Todos los evadidos de la prisión sinaloense eran cercanos al narcotraficante
Culiacán: implican a El Chapo en fuga
Los reclusos salieron por la puerta principal con la aparente complicidad de autoridades
Ampliar la imagen El cuerpo de Arturo Salas Araday, empleado del ayuntamiento de Culiac� fue hallado, amarrado de pies y manos y con tiro de gracia, en el r�Humaya FOTO Cosm�amaniego /Notimex
El narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, está detrás de la fuga de nueve reos del Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito de Culiacán -como se llama oficialmente el penal de la capital sinaloense-, ocurrida el pasado jueves 5 de mayo.
Los evadidos -ocho de ellos procesados por delitos del orden federal, y acusados de delitos como homicidio, portación ilegal de arma de fuego, secuestro y narcotráfico- son compadres, amigos y gatilleros del capo oriundo del municipio de Badiraguato, en el estado de Sinaloa.
Todos lograron fugarse por la puerta principal y con la aparente complicidad de agentes de las policías Estatal Preventiva y Ministerial del Estado, además de autoridades penitenciarias y del gobierno de la entidad, señalan versiones que circulan entre los cuerpos policiacos federales.
La Dirección de Prevención y Readaptación Social del gobierno del estado informó inicialmente que los evadidos lograron brincar la barda perimetral por una de las torres de vigilancia -ubicada en la parte norte del inmueble-, gracias a un lienzo de varias sábanas que fue hallado en el exterior del edificio.
Pero esa versión se va debilitando conforme pasan los días. Custodios que pidieron mantener el anonimato señalaron que los reos se fueron por la puerta principal y algunos iban vestidos con el uniforme de las corporaciones estatales.
La fuga se inició con un supuesto operativo de cateo. Y es supuesto porque nunca se llevó a cabo. Del total de agentes que se presentaron, una parte se quedó afuera y el resto, apoyados por un grupo de personas que iban vestidas de civil, ingresó al penal y salió con los evadidos.
El operativo fue solicitado por el director de Prevención y Readaptación Social, Ramón Raymundo Fierro Barraza, ya que, según informó, se habían recibido desde abril llamadas anónimas alertando sobre una fuga de reos federales en ese penal.
Todos los reos fugados habían sido catalogados como ''altamente peligrosos'' y estaban presos por narcotráfico, posesión y acopio de armas, secuestro y homicidio. Entre los evadidos se encontraban Javier Flores Villarreal -gatillero de Guzmán Loera-, quien participó en la balacera que se dio en Culiacán el 11 de septiembre de 2004, cuando fue asesinado el capo Rodolfo Carrillo, del cártel de Juárez, hermano de El señor de los cielos.
Se trató de una fuga anunciada, la quinta en lo que va del año en la entidad y la segunda en este centro penitenciario. Dos semanas antes de ese hecho había en las áreas colindantes del centro penitenciario patrullas de la Policía Federal Preventiva, y agentes de la Estatal Preventiva y de la Ministerial del estado.
Pero esto ''no fue suficiente'', pues, según el parte ofrecido por las autoridades estatales, nadie se percató de esta fuga y los internos sólo dejaron un lienzo de varias sábanas, con una longitud de unos seis metros, en el exterior del penal.
Los evadidos fueron identificados como Santos Gutiérrez Aguilar, Jesús Francisco Curvina Flores, Enrique Valdez Martínez, Pedro Antonio Torres Hernández, Francisco Javier Flores Villarreal, Sósimo Quintero Mariscal -quien también se hace llamar José Luis López Mariscal-, Pablo Flores Peña, Filiberto Chávez Torres -igualmente identificado como Filiberto Carrillo Ovalle-, Adalberto Chávez Torres, también conocido como Nito Chávez Torres o Juan Diego Carrillo Ovalle.
Todos son personas cercanas a El Chapo, quien se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, en enero de 2001, sin que hasta la fecha haya sido recapturado, a pesar de los innumerables operativos realizados por el Ejército Mexicano y la Procuraduría General de la República.
Al menos siete de los nueve fugados son originarios de la tierra de Joaquín Guzmán, en la zona serrana del municipio de Badiraguato.
Sósimo Quintero Mariscal es compadre de Guzmán Loera y Francisco Javier Flores Villarreal es uno de sus gatilleros, quien participó en el homicidio de Rodolfo Carrillo, el 11 de septiembre, en Culiacán, según confirmaron fuentes de la Procuraduría General de la República.
El objetivo de este ajuste de cuentas era eliminar a Rodolfo Carrillo, el menor de los hermanos del extinto capo Amado, El señor de los cielos, debido a fuertes rencillas entre los integrantes de esta familia y el grupo delictivo que comanda Guzmán.
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada mantiene detenidos a 43 custodios y al director del penal, Alfredo López Reyna, así como a dos comandantes, uno de la Estatal Preventiva y otro de la Ministerial.
Además, agentes de la Policía Federal Preventiva, incluidos los de la División Caminos, mantienen un operativo de vigilancia en el exterior del penal de Culiacán, apoyados por policías estatales de diferentes corporaciones.