al grueso de los aficionados porque consideró que el árbitro estadunidense, Kevin Stocc, debió marcar penal por la forma en que lo detuvo Bennech.
Saprissa, en cambio, se mostraba tranquilo, concentrado en el juego de defenderse con propiedad y tratando de cazar al rival en un contragolpe.
Y lo consiguió al minuto 32 cuando se escapó Solís y cedió para Ronald Gómez, quien desde el sector izquierdo mandó un disparo que pegó en el travesaño y picó para terminar en el fondo de la red.
Era el 1-0 y el 3-0 global, por lo que el miedo empezó a circular por todos los rincones de Ciudad Universitaria.
Al minuto 65 un mal rechazo de Badilla en el área fue aprovechado por Joaquín del Olmo para marcar el 1-1. Los de casa se habían animado con la expulsión, al 63, del rival Allan Alemán.
El travesaño y el portero Porras eran los principales culpables de que no se rompiera el 1-1 hasta que llegó Leandro y puso el 2-1. Fue en tiempo de compensación por lo que sólo hizo dramático el final.
Era muy tarde para frustrar la fiesta que vino a hacer en patio ajeno el Saprissa.
Tras el silbatazo final, hubo algunos Pumas, como Del Olmo y Alonso, que no pudieron soportar la eliminación y arremetieron contra el árbitro que salió corriendo de la cancha para salvar el pellejo.