Glorieta Insurgentes
Aceleran obras del Metrobús
Ampliar la imagen Aspecto de los trabajos de construcci�e paraderos del Metrob� la altura de la Glorieta Insurgentes FOTO Carlos Ramos Mamahua
A paso acelerado, dos cuadrillas de albañiles llevan a cabo los trabajos para la construcción de las terminales norte y sur del Metrobús, ubicadas en la Glorieta Insurgentes -que incluyen escaleras internas para acceder al Metro-, a fin de no afectar el tránsito vehicular en la zona durante las denominadas horas pico.
La instrucción del encargado de las obras, Alejandro Aldama, señalaron albañiles entrevistados frente al edificio de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, es "echarle todas las ganas, porque tenemos el tiempo encima y lo que íbamos a hacer en seis semanas lo haremos en cinco, para concluir a más tardar el 12 de junio", unos días antes de la fecha prevista para la inauguración del nuevo sistema de transporte.
Dicha situación, aclararon, no afectará la calidad de los trabajos, pues existe una verificación constante de las empresas participantes, además de la presencia de una firma supervisora, lo cual garantiza el cumplimiento de las normas técnicas requeridas.
En un recorrido realizado por las obras se constató que, a una semana de haber iniciado, los trabajadores continúan con la excavación en ambos lados de la glorieta, aunque en algunos tramos ya empezaron la construcción de las zapatas y el levantamiento de las varillas que sostendrán las viguetas y la losa de acceso al Metrobús.
"Se trata de un trabajo muy complicado, pues no hay que afectar la instalación subterránea", explicaron. Previamente se revisaron los planos, para no ocasionar un cortocircuito o una fuga de agua. Además, se debe mantener abierto el paso de los transeúntes que van y vienen de las calles de Jalapa y Génova, así como de avenida Chapultepec.
El cascajo extraído de las zonas de obra, por cerca de 40 personas que conforman las dos cuadrillas, se concentra a un costado del busto del ex regente Alfonso Corona del Rosal, pero constantemente se desaloja, para evitar algún accidente, ante el paso constante de la gente y la utilización de maquinaria; esto, reconocieron los trabajadores, ha causado molestia entre los locatarios y vendedores ambulantes. Estos, apostados en las salidas de la glorieta, se quejaron del "ruido de las máquinas y el polvo, que afecta nuestra mercancía, lo cual daña nuestros bolsillos".
Por su parte, los comerciantes establecidos señalaron que sus ventas se han reducido 10 por ciento, en promedio, a unos días de que comenzaron los trabajos.