Alerta funcionario de Zacatecas sobre riesgo de violencia por disputa con tepehuanos
Exigen al gobierno federal solucione conflicto agrario
Amparados en títulos virreinales emitidos durante el siglo XVIII, tepehuanos de Durango pretenden recuperar más de 120 mil hectáreas que están en posesión de ejidatarios y pequeños propietarios rurales de Valparaíso, Zacatecas, y Huejuquilla el Alto, Jalisco, situación que ha creado riesgo de violencia entre las partes involucradas, afirmó el director de la Unidad de Atención a Asuntos Agrarios y Territoriales del gobierno zacatecano, Heraclio Blanco Sánchez.
Al respecto, el diputado priísta Jesús Alvarado Cabrales, representante de la comunidad indígena en el Congreso de Durango, pidió al gobierno federal "seguir apoyando a los tepehuanos", y descartó que los nativos lleguen a enfrentarse con los mestizos que recibieron las tierras citadas mediante un decreto presidencial, o que invadan los predios.
No obstante, el director de asuntos agrarios del estado advirtió que ha tenido contacto con "compañeros" de Huejuquilla el Alto, como Manuel Moreno, dirigente local perredista, quien comparte la visión de que "cuando los indígenas duranguenses lleguen a nuestras tierras va a tener que correr la sangre", dijo.
Recordó que la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) entregó los lotes a los dueños actuales. "Son tierras que a nuestros padres les costaron mucho sudor y esfuerzo, y las cosas se van a enrarecer si no actuamos de manera oportuna." Por ello exigió "atención" del gobierno federal para el conflicto agrario, que el titular de la SRA, Florencio Salazar Adame, dio por terminado en marzo de 2003.
Blanco Sánchez confirmó que, aparte de las 5 mil 400 hectáreas que los ejidatarios zacatecanos debieron entregar a los indígenas por decreto presidencial, hace dos años, "ahora otras 5 mil 100 hectáreas del municipio de Valparaíso están ya en poder de los tepehuanos, quienes con amenazas se han asentado en predios que legalmente pertenecen a pequeños propietarios rurales, aunque sin violencia de por medio".
Ante la situación, el funcionario pidió a los involucrados sentarse "ya en una mesa de discusión para poder afrontar esto como equipo y hacer la exigencia fuerte al gobierno federal, para que de una vez por todas se vaya al fondo de las cosas".
Asimismo, se quejó de que "cada año" los ejidatarios de Zacatecas se ven obligados a ceder terrenos a indígenas. "El año pasado fueron más de 5 mil hectáreas, en éste ya van más de 5 mil 100 y en 2006 serán 10 mil, ¿cuándo se va a acabar este problema? De una vez que se defina en qué términos estamos para enfrentarlo pronto y con energía", señaló.
El funcionario insistió en que el riesgo de violencia por la disputa de tierras entre Durango, Jalisco y Zacatecas persiste, pues "hemos tenido contacto con los pequeños propietarios afectados, y veo un riesgo enorme, porque se van sentando precedentes, y estos dos casos son muy sintomáticos de que (los indígenas) van a seguir avanzando, y de alguna manera tendremos que afrontar esta situación".